domingo, 21 de diciembre de 2014

VIVENCIAS EN SAN JOSÉ DE OCOA: TRAVESURAS DE DOS ADOLESCENTES

Mi amigo Cacao y yo
Por Henry Osvaldo Tejeda Báez
Si hace tiempo que Ud. no escucha palabras que oyó en su niñez en San José de Ocoa, la lectura de estas vivencias mías y de un buen amigo, le será grata. En cambio, si después de viejo (a), los cuartos lo han vuelto a Ud. un "agentao" a quien le ruborizan las palabras que tanto escuchó en su pueblo,  le diré como decía Cachán, el legendario loco ocoeño, "coja un coco y lárguese".....Tiesto viejo!
La madre de quien esto escribe
Rebuscando entre mis archivos, me "topeté" con la foto de alguien, cuyo rostro me retrotrajo a mi niñez y a mi adolescencia, y si les digo que era la cara de Julio Alberto Santana se quedarán ustedes en Babia, porque no sabrán de quién les hablo ya que en San José de Ocoa, 99 de cada cien personas lo conocíeron siempre como Cacao, que era su apodo.



Mi primera agrupación musical. Cacao en primer plano
El padre de Cacao, Bibí Santana fue un laborioso hombre de aspecto campesino que cultivaba la tierra en menor escala, tocaba la guitarra, y tenía muy buen sentido del humor cosa esta que sacó Cacao de él. Bibí se fue para Estados Unidos donde murió hace varios años.
A su primer regreso a Ocoa, luego de haberse ido a pasar unas cortas vacaciones a Los Estados Unidos, un día le pregunté:
_ Bibí, ¿cuándo te vas de regreso para Nueva York?
_ De aquí no me voy hasta que no me haya comido por lo menos, diez o doce quintales de arroz! 
Eran las gracias de Bibí! ¡Qué gran sentido del humor!

La Madre de nuestro héroe de hoy (Cacao) lo es Celeste Zucco, quien vivió siempre en el mismo barrio mío, y sólo nos separaba apenas un patio, y los dos contenes de una calle. Nuestro trozo más íntimo del barrio esta ubicado entre las calles Manuel de Reglas Pujols, y la calle Altagracia. 

Ese no era todo el barrio, pero era como quien dice, la capital del sector. En una esquina estaba el colmado y la vivienda del difunto Calé Gonzalez,  y en la otra esquina estaba la tienda de Eddy Peña (Casa Azilde), además de su vivienda. Un trozo del barrio muy íntimo.
Ahí se crió esa recua de chicos traviesos que diariamente, nos íbamos a los montes de Ocoa. Hoy íbamos a bañarnos al Salto'e Parra, mañana, nos zambullíamos en La Lisa, pero nos íbamos por La Posa, para ir mamoneando en el camino. 

Otras veces nos íbamos por Los Cachones, para ir mangueando y comiendo cajuiles, además de guanábanas, mas agria que la cara de Franklin Almeida.

Otro día nos íbamos a Tumbaca y a Cazuela a comer jobos, otro día a comer caimitos a Las Lagunetas y a La Agüita, en fin, teníamos todos los días del año copados. ¡Carajo!, que bueno es ser un niño vago, en cualquier lugar donde hubiera frutas ahí estaba esa recua de tigueritos (muy sanos y bien educados, por cierto), entre los que estaban: Rojito, los hermanos: Cacao,  Tamara, Nilva y Nelson Santana. 

También, Guario Zucco, Wilson Guridi (Hicho), los hermanos Frank, Moreno, Minín, Vianela y Charo Castillo, María Amador y sus hermanos, en fin, éramos niños y adolescentes de muy buena crianza, también los hermanos Ramón y Elías Tejeda............

De Cacao, quien hoy vive en New York, puedo decir que era tipo super agradable (aún lo es), buen amigo, buen tercio en las parrandas, muy despegado de lo material y sincero, no hablaba mentiras y sobre todo, muy trabajador. Un tipo de muy grata recordación en nuestro terruño natal.

