martes, 30 de abril de 2019

Macondo

Por Asdrovel Tejeda.- 

Cuando tenía trece años comencé a leer un libro que al principio, ni lo entendía ni me gustaba mucho, pasaría algún tiempo y algunos intentos para “cogerle el paso” de ahí, llegó a gustarme tanto que lo he vuelto a leer tres veces por eso no tengo duda alguna que Gabriel García nunca imaginó, ni por asomo, que Macondo existía realmente con todo y los Buendía.! 

Tan asombrosamente parecido que los miembros de los Buendía (?) quieren dirigir todas las posiciones públicas con Alcaldes, aspirantes a Alcaldes a Senadores y tienen hasta su Coronel.! Pero no piensen ustedes que sus relacionados hacen pececillos de oro NOO, secuestran ríos y destruyen montañas, eso si, con retro excavadoras y bajo la mirada indiferente de muchos opinadores variopintos que saltan al primer asunto y que ahora permanecen dormidos con la lengua metida en sus urnas canòpicas esperando, como siempre a los gitanos para que le indiquen los estamentos de la modernidad.

Todos parecen temerles, no solo en Macondo, en los encumbrados pasillos donde camina el poder. Por eso, soberbios, no permiten fiscalización de los organismos competentes, al punto que Secuestran un río y nadie dijo nada, nadie hace nada un pueblo camino a morirse de sed y ahora, desbaratan la falda completa de una montaña, como quien desbarata el ruedo de un pantalón y aquí no ha pasado nada. Dejaran un pueblo fantasma del que alguna vez se acordarán sentados en sus lujosas villas frente al mar o en algún lugar de Miami, New York o Paris, pare usted de contar. Ahí, con algún dejo de nostalgia, abriendo una botella de Dom Pérignon Rose Gold celebrarán la suerte del silencio del Macondo a quien esperan cien años de la soledad de la vergüenza.

Los científicos del mundo entero hablan y replican con asiduidad el peligro que enfrenta el mundo sobre la escasez  de agua, del peligro de la extinción de los bosques, la necesidad imperiosa de protegerlos. Hablan y se preguntan con congoja de: “ que le dejaremos a nuestros hijos ”. Es más, acaba de salir un reporte científico que aduce que el mundo entrará en una fase de destrucción si en los próximos tres años no tomamos conciencia y paramos la explotación de nuestros bosques…. Entonces vienen los Buendias y destruyen un bosques sin nada ningún tipo de consecuencia, están por encima del bien y del mal.

Pero pienso, estarán ellos creyendo que podrán disfrutar del crimen contra la humanidad que cometen bajo la mirada impasible de un pueblo camino de convertirse en un erial; entonces recuerdo el cuento del lorito que cuando el barco se hundía, voló al mástil pensando que ahí estaría a salvo, cantando en voz en cuello: “ se fuñeron, olé ola olé, se fuñeron ” pero cuando vio el agua subir hasta su refugio, tragando agua se le oyó decir casi ahogado…Nos fuñimos.
¡ Ocoeños defendamos la vida, defendamos el futuro, preservemos nuestro pueblo no permanezcamos impasibles ! Denunciemos, movilicemos, gritemos y como dice el poema- ¡ Que ruede por el suelo aún mujiendo la cabeza !

jueves, 25 de abril de 2019

Chácharas- La ignorancia y la bruta sapiencia

https://iliocapozzi.blogspot.com/2019/04/chacharas-la-ignorancia-y-la-bruta.html
Por, Henry Osvaldo Tejeda
La ignorancia
La madre a la hija:
_ Jenny, tómate las tres pastillas que te recetaron, recuerda que tienes serias dolencias de salud y si no te las tomas, vas a tener un gran problema; ya te lo dijo el doctor.
_ Mamá, ya estoy jarta de tomar tantas pastillas juntas, deje que me tome una ahora, y las otras dos en la boche.
_ Se equivocó usted, jovencita, el médico dijo que te las tomaras todas juntas tan pronto terminaras de almorzar.
_Está bien Mami, como tú digas, pero antes, quiero que me expliques algo:
_ Dime, ¿Cómo sabe cada pastilla de esas para el sitio donde tiene que ir a curar?
_ La madre, que era una de estas mujeres que creen saberlo todo, le dijo:
_ Mi niña, el cuerpo humano está hecho para que cada pastilla sepa hacia dónde debe ir.
_ Eso es lo que no entiendo, Mami, me dejaste igualita, explícamelo mejor!
_ Mira, yo sé mucho de otras cosas pero casi nada de medicina, pero puedo decirte que, el cuerpo humano, tiene muchos caminos y recovecos. Por ejemplo, cuando te tomas una pastilla para un dolor digamos que en la espalda, la pastilla se va por un camino que llega hasta ahí, o que pasa por ahí, y de paso, te calma el dolor. Es como cuando una guagua toma una ruta, que, cada vez que llega a una parada, se apean algunos pasajeros; así mismo sucede con las pastillas, cuando llegan al lugar del dolor, ahí mismo se quedan a combatirlo. Es más o menos así.

 _ Pero Mami, y si al mismo tiempo de tomarme una pastilla para las rodillas, me tomo otra para un dolor de muela, ¿cómo es que se hacen esas pastillas para saber pa´dónde van?
_ Mira mi´ja, es que los que fabrican las pastillas, hacen las cosas muy bien calculadas, pues le ponen la ruta que debe llevar, es decir, le dan las coordenadas, y desde que llegan a la boca ya ellas saben la dirección del dolor.

