martes, 22 de septiembre de 2020

Vivencias; el folklor político de un batatal con luz llamado República Dominicana

Henry Osvaldo Tejeda
Conversación entre un hombre y su esposa en un hogar pobre 
_ Mujer, hoy vamo a jartarnos una de las cuatro gallinas ponedoras; toy contentísimo, ganamo la´ jeleccione. 
_ ¡Carajo, por fin se te dio! Ya era hora de acabá eta malaria de tanto tiempo; ese sueldito de maestro no da´ pa´ ná. 
_ Así e mi amor; yo sé que voy a tener un alto cargo en el gobierno; recuerda que soy de la dirigencia del partido. 
_ Qué bueno, así podremo pagá to´ lo que debemo. No sé si sabes que le debemos a to´ el que tiene el ombligo pa´ lante. 
_ Si ombe, y lo que ma me preocupa e´ que nunca se le paga completo al colmado, y ´por eso tenemo que cogéle meno cosa fiá. El me pasado no pude pagale la cuenta completa, porque tuve que comprá una muda de ropa usá en la reguera y eso me alocó el mes, pero dentro de tres mese, cuando subámo al gobierno, to´ esa vaina se va a´cabá. ¡Que dió te oiga, cariño! 
Tres meses y medio más tarde, un día llega el hombre a la casa, con una contentura del carajo y le dice a la mujer: 
_ Mi amor, ya toy aquí, no vas a creer el cargo que me han dao en el gobierno. ¡Carajo, ahora si afincamo! Mata las tres gallinas que quedan porque hay que té bien jarto pa´tá en ese cargo. Dijo el ya designado funcionario. 
_ Pero cariño, tú tiene que ta seguro de eso, porque, ¿y si no se te da? Recuerda que, lo que má comemo´ e huevo. Dijo la mujer medio angustiada y renuente a sacrificar las gallinas, una de las principales fuente de comida de la casa. 
_ Pero, ¿cómo si no se me da? ¿Acaso seré yo un jabladó, y mucho meno contigo? ¿Cuándo me he pueto de boca aguá contigo dique a decíte algún embute? Así es que, vete al rejón y siquitrílla pártele el cocote. 
_ Pero cariño, se te olvida otra cosa. 
_ Pero ¿de qué me tás hablando? ¡No le dé tanta vuerta a la vaina y vete a traé esas gallina! 
_ E´que no tenemo caldero para cociná tre gallina junta, ademá, el fogón solo tiene tre piedra. 
_ Coño sí, eso´e verdá. 
El hombre se queda pensando un poco, y al cabo de un minuto se salió de la casa a paso doble, y al rato se apareció con un caldero grande y le dijo a su esposa: 
_ Si tú querías un cardero para tres gallinas, ahí tienes uno. 
_ ¿Dónde lo conseguite tan rápido? 
_ Y en qué otro sitio pude habélo conseguío, que no fuera cogiéndoselo prestao al vecino? Pa´´ eso son lo vecino. 
Tiempo después, tal vez años, ya el hombre y su esposa se habían mudado de la desvencijada que donde vivían; el esposo andaba trajeado de saco y corbata en un vehículo de lujo y con un trulla de guardaespaldas y, aunque canuco, lucía un buen corte pelo. Esto hay que mencionarlo porque, antes, cuando andaba sobre unas chancletas Samurái, el pajón que lucía parecía un nido de judíos. Bueno, el hecho es que el tipo se volvió multimillonario de la noche a la mañana, y ya ni visitaba a los amigos, tal vez no fuera porque no quisiera, sino, por miedo a que se lo comiera algún ciudadano disgustado porque haber sido robado por el gobierno del que este nuevo millonario era uno de los protagonistas. 