Cacao, es un personaje que, con sus correrías parrandísticas, sus serenatas (acompañado por mi), dio origen a decenas de anécdotas. Ya de madrugada, cuando se nos terminaba el ron y estando todos los colmados cerrados, nos íbamos a la casa de  Henry Martínez  
(epd)), a quién Cacao le pegó el apodo de "Greñas" por los tantos cabellos que siempre tenía "Martínez".
El autor, en la glorieta del parque de Ocoa. Año 2010
Le dábamos una serenata a Henry Martínez, y cuando se escuchaba su voz detrás de la ventana (era un segundo piso, por lo que teníamos que encaramarnos al por dónde fuera) Cacao le explicaba nuestro  "gran problema", que consistía en un pote de ron Bermúdez para terminar la noche.
Nunca nos recibió de mal humor. (Si es a mí que me hacen eso, les "jondeo" una bacinilla de miao" por molestosos.

Otras veces dejábamos a Martínez tranquilo, porque  Cacao íba por los alrededores del cementerio y despertaba al dueño de un colmadito que apenas tenía dos o tres botellas en los tramos, y le cogía una fiada. El colmado estaba ubicado en la penúltima última esquina de la calle Altagracia, casi vecino de Luis Tejeda.

Debo decir que, San José de Ocoa, no ha podido asimilar la muerte de Martínez, ocurrida hace apenas unos pocos años. 
Henry, fue un gra amigo que vivirá eternamente en el corazón de cada ser humano que lo trató, no sólo de Ocoa, sino, los que lo conocieron en otros pueblos donde íba como inspector de casas licoreras. 

Hector Bvdo. Velázquez -Rojito-
Era de orden interrumpir mis pinceladas sobre Cacao, pues no podía yo dejar pasar este espacio sin  hablar de Henry Martínez, y lo que representó para él, par mí, y para todos los ocoeños.

Pues bien, Cacao dio mucha agua a beber en Ocoa. Hacía reír al más serio sin ser humorista, en realidad, Cacao no era contador de chistes, su peculiar forma de decir las palabras y de narrar sus vivencias, hacía que todos nos riéramos a carcajadas.


Con Cacao, fue con quien más compartí en mi niñez y en mi adolescencia, más aún, cuando empezamos a entonar nuestras primeras canciones en el baño de mi casa, para ese tiempo, ya Cacao era un famoso cantante de patio. Mucho antes que mi primo Asdróvel Tejeda (Cuco),  quien no pudo descollar por lo malo que canta, pero que su voz es especial para vender aguacates.
Henry Martimez, Osvaldo, Willy Read, y Fernando Isa 

Aprendí a dar mis primeros tonos en la guitarra en la guitarra de Bibí, el padre de Cacao, y cuando creí que ya podía acompañarme una o dos canciones, nos encerrábamos Cacao y yo en el baño de mi casa a ensayar.

 Recuerdo que la primera canción en la que acompañé a Cacao, fue una de Orlando Contreras titulada,  "Soñando contigo"; luego El Bardo, de Lucho Gatica, y por ahí nos fuimos. Yo me aprendí un par de canciones de Camboy Estevez, de Adamo, de Sandro, y una que otra de las que estaban de moda, de otros artistas. Cacao y yo, fuimos un éxito total en las serenatas, mientras yo lo hacía solo  en lasveladas y actos sociales. 
Legendaria bota a la entrada e Ocoa

Tuvimos suerte, nunca nos "jondiaron" tomates ni huevos hueros. La gente conoció la canción "Soñando contigo", más por Cacao que por su autor Orlando Contreras; yo mismo, la conocí por él.

La amistad nuestra siempre fue sólida. Cacao tuvo muchos accidentes en motores, siempre le decía: "Coño, Cacao, pero tú no quieres salir del suelo" (Solo se reía). En dos ocasiones se rompió un brazo y siempre vivía "remendao" de yeso. 

Wilson Guridi,


Recuerdo que una tarde nos sentamos en la Barra de Tilito (Andrés Pimentel, esquina Luperón) a "jarrearnos -como él decía-  un pote de "romo", pero  hacía solo un par de meses que él se había roto un brazo. Una vez se cayó de un motor porque se le atravesó un perro, su reacción fue decir: 

_ Coño, que vaina, que Fillán no quiera servir pa'ná! 
Porque Fillán, era el Encargado de Salud Pública y era el que envenenaba los perros cuando habían demasiado, y Cacao asumió que Fillán era el culpable de que ese perro por  poco lo hace matar.
El parque Libertad, de San José de Ocoa
Continuamos en la Barra de Tilito; Cacao me dijo:
_ Teova (Era el apodo que me había enganchado), este maldito yeso me tiene al coger el monte, los tragos no me saben a ná y tengo que hacer demasiadas "musarañas" y "morisquetas" para "aplomarme" el trago.

