lunes, 16 de enero de 2017

ASTER: UNA BASURA DE TELEVISIÓN POR CABLE

Por Henry Osvaldo Tejeda Báez

En estos momentos me acabo de liberar de ASTER. ¡Aleluya!, gracias a mí mismo que recapacité a tiempo para no seguir dejándome robar por esta empresa de servicios de televisión por cable.

Hace casi cuatro días que no veo televisión, no hay hay servicio, no levantan el teléfono para no tener que dar explicaciones por su ineptitud/robo; no descuentan el servicio no dado, en fin, Aster es una mierda.  

Pocos canales interesantes, y los mejores, hay que contratarlos aparte. Cuando les da la gana cambian los canales o los quitan, y si estabas viendo una serie, no la verás más porque al quitar el canal, ahí mismo firmaste con los carmelitas. ¡Carajo, que puto ese Aster!

Ahora mismo vengo de allá, me cobraron el mes de enero completo porque según esos ladrones, cuando se cancela la cuenta hay que pagar el mes completo más el anterior, claro está. No me importa, ya me jarté y me liberé.

Ya contraté el servicio de Claro, englobado en un paquete que me da por lo menos 2 megas de Interne,t que no es mucho, pero me sirve para con más velocidad lo que hacen los corruptos del patio, además de una que otra facilidad con el teléfono y creo que hasta una sopa de camarones me mandarán todos los meses (No me crean esta  último, esa gente solo da problemas). 

Yo tenía Aster porque tienen los canales locales de La Romana, pero mirándolo bien he salido ganando, porque ya no tendré el  miedo de que, mientras apunto con el control remoto, no veré toda esa basura de programas en los que solo se ve gente ahorcada, atracos, gente con el cocote guindando de un hilito por los machetazos que les dieron.

Solo vemos haitianos y dominicanos heridos de muerte, con más sangre regada en la calle, que la que les queda dentro del cuerpo; carajitos sin clase y sin la profesionalidad requerida para estar en un medio como la televisión.

Carajitos hablando sandeces y plumas de burro, como un tal Carty, del que no sé quién le dijo que puede hablar por un micrófono, pues no tiene presencia ni dicción, ni personalidad, y aparte de eso solo abre la boca para despotricar contra personas como el Doctor José Reyes, de quien él se sentiría honrado si José lo deja limpiarle los zapatos, eso sí, para defender corruptos, búsquen a esa rabiza de yuca porque de eso come. 

Ya no tendré el susto de ver a unos tajalanes pontificando y hasta predicando honorabilidad en putos calzoncillos, en fin, la televisión de La Romana es una canoa para puercos, específicamente, ese tipo de programas a los que me he referido. Todos tienen el mismo formato, es decir, le pagan a un camarógrafo para que vaya al hospital para que firme gente baleada, macheteada, y luego que lo pasan por el canal, abren el teléfono para que los sherlock Holmes del patio digan quién es el asesino, y comenten las horrendas imágenes. 

Son tan populistas y morbosos que, cuando alguien sintoniza tarde y les pide que pase tal o cual muerto, se lo repiten con todo el gusto del mundo, porque ese es el fin, repetir las atrocidades. 

En estos medios de La Romana hay de todo; se pueden ver "comunicadores" acabando con gente seria, a quienes luego tratan de extorsionar. Pedigüeños profesionales, vendedores de chismes, políticos entrevistados que dan pena, porque no tienen nada qué o frecer al pueblo, y que solo aparecen entiempos de elecciones. Mejor ni hablar de estos últimos, porque ya uno me bautizó con el mote de "panfletero"

Y no es que yo sintonizara esos programas adrede, sino que, cuando buscaba algo interesante en la televisión, necesariamente tenía que pasar por esos basurales televisivos, y como dominicano al fin, la curiosidad me hacía cosquillas y los vaía algunos minutos. 

Ya me liberé de Aster, ahora voy a  probar con Claro, y si tampoco sirve, tendré que sintonizar el Canal de la Mona fabricándome una antena hecha por mi mismo con tubo PVC y brillo de alambre del que se usa para fregar, y si tengo que ponerle una bacinilla de mear a manera de parábola, se la pongo también, porque Gómez Díaz, con el capital suyo y el de Leonel Fernández, no me va a seguir engañando y robando vía Aster. ¡Pa'que lo sepan!

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