Pasaron cuatro años, y el flamante funcionario pica queso, el otrora tumba tabique, coge fiao, andrajoso, mea patio ajeno y pasa hambre, llegó al pueblo que conoció de su anterior miseria, y donde dejó a tantos amigos a los que ya ni conoce, pues, a esa basura pobres realengos y miserables no se le puede estar dando confianza, porque piden demasiado. El tipo anda en una caravana en plena campaña política, buscando de nuevo el voto de esos miserables, a los que hoy les está lanzando funditas con uno que otro producto comestible de las más baratos, a la vez que lanzan consignas de que el gobierno que acaba de cumplir cuatro años en el poder, ha sido el mejor que el pueblo ha tenido desde que echamos a los haitianos en el 1844. Le dicen al pobre pueblito ese del sur que, si le vuelven a dar su voto, no habrá una familia que pase hambre porque el presidente, aunque es medio bizco, nadie ha sido mejor presidente que él y que si le dan su voto para el 2016, el agua llegará a esa zona porque ya tiene contratado con un otro país, la importación de un caudaloso río para que nunca falte agua, y no solo eso también, se importarán cientos de miles de cerdos blancos de ojos azules para refinar la raza nativa, y como si eso fuera poco, se hará un puente que llegue desde ese pueblo del sur, hasta Puerto Rico, para que todo el que quiera ir a conocer ese país, solo tenga que coger una guagua. Todo eso y más, tendrán en este pueblo de beneficio si votan por nosotros, 

En su recorrido, la caravana llegó al vecindario donde antes vivía nuestro héroe de la historia y ¡Oh, sorpresa!, al pasar por la casa del vecino que tan bien conocía el funcionario, se topa con su antiguo vecino, a quien saludó haciéndole la señal de la letra L con los dedos. El antiguo vecino, con cara de no muy buenos amigos y que al parecer, ya estaba esperando a que pasara frente a su casa, sacó un caldero y corriendo hacia el vehículo de su viejo vecino y alzándolo por encima de la cabeza le voceó a todo pulmón delante de todo el mundo: 
¡Mira, maldito hijo de la gran puta! A mí no me hagas esa señal de ladrón, ni me saludes, porque lo único que quiero ti buen chancletero, es que me devuelvas el caldero que te presté cuando eras un azaroso pasa hambre. ¿Es que ya no recuerdas mi caldero? ¡Devuélveme mi caldero maldito delincuente; ladronazo! 
Adiós caravana, ahí mismo se acabó la caravana. 

El aludido, miró para todas partes y cuando se dio cuenta de que hasta unos haitianos que jugaban dados en un solar lo estaban mirando, le dio tres manotazos al techo del vehículo. El chófer entendió el mensaje y metiendo todo el acelerador, salió como honda que lleva el diablo por esas polvorientas calles de ese miserable pueblito, rumbo a la capital con velocidad de ambulancia que lleva un moribundo. Hoy se sabe que, ese ex miserable hombre consiguió de la noche a la mañana, una fortuna de más de tres mil millones de pesos.

lunes, 21 de septiembre de 2020

Embajador dominicano en Italia reconocerá a Ilio Capozzi, héroe de la guerra de abril del 1965

Por Henry Osvaldo Tejeda 

Rafael Tejeda Acevedo, embajador dominicano en Italia, está por realizar un grandioso y enaltecedor acto de justicia, al anunciar un reconocimiento en la sede de la embajada dominicana en Italia, a ese fiero combatiente guerrero italiano que luchó al lado de Caamaño en la revolución de abril, y que murió junto a muchos otros mas, durante el fallido asalto al palacio nacional, en el que también murió el comandante Tomás Fermandez Domínguez; me refiero, al combatiente del temido cuerpo de Hombres Ranas que se integró a la guerra de abril para combatir del lado del pueblo.
En dicho acto, se contará con la presencia del hijo del comandante Capozzi, la alcaldesa de Roma y el Ministro de Defensa, entre otras personalidades del gobierno italiano. La señora Oleka Fernández, hija del coronel Fernández Domínguez, tendrá unas palabras sobre el aquella gesta heroica en la que su padre fue la chispa que encendió la bujía de la revolución, y que murió el mismo día que Ilio Capozzi durante en el asalto al palacio nacional. Rafael Tejeda anunció, que será develada una placa y se nombrará el salón de acto y la biblioteca con el nombre del Comandante Ilio Capozzi.
Esto será algo inolvidable y digno de encomio, ya que, por fin, el comandante Capozzi recibirá el bien ganado y merecido honor del país por el que dio la vida. Este homenaje, nos enmarca entre las naciones agradecidas que no olvidan a sus héroes sean de la nacionalidad que sean. Ilio Capozzi, decidió luchar y dar su vida por una causa justa del pueblo dominicano, y lo hizo a cambio de nada.
Como dominicano, solo me resta darle las gracias a nuestro embajador dominicano en Italia Rafael Tejeda Acevedo, por tan bello y significativo gesto de agradecimiento hacia ese guerrero de mil batallas que en vida se llamó, Ilio Capozzi. ¡Honor a quien honor merece!

