lunes, 27 de agosto de 2012

CHACHARAS DE UN PRESTAMO Y UN PURGANTE


Por Henry Osvaldo Tejeda

Hoy decidí acostarme temprano, tuve urgentemente que tomarme un purgante porque estaba inaguantable, con decirles que hasta la perra de la casa salía "desgaritá" cuando me le acercaba, supongo que por el miedo a morir envenenada al respirar uno de esos gases venenosos, comparados sólo con Chernobil, aquella planta nuclear rusa que colapsó. 


Vi de todo un poco en la televisión, pelota, noticias, Los Simpsons y a Nuria entre otras cosas y luego de unos cuantos amagos de ir al sanitario me dio un sueño tremendo. ¡ajummmm!! Pero, qué sueño es éste santo cielo?

Decidí hacer un préstamo a uno de esos banquitos de poca monta del gobierno. La secretaria me da un formulario, lo lleno y hasta llevé una foto, la cual encasqueté en una esquinita; cuando lo entregué, la señorita me dice:
_  "Ahora, debe usted llenar esta hoja con todos los bienes materiales que usted posee".

No sé porqué más datos, pues ya puse algo en el formulario anterior, pero qué carajo, si hace falta, machete y gillette, pa'lante.

Le dije a la secretaria, que me facilitara dos hojas de papel mas en blanco porque la que me dio no me sería suficiente, a lo que ella accedió con mucho gusto no sin antes murmurar: _Parece que tiene usted mucho que declarar", Le sonreí, pero no le dije nada.


A continuación, mis bienes materiales:

Una cuenta, no, mejor dicho, una deuda con el banco ya mencionado ganando intereses pero no para mi, sino, para el mismo banco porque hace más de dos años que no he pagado un chele y solo les falta cogerme por el cocote y retorcérmelo porque esa gente jode y rejoden con cojones, esos buitres son como ladillas en cuerpo de chulo de cabaret del bajo mundo.

De intereses solamente, ya les pagué más de lo que le cogí, pero como son unas sanguijuelas, no ceden.

Una camioneta del año 1995 de doble cabina y que se esta descascarando al mismo ritmo que el dueño.

Una perra blanca que come como el Diablo, pero que si la cosa se pone mala en la casa, es capaz de adaptarse a comer lo que haya, como por ejemplo: Mamones, Guanábanas, Guayabas y hasta Cáscaras de guineo, y es loca con el maní tostado.

Le ladra a todo lo que se mueve por las noches pero tiene un problemita  y es que, es tan cariñosa, que puede llegar a fraternizar con los  ladrones si éstos le hacen gracia, eso es un serio problema.

Otra cosa buena de mi perra es que, cuando le toco un instrumento ella levanta la cabeza y aúlla como un lobo, pero no es aullando en realidad, sino, cantando. He llegado a la conclusión de que  canta mejor que Toño Rosario y mucho mejor que Omega.

Aparte de los enseres de la casa,  normales en una familia pobre y en cuenca, tengo una computadora que a la sazón cuenta con trece Virus Troyanos, tengo amplificadores, bocinas, tres televisores pero que solo se ve uno y hasta borroso, siempre esta lloviendo en ese artefacto.

Dos neveras en tan buenas condiciones que, casi siempre tengo que comprar hielo en un colmado.
Tres abanicos, pero que hacen tanta bulla que es mas agradable el sonido de un helicóptero con el " mofle mocho"; un inversor que ya aprendió conmigo a "mentarle" la madre a los de la distribuidora de energía EDEESTE.

Por último, vivo en una casa construida por el Central Romana, que en lugar de estar cogiendo plusvalía, esta perdiéndola porque está ubicada en una esquina que desde que el cielo mea, se inunda todo.

Para yo poder salir de la casa, he tenido que agenciarme un cuesco de nevera vieja para cogerlo como yola para poder salir seco de ese tipí (léase casa. Así llamaban los indios americanos a sus chozas).

Mis vecinos están pasando por la misma situación, pero no tienen tampoco cómo salir secos de sus casas por lo que yo tengo que darles "bolas" en mi Catamarán.
Eso es todo lo que tengo, aparte de decenas de cachivaches en el patio con los que vivo tropezando el día entero.