_ Pero Cacao, tu sí que eres "atronao", es muy poco tiempo el que tienes con ese yeso, tú tienes que aguantar hasta que el hueso roto quede bien soldado, ya no jodas tanto con eso o te va a quedar torcido.

_ Si se me queda "torcío" hacia arriba, voy de robo, así me   ajusto los tragos sin tener que bajar la cabeza ni un "chin", así me "jondeo" el trago sin problemas, "te' comué? 

Hay que no estar vivo para no reirse de las vainas de este hombre. Esas palabras "Te comué", en su lenguaje, quieren decir: ¿Sabes como es?
A Cacao le gustaría vivir en una casa cuyas paredes
sean como estos dos mamerros de potes de rom.


_ Bueno, si tú sigues jodiendo con ese yeso ya sabes lo que tienes que hacer, "zancajea" alguien que te lo quite, pero te  aseguro que vivirás con ese  brazo "tuñeco" pa'siempre.

_"....porta a mí, Teova. ¿Es que tu no sabes cuando uno ta bien "enculillao" con una vaina"? Y lo peor de to, es esta maldita rasquiña por dentro del Yeso, eso es lo que más me "embojota" (Lease, molesta) la paciencia". 

Cacao siguió diciendo:
_ ¿Tu no sabes el "requengüeque" que tengo que hacer pa'beberme un pendejo trago? Ya le cogí "tirria" a este yeso del carajo.

_ Bueno, si así es como lo ves, allá tú. ¡Vete mañana al hospital a que te lo quiten y ya no joderá más!  -le dije-
_ Y tú crees que yo voy a esperar hasta mañana con esta vaina puesta en este brazo?


En ese momento empezó a sonar una canción de Marco Antonio Muñíz, su cantante favorito, lo miré y le dije:
_  ¡Oye que "sangrero" que ta sonando ahí! Pero se lo dije solo para que no siguiera jodiendo con el tema del maldito yeso.
 Cacao empezó a cantarla......"El vicio, el vicio de quererte me domina......... 

Corí Zucco, tía de Cacao
Ya teníamos como dos horas y pico empinando el codo, y estábamos con el pico bien caliente. Pasó una mujer con la barriga afuera, que se le veía el ombligo clarito y Cacao me dijo:

_ Mira Teova, algunas mujeres no saben lo mal que se ven enseñando la barriga. Mírale el ombligo a esa, parece un dedal de sastre. Si ella supiera lo feo que se ve esa vaina, escondiera esa tetera de carne.

Si no aprieto a tiempo las tijeritas del "fuche", les juro que se me habría salido tamaño un follón . ¡Diablos, jajajajaja! Las cosas de Cacao eran para echar las tripas de la risa. Pero ahí no quedó su crítica-

El Salto de Parra, nuestro charco favorito
_ Pues sí, Teova. Hay mujeres que son más flacas que un "fleje", y tú las ves con un caché como si tuvieran vivas. Se les oyen los huesos cuando rechinan". Ahora te voy a decir algo, esas flacas dan un buen caldo. 

_ ¡Acuéstate con una flaca pa'que veas los "corcorbios" y "bolíos" que tiran cuando están en "su vaina".  -Dijo con una maliciosa sonrisa-
A uno se le quiere salir la "ñeca" del reperpero que le arma esa mujer ¿Te,comu'e? (Esto último, quiere decir, ¿Sabes cómo es?

 _ ¡ Ay, mi madre! Ya cállate Burara porque se me van a salir las tripas. Ese era otro nombre con el que despectivamente, lo llamaba  Hosanna, también, también le decía Morao, no sé por qué. 


Burara, era un tío de Cacao muy bajito de estatura, de los que en Ocoa les decimos, "media Mata"; Burara vivía en El Naranjal. A Cacao también le decían Güibio Lara, un viejo largo y borrachón del Pueblo Arriba.

Cuando eran como las 9 de la noche, "El Morao" (Así le decía despectivamente su tía Hosanna cuando Cacao hacía algo que a ella no le gustaba), volvió con el tema del yeso.

_ Teova, este yeso está lleno de nombres, pon el tuyo también. Le pedí un lapicero al hijo de Tilito, y lo escribí. 