jueves, 17 de septiembre de 2020

¡Afine su puntería, Señor presidente!

El gobierno no es un botín”. Palabras que alegraron a los que no tienen problemas económicos y que molestaron a las hambrientas bases del PRM.
No sé si el presidente Abinader sabe, de las reuniones de los peledeístas con sus bocinas; pero yo pregunto; ¿qué pueden hacer esos bandidos que no sea incitar al caos y a la desestabilización del gobierno? Sabemos que los delincuentes no se quedarán tranquilos mientras se sientan amenazados por la espada de la justicia. Cuando estaban en el gobierno y se dieron cuenta de que no tenían de dónde sacar votos para quedarse, se llenaron de pánico. La realidad les dio en la madre y supieron que se estaban jugando su libertad, entonces, o, ganaban, o irían presos, por eso hicieron todos los desmanes habidos y por haber. Danilo puso en manos del Penco medio gobierno para que hiciera la que le diera la gana, mientras él, por el otro lado, encerraba en sus casas a los opositores cogiendo el toque de queda como pretexto para eso, mientras el otro presidente (EL Penco), tenía libertad para movilizar la parte del gobierno que pusieron en sus manos, violando todas las restricciones impuestas por el otro presidente bizco, quien, de manera criminal soltó al pueblo en banda sin importarle si el Corona Virus matara a medio país porque el terror era parte del plan para que el pueblo se atemorizara y le pusiera atención a todo cuanto estaba haciendo el gobierno del Penco para subir en el gusto del pueblo vendiéndose como el protector de los pobres, regalando los recursos que el pueblo necesitaba para sobrevivir a la pandemia. 
Fue un plan criminal de Danilo Medina por el cual debe pagar, y él, es el único responsable de los más de dos mil muertos que tenemos hoy en el país al hora en que esto escribo, pero que seguirán aumentando conforme pase el tiempo y el pueblo siga con su torpeza de no hacer caso a las restricciones del nuevo gobierno. En los tres meses de las labores de transición para el traspaso de mando, Danilo siguió destruyendo el país con mucha más gana, porque al verse perdido, desvalijó las arcas del estado hasta dejar el gobierno quebrado, pero tampoco se conformó con eso, sino que, quemaron decenas de miles de documentos que comprometían a su gobierno, de manera que no se supiera de los grandes desfalcos que se hicieron en su gobierno. Hoy fuera del poder, y aterrados por estar viendo que se les avecina un tsunami de sometimientos judiciales por desfalcos cometidos contra el estado, se están reuniendo para trazar planes desestabilizadores, lo que demuestra que, aún no se dan cuenta de la real situación en la que se encuentran y que por más que traten de salir de ella causando problemas y haciéndolas de gallitos de pelea sin espuelas, lo que están haciendo es meter la pata más honda, al tratar de desafiar al gobierno haciendo ruidos y desacreditando al gobierno para desviar la atención del país a las constantes denuncias de los actuales funcionarios sobre los robos y desfalcos que han ido encontrando en las instituciones del estado. Entonces, si Luis no se da cuenta de que él no es Juan Bosch, quien se dejo tumbar por pendejo, al no querer mochar los cocotes que debió mochar, nadie duda de que le pueda pasar lo mismo, y si sigue dándole largas a la situación de las bases desempleadas del PRM, no tendrá quien lo defienda, viéndose el país expuesto por tercera vez a que en el 2024 podamos caer espueleados por las patas de un gallo del mismo corral del que acabamos de desplumar el 5 de julio.
Ojalá Luis valore y tenga una mejor idea de que, lo que aquí se está jugando es la vida del país. Entonces Sr. presidente, póngase para los que le llevaron al poder; sin discursos tan altisonantes en los que reprocha acremente a todos esos hambrientos perremeistas que solo desean llenar de comida la barriga de su familia, y debe recordar también que, con la misma hambre que reclaman hoy, fue la misma con la que salieron a las calles a buscar los votos para que usted se terciara "La Ñoña". Esperamos que a Usted, no se le olvide que esos pobres de las bases del PRM que hoy le reclaman trabajo son los que estuvieron a su lado desde siempre y que no fue esa oligarquía chupa sangre, fue todo lo contrario, porque esos turpenes hasta que no vieron que el proyecto presidencial suyo les dio en la cara y no tenían ya otra opción, fue que decidieron apoyarlo a usted, aunque no sé cómo lo hicieron. Hasta que no vieron la verdad, estuvieron pegados a la teta que Danilo les tenía en el gobierno. El pueblo apoya su gobierno, yo apoyo también y lo seguiré haciendo, pero señor presidente, ¡afine la puntería!