Cuando terminé de escribir todo esto (escribí hasta en los ribetes del papel), le pasé las tres hojas llenas y ella se paró y se dirigió hacia la oficina del gerente. Cuando regresó, venía sonriendo y me dijo:
_Lo felicito, el gerente aprobó su préstamo.
¡Santo cielo, por fin lo logré! ¡Algún día tenia que ser! No la  besé no sé ni cómo, por la gran alegría que me entró.

Bueno, me quedé pensando un minuto y luego le dije:
_ ¿Serían ustedes tan amables de darme ese dinero hoy mismo porque estoy atravesando por una situación calamitosa y necesito ese dinero?

_ Lo sentimos mucho señor, eso lleva un par de días, así es que venga pasado mañana y todo estará listo -Me contestó-
_Bueno, qué  le vamos a hacer? -le dije y me fui, tan contento como si hubiera puesto amores nuevos con cita rápida.

A los dos días, como a las 8:00 a. m. ya yo estaba ahí, como si fuera el "Guachiman" de la institución. Quiero decir que, la noche anterior, creo que sólo me tomé un poco del purgante porque no quería que eso pudiera afectar mi visita a ese banco.

El hecho es que, entré a la oficina y luego de saludar le dije a la secretaria hasta tuteándola: 
_ Oye mi panita, ya están listos mis chelitos?
Ella me dijo:
_ Mire señor, ese dinero debió usted recibirlo el mismo día en que solicitó el préstamo..".
_ ¡Espere, espere! No entiendo ni jota - dije-,  a lo que ella contestó:
_Bueno, es que yo le dije al gerente que usted  tenia una cara de gente que se lo está llevando Belcebú y le dije también de la cara de santo rezando que usted puso cuando le dije que no podíamos darle el dinero ese mismo día, entonces el gerente se condolió de usted y decidió llevarle el dinero a la dirección que usted escribió aquí.

Yo no cabía de júbilo pero estaba de una sola pieza, parado ahí con los ojos salidos del cuesco y con la nariz aventada como una “Bimba”, esas bolsas de cuero que usan los que se disfrazan de Diablos Cojuelos y con la que les caen a “bimbazos a la gente.

_El gerente se lo entregó a su esposa, quien le agradeció sobremanera el gesto del gerente diciéndole, que se lo pondría debajo de la almohada junto a un frasquito que tenia usted ahí, para que lo viera cuando se despertara.

No terminó bien de decir eso y ya yo estaba fuera de la oficina rumbo a mi casa. Mientras caminaba, iba pensando cuales eran los primeros gastos que haría con ese dinero.
_ o primero que haré será, pagar las deuditas que tengo regadas por ahí, incluyendo la miseria que le debo al Banco Purgantar. ¿Purgantar?

Si así mismo, eso viene de purgante, eso es lo que te saca ese maldito banco por una fuckin' tarjeta de crédito. Son tan malos esos malditos, que prefieren gastar en llamadas más de lo que tu le debes, porque el fin es que no dejarte tranquilo hasta sacarte hasta el último centavo.

Esas y otras cosas  iba pensando que iba a realizar con esos chelitos. ¡Ah! también quería comprar un purgante, no sé porqué tenía eso en la cabeza. A cada rato pensaba en purgante, pero ni remotamente sabía el por qué. Llegue a mi casa en "Bola de Humo", abordando a mi esposa desde que le va vi.

_Dónde pusiste el dinero que me trajeron hace dos días las gentes del banco donde hice el préstamo?
  Ella me contestó: 
_ Busca debajo de la almohada, junto con el potecito del purgante" -me contestó- 
_ ¿Purgante? ¡Qué coincidencia, yo también estaba pensando en un purgante! ¡Que raro!

No esperé a oír más, me abalancé hacia mi habitación, levanté la almohada, pero a lo que le eché mano fue a un potecito del purgante. ¡NO HABIA DINERO!! 
_Cooooño, dónde está el dinero? –Empecé a vocear-

En eso me dio un deseo tan grande de ir al sanitario y en un brinco llegué, ¡Plasssss!
Creo que cuando llegué al sanitario, todavía estaba durmiendo. Ese jodío purgante, me revolteó tanto la barriga en la madrugada, que empecé a soñar con ese disparate del préstamo. ¡Diablos, que buen cocote me hice, pero sólo fue un sueño!

Eso fue lo más cerca que estuve de conseguir un préstamo en uno de esos banquitos QKIK (CUQUIKA) del gobierno. 

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