Por Henry Osvaldo Tejeda
Señores, miren lo que pasa cuando alguien llega a un cargo público
y su imagen queda intachable por el buen manejo que dio a los recursos que el pueblo puso en sus manos para que los
administre y los use donde verdaderamente se necesitan, sin ponerle la mano a un centavo de esos para su provecho propio.
El Doctor Reyes, tirando pasitos y muy bien acompañado por cierto. |
Que no tiene un vehículo propio, anda en el de una sobrina y que sigue viviendo en la misma humilde casita de siempre.
Véan a Jose Reyes tirando el son, ese es el mismo hombre al que este pueblo le dio la espalda por ser un pueblo de mayoría ignorante, que se dejó embaucar pendejamente en las elecciones municipales del 2010 y que hoy está pagando su su metedura de pata.
No es paradoja que el Dr José Reyes viva en la misma humilde hogar de siempre, es que no le puso las manos a lo ajeno.
Este hombre no tiene una abultada cuenta bancaria, la justicia no lo anda buscando, no tiene acreedores, paga hasta el mínimo peso de sus impuestos y las personas que más lo buscan, son esos viejitos desvalidos a los que siempre ayudó pagándoles sus recetas médicas, entre otras ayuditas.
Este hombre no tiene una abultada cuenta bancaria, la justicia no lo anda buscando, no tiene acreedores, paga hasta el mínimo peso de sus impuestos y las personas que más lo buscan, son esos viejitos desvalidos a los que siempre ayudó pagándoles sus recetas médicas, entre otras ayuditas.
Las personas que lo buscan son, los amigos sinceros
que no quieren de él mas que su amistad y los que van a su consultorio en busca
de salud, y a las cuales no les cobra un centavo.
Por lo antes dicho y por tantas otras que no he dicho, es que el
Doctor José Reyes es hoy admirado hasta por sus contrarios políticos y adorado por sus amigos.
Muy pronto, este elustre, pero honrado romanense tendrá que asumir la responsabilidad que le tiene asignada un pueblo que se reconoce que se equivocó, y que conste, que él no anda buscando postularse para ningún cargo público, pero una cosa es lo que dice el burro y otra el que lo apareja. La Romana, ese mismo pueblo que se equivocó, es el dueño del aparejo y piensa otra cosa.
Muy pronto, este elustre, pero honrado romanense tendrá que asumir la responsabilidad que le tiene asignada un pueblo que se reconoce que se equivocó, y que conste, que él no anda buscando postularse para ningún cargo público, pero una cosa es lo que dice el burro y otra el que lo apareja. La Romana, ese mismo pueblo que se equivocó, es el dueño del aparejo y piensa otra cosa.
No puede el Dr Reyes por más que quiera, evadir la responsabilidad
que le espera porque es una obligación moral además de un reto personal enderezar tantos entuertos en esta ciudad, el pueblo sabe que se equivocó y sabrá resarcir el daño
sentimental que le causó al Dr Reyes, al dejarse engañar tan pendejamente por falsos profetas.
Este "comentario/valoración", lo voy a publicar de nuevo a finales del 2015, pero si para ese año ya habría yo "firmado" con los Orioles, Elpidio Tolentino queda encargado de publicarlo en su blog. Todo por La Romana.
Este "comentario/valoración", lo voy a publicar de nuevo a finales del 2015, pero si para ese año ya habría yo "firmado" con los Orioles, Elpidio Tolentino queda encargado de publicarlo en su blog. Todo por La Romana.