_ Te quedó bien, me dijo, pero no creo que dure mucho ahí, porque a este maldito Yeso no lo salva ni la "Burburaca" ¿...? (Esa, como otras de las tantas palabras rarísimas que he escrito más arriba, las aprendió Cacao de su padre Bibí Santana, quien tenía un repertorio de vocablos raros, del que nadie sabe nunca de dónde las aprendió. 


Me he puesto a investigar, y muchas de esas palabras son corrupciones de palabras del castellano, que en Ocoa, las pronunciaban mal, y así quedaron de generación en generación.
Nelson Santana Zucco, hermano de Cacao

_ Porque este yeso del carajo, bla bla bla.......Siguió con el jodío  tema del yeso, se me fue la sica al juicio y me decidí a graduarme de médico.  Yo no esperé otra tanda de Yeso, me paré de la butaca y salí. En la misma casa donde funcionaba la barra de Tilito, vivía mi entrañable amigo y también compañero de parrandas y correrías, el profesor de Educación Física, William Jiménez (epd).

Entré a la casa y le dije a su esposa Kirsy que me prestara el cuchillo más filoso.
_ Osvaldo, muchacho, ¿Es que vas a matar a alguien? -Me preguntó ella-
_ ¡Chacha!, ¿Y tu eres loca? Es que voy a cortar una "pendejá" ahí en la barra de Tilito, y el cuchillo de ellos está boto..

Cuando volví a la barra, le dije a Cacao:

_ Como tú querías Bugalú, yo te voy a dar Bugalú. ¡Echa pa'ca el brazo, y pon la pajosa mano esa frente a mí, que te voy a a dar el gusto de quitarte el yeso a ver si no me jodes más. Ahí mismo le entré como la conga.
_ !Heeeyyy, Teova, que diablos se te metió en el "tutú"?
_ ¡Ya te dije, echa el pajoso brazo pa'ca! Te voy a quitar ese jodío yeso, así no me joderás mas.


_ Y, ¿desde cuándo tu eres médico?
_ No soy médico, pero voy to' los días a la carnicaría de "Julio Chú", y ahí aprendí a cortar carne, y ya, cállate!
_Como que carne, y quién te dijo que yo quiero que me cortes la carne? Hazta pendejo!


En 15 minutos ya Cacao no tenía yeso, y la parranda siguió su curso; de ahí nos fuimos pa'donde Libina, que era un lugar donde habían muchas mujeres de la "buena vida", donde cerramos la noche con yeso de oro.... ¡ perdón!, quise decir, con broche de oro.

Podría pasarme un mes escribiendo cosas sobre Cacao y no termino, por tanto, en otro momento debo volver con sus vainas ....

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 Luego del cierre de esta publicación, me escribió Franklin (Pipito)  Pimentel, para decirme que, cuando Cacao se fue para Nueva York, todavía no había tantos ocoeños alla. Según las fuentes, parece que  Cacao trabajaba en un negocio de venta de huevos, o en alguna bodega.



Un día, iba Cacao con un cartón lleno de huevos por una acera de la Saint Nicholas Avenue. Ésta, como la mayoría de  las calles de NY, son muy anchas. Del otro lado de la acera, iba otro tipo que, cuando vio a Cacao con los huevos lo reconoció y le voceó: ¡Cacaooooo!




¡Ay, pa'qué fue eso! Al verse sorprendido, Cacao le dio un zumbón al cartón de huevos. Cuando se dio cuenta de que había votado los huevos, se encojonó y dijo: ¡Maldita sea, coño! Estos malditos ocoeños que tanto saludan coño!
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OTRA MAS DE CACAO, VIA PIPITO PIMENTEL
 Siguen llegando anécdotas sobre Cacao, uno de los más pintorescos personajes ocoeños. 

Me cuenta Franklin Pimentel (Pipito) que, un día, le dice Sucre Figuereo (este es otro personaje que tiene mas historias que wikileaks)"
_ Cacao, tengo amores con una muchachita de 15 años (Sucre debe andar por los 67 años y es todo un "viejo verde")


_ ¡Pero, tu estás "desganao" , mándate a hacer una sopita de Pójaro Bobo pa'que se abra el apetito" jajajajajajaja
¡Madre santísima! jajajaja

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 ¡ATENCIÓN, A TODOS LOS OCOEÑOS DISGREGADOS EN EL MUNDO!

Todo el que tenga una anécdota que relacionada con Cacao, que me la envíe para  agregarla a esta publicación.

ocoano@hotmail.com

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