miércoles, 24 de agosto de 2016

CHÁCHARAS: CAMBIO DE BIBLIAS POR ARMAS

Por Henry Osvaldo Tejeda

Escuché a unos evangélicos en una emisora de radio, cuando decían que tenían una campaña para cambiar biblias por armas. Todos vieron bien esa acción y hasta a mi  me pareció algo muy novedoso, pero ese trueque no le asegura a nadie que los atracadores se arrepentirán de sus hechos y se volverán santos, además de dejar de buscárselas en las calles aunque sea con las mismas biblias que recibieron a cambio de sus armas.

Otra cosa es que, los maleantes, decidan hacer ese trueque, y otra es que se vayan a dejar morir de hambre. ¿Seguirán atracando aunque tenga que hacerlo con la misma biblia del trueque?

Por más pendejo que sea un ciudadano, no se va a dejar atracar de un "tiguere" que tenga una Biblia en la mano. ¿Le apuntará con la biblia? Me muero por ver un atraco así.

Luego de escucharlos en la radio, me puse a hurgar en la red a ver si daba con un dato que me arrojara luz sobre la cantidad de sectas evangélicas que tenemos por este batatal con luz y a cuántos ascenderán los "convertidos" que tenemos en el país.

El dato es muy difícil porque hasta donde pude ver, no se ha hecho nunca un censo al respecto, pero sí pude ver, que sólo la secta de nombre Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios, cuenta con alrededor de 200 mil feligreses, y si les sumamos los que siguen otras sectas, solo imagínese el resto.

Ese es un número considerable, pero si no estuvieran plegados a los gobierno de turno detrás de miserias pecuniarias, pudieran formar un gran movimiento evangélico para agenciarse una importante cuota de poder. Pero siguen "En el más allá"; aunque para otras cosas, como las mismas dádivas, se quedan en "el más acá"

Esa es la secta de un famoso pastor romanense, quien tiene un hijo que dejó la profesión que estudió para dedicarse a......bueno, no me atrevo a decirlo pero, ¡qué carajo!, lo voy a decir; la dejó para dedicarse a tres cosas: hablarles a los "convertidos", cobrar el diezmo y pasar la canasta de  las ofrendas; eso le resulta más fácil que bregar con las construcciones, bloks, varillas, etc.

Como hay decenas de sectas evangélicas en el país, es de suponer que aquí debemos tener casi, o más de un millón y medio de evangélicos. Entonces, si esa gente se pone "a una" y deciden ayudar al país a salir de este atolladero en que nos metieron los que ya sabemos, fuéramos de robo en cualquier elección presidencial, aunque hagan todas las trampas conocidas y por conocer.

Con un millón y medio de votos de los "convertidos", más dos millones de votos de los "impíos", no nos ganaría nadie por más cédulas que compren, por más chanchullos que hagan, y por más Robertos Rosarios que pongan en la JCE; estoy hablando de tomar el poder por la vía de las elecciones.

Ahora, si hablamos de tomar el poder por la vía de las armas, y si todos los "convertidos" cambiaran sus biblias por armas de todos los calibres, entonces sí que arreglaríamos este país en un santiamén, saliéramos de una vez y por todas de esa gavilla que tanto daño le ha hecho a este país. 

No sé para qué me masturbo tanto el juicio pensando en eso, pues "el reino" de esos ciudadanos especiales no está en esta en  ¿....?
 "el más acá" sino, en "el más allá".

Pero aún así, creo que  deberían pisar la tierra donde viven, es decir, aquí abajo en el "más pa'cá", animándose a cambiar las biblias por armas, y cuando terminemos de arreglar el país que retomen sus biblias y sus oraciones y sigan pensando en su reino celestial del "más pa´llá".

Mientras tanto, los necesitamos aquí abajo, donde se guaya la yuca, porque ellos están pasando las mismas calamidades que el resto de los dominicanos, pero tienen un Dios que los mantiene conforme. ¡Madre santísima!.

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