sábado, 12 de septiembre de 2020

CHÁCHARAS: DOS BORRACHOS EN MISA

Por Henry Osvaldo Tejeda
Domingo por la mañana, empieza la misa en la iglesia en uno de esos pueblitos lejanos donde el diablo echó las tres voces, es un lugar ubicado allá casi en la nada (¿?), digamos que un macondito cualquiera de nuestro país. El pueblito de esta historia, está en lo más profundo del suroeste de mí este conuco con luz al que nos ha cogido con llamarle dizque país. El pueblito, es colindante con la vecina república de Haití. Pues bien, se inicia la misa con uno de esos himnos llevados ya a lo popular interpretados con los ritmos medio "adenvousado"de estos tiempos, entre los que se incluye esa cosa que le llaman reguetón. Pero es lo mejor que ha hecho la iglesia, porque en estos salirle a los feligreses con un canto gregoriano en esa parte del país, es para que le dejen el "pelao" al cura.
Debo decir que, en mi pueblo San José de Ocoa, a la llegada del padre Luis Quinn y mi entrada al coro de la iglesia, del que fui director, eliminamos todos esos cantos "semanasanteros" vacíos que solo le daban sopor a la gente sin llevarles un mensaje de actualidad como pasa ahora cuando el cura es de esos a los que les llaman caco caliente. Pues bien, nosotros cambiamos toda esa música sacra, la lírica, los ritmos y los sonidos. Comienza la misa, y el cura dice:
_ Que el señor esté con ustedes.
Pero antes de que los feligreses respondieran con el consabido, "y con su espíritu", se oyó la voz de uno de dos sujetos que, desde antes de iniciarse la misa se enfrascaron en metido en discusión. Eran dos borrachos que les cogió el día sin terminar la parranda y amanecieron bebiendo recostados de la pared frontal de la iglesia.
La voz, parecía como que le respondía al sacerdote:
_ Sí, yo estoy contigo, pero tú eres un azaroso porque se te olvidó pagarme los veinte pesos que te presté hace ya más de dos meses, y eso es un robo.
Los feligreses se sorprendieron, mientras respondían al cura:
_ "Y con su espíritu".
Los borrachos, en su "dime que yo te digo", fueron rodando y ya estaban en la misma puerta de la iglesia.
El cura inició su sermón, y como era uno de estos sacerdotes tipo Rogelio, empezó a entrarle a dos manos al gobierno diciendo casi a todo pulmón:
"...Y no se puede tolerar que lo poco que un pobre y humilde trabajador se gane con el sudor de su frente, vengan estos satánicos y perversos ladrones a robárselo.
Desde la puerta se oyó la voz de uno de los borrachos:
_ ¡Bien dicho, cojollo! Eso mismo es lo que le estoy diciendo a este hijo´ e puta, por robarme veinte pesos.
El borracho, parece que pensó que el cura lo estaba defendiendo.
El cura solo los miró allá a lo lejos, pero no le hizo caso, y siguió con su discurso de barricada:
_ Porque ya uno no sabe qué carajo es que se cree ese presidente que tenemos, privando en dictador; no es más que un abusador.
Se oyó la voz del mismo borracho:
_ Sí, señor, eso es así. ¿Lo ves? Te he dicho mil veces que eres un abusador y que te agarras de que eres amigo del teniente de la policía para no pagarme, y cuando te cobro, me quieres meter los pelos pa´dentro, y también quieres es caerme a palos.
El cura, volvió y los miró, tampoco le hizo caso y siguió la prédica diciendo:
_ Pero eso no es todo, aparte de robarse el dinero ajeno, ese señor también le echa a sus perros policías a caerle a macanazos cuando la gente protesta ´ por esos robos.
