Debo felicitar a los organizadores de la cena navideña, organizada por la Fundación Ocoa en Pie, Inc. que tuvo efecto en el salón principal del Club Naco Inc., en Santo Domingo, por lo bien organizado que estuvo todo. No soy cronista de farándula (líbrame tierra, casi todos son cundangos)
pero, tengo que decir que esa actividad estuvo por todo lo alto. Creo que es a la primera fiesta a la que asisto donde solo voy a saludar (y a ingerir etílico, claro está)
Me pase casi todo el tiempo saludando compueblanos, muchos de los cuales hacía mas de treinta años que no los veía. Es mas, puedo decir que hacía mas de cuarenta años que no veía a ese digno representante de nuestra comunidad como lo es, el Doctor Mignolio Pujols, quien me abrazó efusivamente como si me hubiera visto tan solo el día anterior y, llamándome por mi nombre.
El Dr Mignolio, fue uno de los primeros síndicos del municipio de San José de Ocoa ¡Santísima Trinidad! este hombre, a pesar de los años, tiene mejores ánimos que muchos "Tumba tabique" que que conozco y que privan en jevitos.
Cuanta gente buena, que glamour, cuanto armonía en un conglomerado de personas. Se hicieron merecidos homenajes a profesionales de la medicina, tanto ocoeños, como de otros pueblos que, sin ser nativos de nuestro terruño, brindaron lo mejor de si en pro de la salud de los ocoeños.
La fiesta fue amenizada por la orquesta de Los Hermanos Rosario, que pusieron a todos esos "lurios" (eso es de cariño, no se me incomoden) a tirar mas brincos que los chivos azuanos. Repito, todo quedo de maravillas pero, como todo no puede ser perfecto en esta tierra, faltó algo que no se lo perdono, no solo a los organizadores (me consta que estos, amaban al padre Luis), sino también a los que hicieron uso del micrófono; no se mencionó el nombre del padre Luis Quinn.
Eso no me gustó, y no quiero llegar a pensar que en tan poco tiempo se nos esté olvidando la figura y obra del mejor hombre que ha pisado tierra ocoeña y que lo dio todo en aras del campesino de nuestra comarca. Pero, quiero creer que fue un olvido involuntario, pero un olvido al fin, aunque puedo estar equivocado, a lo mejor lo mencionaron y yo no lo escuché, cosa que ésta que dudo porque, cuando se menciona el nombre del Padre Luis Quinn, un estruendoso aplauso no se hace esperar.
Reitero mis felicitaciones a los organizadores del evento entre los que se encuentran: Nieves Báez, Milcio Mejía y Roberto Santana, entre otros. La maestria de ceremonia fue conducida por el legendario locutor, Estuardo Arias.
