martes, 30 de enero de 2018

CARYL CHESSMAN: EL BANDIDO DE LA LUZ ROJA

https://iliocapozzi.blogspot.com/2018/01/henry-osvaldo-tejeda-tenia-yo-algo-mas.htmlHenry Osvaldo Tejeda
Tenía yo algo mas de diez años, cuando empecé a escuchar una canción en ritmo de corrido, en la vellonera del bar de Julio Custodio situado frente al parque Libertad de San José de Ocoa. La La canción, tenía por protagonista al famoso asesino y escritor Caryl Chessman, preso en la cárcel de san Quintin, en el estado de California).
La temática de la canción, era dirigida a la justicia norteamericana, más bien era una súplica para que lo dejaran en libertad, pues estaba sentenciado morir en la cámara de gas acusado de un sinnúmero de asesinatos y violaciones a mujeres.

A Chessman le llamaban, el bandido de la luz roja, por usar una sirena con luz de ese color propia de la policía norteamericana con la que engañaba a sus víctimas, quienes pensaban que era un carro policial; él se les acercaba, las violaba, y luego las mataba Este hombre, Se hizo famoso por haber evitado durante doce años ser ejecutado en base a apelaciones que retardaban la ejecución, pues él mismo asumió su defensa luego de hacerse abogado en la cárcel y desde allí, publicó dos libros (Best Sellers). Al final, fue llevado a la cámara de gas, y aún pensaba que podría salvarse una vez más, porque tenía en proceso una apelación, pero al ver que ya no se salvaba de la muerte, y ya sentado en la silla inhaló profundamente el gas mortífero.
Se dice que, si no hubiera hecho eso para acelerar su muerte, es posible que se hubiera salvado de nuevo al menos por el momento de ser ejecutado porque mientras se llevaba a cabo la ejecución, se recibió una llamada al penal del juez actuante en el caso, pero para su mala suerte la llamada llegó tarde, ya que, la secretaria que recibió la orden del juez para informar al penal de la interrupción de la ejecución, hasta tanto él conociera de unos elementos contenidos en la última apelación, se equivocó al marcar el número en varias ocasiones, y cuando por fin llamó al número correcto de la prisión, ya el proceso estaba en marcha. Ocho minutos tardó en morir Caryl Chessman. Ahí mismo firmó con los Carmelitas.

Cuando niño, me preguntaba, quién carajo era este hombre que fue sentenciado a la pena capital, hasta el papa intercedió por él; lo mismo hicieron también, grandes personalidades de los Estados Unidos. ¿Interesante, verdad? San Quintín, es hoy la cárcel más violenta y peligrosa de los Estados Unidos.

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