Ahora fue el otro borracho el que voceó:
_ ¡Buen "jabladorazo"! Yo nunca he amenazado a este sucio borrachón cuando me ha estado cobrando, pero si es cierto que a veces me dan ganas de degollarlo, porque usted no se imagina lo que jurunga este tipo por esos veinte trapos de pesos, y hay momentos en que me dan ganas de darle tres palos que en el juicio.
El sacerdote siguió: 
_ La gente no debe dejarse maltratar de nadie, y está escrito que cada cual tiene derecho a defenderse de los abusos:
EL primer borracho dijo:
_ ¿Escuchaste eso, perro? Yo tengo derecho de entrarte a dos manos, porque no debo dejar que una basura como tú me maltrate. Así es que ya lo sabes, cuando te vuelva a cobrar, si solo me amenazas el que se va a joder vas a ser tú.
El cura continuó, como dijimos, es de la marca Rogelio Cruz, cada vez que hablaba de los abusos del gobierno, más se le iban calentando las orejas; así siguió:
_ No sean pendejos, tírense a las calles a reclamar lo suyo, no dejen morir sus hijos de hambre porque a un hijo de mala madre le dé la de robarle sus chelitos.
El borracho que reclamaba los veinte pesos, se encojonó, y le voceó al otro:
_ ¡Ven hijo de tú maldita madre, vámonos pa´ la calle, que voy a tumbá una fila de dientes; te voy a dejar la boca como un embique! Ya me jarté, a mi tu no me vas a robar la comida de mis macacos.
_ Pero tú te estás volviendo loco animalazo, dijo el otro borracho. ¿Te vas a llevar de ese “boca aguá” que te está mandando a pelear conmigo?
El sacerdote, hizo una breve pausa, para terminar el sermón con las palabras siguientes:
Bueno, no quiero que ustedes piensen que los quiero llenar de odio, porque el señor no nos enseñó a odiar, pero tampoco a ser pendejos. Ahora, sin dejar de pensar en lo que les he dicho, pongámonos en paz para tomar la el cuerpo de nuestro señor Jesucristo. Se refería a la hostia, y diciendo esto, miró hacia el rincón donde estaba el coro, el director cogió la seña y miró a los integrantes del mismo y estos empezaron a entonar un canto, esta vez con ritmo de reguetón.
Hasta los borrachos se calmaron cuando oyeron las palabras del cura, y hasta se sorprendieron cuando oyeron la música, dejaron de discutir, se dieron un trago cada uno y empezaron a bailar la música de la iglesia, y sin darse cuenta, ya estaban detrás del último banco bailando el religioso pleito de perros; oh, no, perdón, quise decir el re
ligioso reguetón. 
Luego vino el ofertorio y los feligres
es hicieron una fila para recibir la comunión. Uno de los borrachos que nunca había ido a una misa se acercó a una viejita, y con su voz estropajosa le preguntó para qué era esa fila, y si ellos podían estar también en ella.
La viejita, luego de recibir ese trago de romo amanecido en la cara le dijo:
_Sí señor, ustedes pueden estar en la fila para que vayan a recibir el cuerpo del señor.
Luego de darle las gracias a la viejita, el borracho le dijo al otro:
_ ¡Coño mano! ¨Vámonos de este velorio, aquí parece que se murió alguien y no me gusta bregar con muertos, y mucho menos comérmelos. Ya oíste lo que dijo la señora de que vamos a recibir el cuerpo de un señor; segurito fue que firmó con los Orioles y no saben qué hacer con él y lo quieren repartir entre todos los que estamos aquí para que nos lo comamos 
