Por Henry Osvaldo Tejeda
Vi una entrevista que le
hizo el comunicador Carlos Rodríguez, al Doctor José Reyes en su programa de
televisión nocturno, "Realidades". Tomaré una sola de las preguntas
con su respuesta, para luego dar mi opinión sobre algo que dijo el presidente
provincial del PLD en una comparecencia posterior a la de José Reyes, en ese
mismo programa.
Carlos pregunta:
¿Concibe el Dr. Reyes
que, teniendo quien lo sustituyó, un prontuario tan oscuro en el aspecto de
administración pública, pueda ser apoyado por alguien dentro del PLD, en las
próximas elecciones?
El Dr. Reyes responde:
"Por ningún lado que
tú me hagas analizar esa situación, yo la podría ver dentro de las
posibilidades, porque va en contra de
muchos de los principios que ha enarbolado el PLD"
"Pero como te digo
una cosa, te digo la otra; en política, hay que estar vivo para no morir por
una sorpresa".
YO DIGO
Hay personas que son muy
débiles de espíritu, cuyo fanatismo político, ligado a su prepotencia y su
creencia de saberlo todo y ser el más fuerte que los demás, lo llevan a el
punto de deshacerse hasta de un familiar si es preciso para lograr seguir
siendo "el chivo que mas mea".
El Dr. José Reyes y
Enrique Martínez, son compadres desde (creo yo) más de una década. En el mismo
programa "Realidades", a una pregunta del conductor dijo, que entre
él y Jos♪0 no hay nada, que
ya no son nada.
¿Será posible que la
política lleve a la gente a obnubilarse de tal manera? Si, es posible porque,
ahí tenemos el ejemplo, un fanático que creyó que había que seguirlo siempre a
cambio de NADA, degeneró en su trato personal hacia un hombre como lo es José
Reyes.
Es lo que ha ocurrido con
el Dr. Enrique Martínez, al decir en ese mismo programa (posterior a la
entrevista de del Dr. Reyes) que él y José
no son nada, renegando a su compadre por mezquindades políticas.
Porque este hombre se ha
llegado a creer que la gente debe seguirlo a las malas; mucho duré el Dr. Reyes
haciéndolas de pendejo
"atajador" para que Enrique
enlazara. Recuerdo que le dio la espalda cuando el Dr. Reyes se repostuló en el
2010 a la alcaldía de La Romana.
Todos los recursos los
metieron en la campaña de su esposa para la senaduría y dejó a José en guinda,
pero cuando perdió, quería hacerle un chanchullo al ganador, y al ver que no
podía hacer nada, llegaron a ofrecerle todos los millones de Chanflón al
ganador para que se declarara perdido.
José se negó a eso, por
eso es que tiene esa bien ganada aureola de honesto, serio y hombre cabal a
toda prueba. Con esas declaraciones de Enrique Martinez, pierde él mismo.
Por
eso, se ha acercado a otros a los que él cree que son amigos, pero está tan perdido que, no
recuerda que esos eran sus principales enemigos, en un pasado reciente.
La desesperación, como el hambre, tienen cara de hereje. Si tienes hambre, te comes una galleta de tierra (como hacen los haitianos hoy día), y si te ves sin amigos, te agarras del primero que se te brinda.
El único que sale ganando
es José, porque al fin se quita de encima una persona que, por lo visto, sólo
era su amigo y compadre mientras el más pendejo (que era José) atajaba para que él
(Enrique) enlazara.
Ahora ya no son nada porque, el pendejo, muy discretamente
y sin ofender (al menos, eso creyó José) a su posesivo y prepotente compadre, decidió transitar
otros caminos que, por lealtad a su "compadre", les eran vedados
transitar.
Ahora José, ya no va a ser
co-dueño del rechazo que media Romana le prodiga al perdido
compadre. Ese rechazo, me han dicho que supera ya el 70 por ciento de los romanenses, y seguirá in crescendo a medida que su dueño siga dejando la
claridad de los verdaderos amigos, para adentrarse en un túnel oscuro de donde
no sacará más que eso mismo, oscuridad.
Se mató como Chacumbele.
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