La madre ni se creía lo que estaba hablando, pero sí sabía la enredadera que había formado, tanto en la cabeza de su hija como en la de ella, y pensó:
"Ojalá esta muchacha del carajo no siga preguntando, porque ya ni sé qué le voy a decir.
Pero la niña, no se dio por satisfecha con esa rara explicación, por lo que le dijo a su madre:
_ No, Mami, si fuera así como tú dices, la pastilla para el dolor de muelas se quedara ahí mismo en la boca desde que uno se la toma, y tu sabes que primero ella llega a la barriga y lo más lógico es que, cuando ya esté en el estómago, es que ella empiece a buscar el dolor. Dime si eso puede ser así, le dijo la hija, pensando que le había dado un "nocao" a la madre, quien estaba ya en jaque pues se quedó muda ante la estúpida explicación de su hija, pero tampoco estaba preparada para responder ni para seguir con el tema, por eso es que, para dar por terminada la engorrosa conversación, le dijo a la hija:

_ Mira, mira mi hija querida, estamos viviendo en unos tiempos tan avanzados que, ya en los laboratorios les poner a cada medicamente un GPS, para que no se pierdan cuando entran al cuerpo humano.
Lo único que se le ocurrió a la niña, fue mirarla fijamente por largos segundos.
La madre al ver que la hija la miraba así, le preguntó:
_ ¿Qué?
La hija contestó:
_ ¡Nada, mami, nada! ¡Te la comiste ahí! 

miércoles, 3 de abril de 2019

Chácharas: La distancia más corta entre dos puntos es la recta que... ¡A la mierda las matemáticas!

Henry Osvaldo Tejeda Báez
Yo no salgo de una, pues me están pasando las cosas más pendejas desde que privo en ser hombre meticuloso y calculador. Ayer, cuando me vestía, se me cayó el pantalón de las manos mientras le ponía la correa antes de ponérmelo; lo hago así, porque no me gusta estar doblándome para ensartar la correa dentro de los tirillos de la pretina no vaya a ser que al doblarme, pueda yo a coger uno de esos vientos que te privan y hasta te dejan sin habla, y que solo te alivias cuando voceas una mala palabra muy común en el dominicano; si puedo evitar doblarme hacia abajo, lo hago; lo digo por experiencia.

El hecho es que, levanté el pantalón, y antes de ponérmelo lo sacudí por si acaso había cogido un poco de polvo; al sacudirlo, la hebilla de la correa se me pegó "por ahí abajo" entre las entrepiernas, por lo que quedé privado, sin habla y haciendo todas las muecas que hace un burro cuando come naranja agria. Como es natural en estos casos, cuando recobré el habla, tuve que decir lo que por naturaleza y en momentos así, nos sale a los dominicanos sin importar si somos decentes o no: ¡¡Coooñoo, maldita hebilla del diablo! Es que la decencia ni las buenas costumbres tienen fuerza para un desahogo de esa naturaleza y otros peores, como un tropezón con uno de los dedos gordos de los pies; una buena "peste", alivia.


Desde ese momento, y dado a que me puede ya pasar cualquier cosa, me propuse tener más cuidado, por eso es que cuando voy caminando por la calle o por cualquier parte voy mirando el suelo, no vaya a ser que una cáscara de guineo me haga resbalar y caerme, pero en realidad, el miedo mío no es solo caerme, sino que, al estar de tan mala suerte en estos días, puede que si me caigo de espaldas me pueda romper "lo de alante", y ahí si es verdad que la puerca retuerce el rabo.

Estoy evitando 
hasta caminar mucho, por eso, hace días traté de tomar un atajo en una esquina donde hay un solar baldío, es decir, no irme por la esquina y luego doblar hacia abajo haciendo un Angulo de 180 grados, preferí llevarme del concepto matemático aquel de que: "La distancia más corta entre dos puntos, es la recta que los une". por eso decidí acortar el camino yéndome por el centro  del solar hacia el otro punto para luego continuar mi camino calle abajo, pero a veces, uno no debe estar llevándose de todo lo que lee, pero si decide hacerlo, debe estudiar el terreno para no tener que topetarse con problemas imprevistos.

Como era casi de noche, cuando estaba cruzando por el medio del solar, resbalé con algo, y ¡vaya usted a saber!, pisé una plasta de ñeca humana y aunque la ñeca estaba en los zapatos, sentí que la misma se me había subido al juicio, entonces me encojoné y dije todas las maldiciones que me he aprendido a lo largo de más de sesenta años. Debo haber pasado cinco minutos diciendo malas palabras, y puedo decirles que son muchas. 

Chácharas: La distancia más corta entre dos puntos es la recta que... ¡A la mierda las matemáticas! Henry Osvaldo Tejeda Báez
#1, ruta que debí tomar; #2, ruta que tomé y #3, la  plasta de mierda del embarre.
Jamás vuelvo a pensar en matemáticas, a menos que no sea para calcular lo que alguien me debe, o lo que voy a coger prestado, pues acabo de asquerosearme la existencia por estar privando en Pitágoras. A la mierda las teorías matemáticas, y el que inventó el cálculo de distancia, tiempo y todas esas vainas nunca se cagó los pies mientras pensaba en su casa rascándose la bolas. Por mi parte, yo seguiré usando lo que me aconseja el viejo refrán que dice: "nunca dejes camino real por vereda" (Debo ponerle a ese refrán este anexo: "maldito estúpido", para que me quede mejor por estar de haragán. 
De todas formas, mi caso hace que, necesariamente, el refrán tenga una variación urgente en el concepto matemático, ahora se debe decir: "la distancia más corta entre dos puntos, es la plasta de mierda que los une"