¿Ta loco?Yo no como gente.
Riéndose, el otro borracho le contestó:
_ No seas burro, es que así es que le dicen a la galletica que el cura le da a la gente para que se la coman, lo sé porque mi mujer viene a misa y me lo cuenta todo, y me dice que esa galletica es solo un allante para hacer creer que se están comiendo a Jesucristo, el tipo ese que mataron; eso pasó hace una trulla de años.
El otro borracho, se convenció, y dijo:
_ Okey, entonces, a vamos a meternos en la fila a ver qué sacamos de esto, ya me siento curioso y quiero comerme unas cuantas de esas galleticas.
El cura fue dando la hostia, y los borrachos seguían cada cosa que iba pasando, pero con más dudas que ganas de seguir adelante, pero siguieron. Notaron que, cuando el cura daba la hostia, los feligreses se iban con la boca cerrada y con la cabeza baja hacia su asiento.
Bueno, llegó el turno del primer borracho; el cura lo miró fijamente por unos diez segundos y al ver que era uno de los dos necios que tanto lo interrumpieron durante el sermón, abrió los ojazos de tal forma que parecían dos bolas negritas de billar, a la vez que se le dibujaba una sonrisa en los bembes, una muestra fehaciente de que se le encendió el bombillito de la venganza. Luego de este brevísimo momento, este le dijo al borracho:
_ Hermano, tenga usted la amabilidad de esperar un momentito; vengo en un minuto.
Dicho esto, dio la vuelta y enfiló rumbo a la sacristía, el cuarto de la iglesia donde se guardan los tereques de los curas: el vino, las sotanas, las copas, las hostias y demás útiles eclesiales, además de los instrumentos musicales. Ese lugar, es usado por los curas maricones para dar rienda suelta a su depravada pedofilia.
Bueno, eso no viene al caso, pero quise traerlo por la greñas. El hecho es que el cura, sacó de una gaveta una goma de borrar tan redonda y del mismo tamaño de una hostia, regresando luego donde ya solo quedaban en espera de la "comunión" nuestros dos beodos héroes de la historia.
Acto seguido, le dijo al borracho que abriera la boca, y le introdujo la goma de borrar casi hasta el galillo. El borracho tosió y la hostia salió disparada como un misil, se ruborizó mientras el cura sonreía, mientras le daba otra hostia, esta vez no tan profunda en la boca, y tal como había observado, el borracho se marchó con la cabeza baja y la boca cerrada. El cura le dio al otro borracho una hostia real y la misa siguió.
Cuando el borracho que tenía la goma en la boca llegó a su banco, le preguntó al otro, qué era lo que debía de hacer con esa cosa rara que tenía en su boca. El otro le contestó:
_ Animal del monte, solo tienes que comértela; ya yo me comí la mía y aunque estaba muy baja de sal, me la tragué así porque es muy suavecita. Si se la dieran a uno aunque sea una docena de esas galleticas acompañadas de una tajá de aguacate moráo, tendría mejor sabor. Pero no te quejes tanto; solo cómetela!
_ Pero es que esta galletica "ta del diablo", porque no logro tragarme esta cosa. Dime de una vez qué es lo que tengo en la boca.
El compañero le respondió con una pregunta:
_ ¿Acaso se te olvidó que la viejita nos dijo que recibiríamos el cuerpo del señor?
_ Claro que lo recuerdo, y es por eso que te estoy preguntando, porque a mi parece que me dieron de la parte de los gandumbas  del señor, porque esta vaina está demasiado latigosa.