Chácharas de un político y las balas del comisario Ricochet Rabbit.
Henry Osvaldo Tejeda.
Estas son unas de las chácharas más locas que se me han ocurrido escribir en los tantos años que tengo escribiendo estas pendejadas, con las cuales, solo trato de sacarles a mis lectores aunque sea una peladita de dientes, o sea, una risita que los ayude a soportar este cuesco y fatídico tren de vida que vivimos los dominicanos con todas las vainas que pasan aquí. Estas chácharas de hoy, están inspiradas en lo que vengo escuchando de unas personas que están hoy inmersas en una loca electoral y a ciertas mujeres que adornan nuestro entorno; bueno, ya sabrán a qué me refiero.
Ustedes podrán reírse, pero a mí no me suena gracioso reírme, porque para mí y para el resto del pueblo que sabe lo que pudiera pasar en unos cuantos meses, específicamente, en mayo del 2020 por ser algo tan preocupante. Se lo aseguro, hay motivos de sobra para estar más que preocupados por lo feo que se ve venir el panorama político de este conuco con gente y con poca luz al que, por lo parejeros y agentaos que somos, seguimos llamándole país a esta vaina, cuando a lo más que llegamos a ser, no es más que a "un conglomerado de gente rara y pendeja entre las que conviven con nosotros millones de extranjeros ilegales y que de estos, los haitianos son casi "el toíto por ciento, más carta y Pi que son cuatro y diecisiete viraos son veintiuno", y eso que, no estoy tomando en cuenta las haitianas que solo vienen a parir.
Aquí hay extranjeros de todos los rincones del planeta, en especial, de países tan corruptos como el nuestro, y vienen pensando en que nada les pasará en caso de delinquir, porque esa es la fama mundial que tiene este país gracias al grupo de mañosos que llegó al poder a desmoralizar la sociedad. Por eso, acá llega lo más graneado de la mafia internacional , visto como un refugio de la perversidad, de la delincuencia, de los sobornos, del chantaje y del "na´e na, y tó´e tó"
Este no es ningún trabajo de investigación política y mucho menos, del comportamiento humano. ¿Quién ha visto a un bruto como quien esto escribe realizando trabajos dizque de inteligencia? ¿Inteligencia? ¡No relajes ombe! A lo más que yo llego en una de esas oficinas de inteligencia es a ser gerente de cocina, con el solo trabao de colarle el café al personal de la misma. Me pueden llamar bruto y hasta tarado del juicio, pero sepan que yo no califico para tildarme dizque de Penco; no señor, eso no! Aunque es cierto que vivo sorprendido porque yo no me explico, cómo es que siendo yo tan animal no haya sido un reputado diputado. Bueno, pero luego pienso y me conformo al pensar que, si no lo he sido, es porque me falta algún elemento que se exige en el cargo, y que yo no lo tengo. No sé, aunque creo que pudiera ser lo que me enseñaron en mi casa materna desde niño, es decir, a no robarme lo ajeno. Sí, eso es, ¡carajo!, no se cómo pude pensar que se puede llegar a ser un diputado en este país si usted no tiene la intención de meterse a mañoso. No todos lo hacen enseguida, pues duran un cierto tiempo sin caer en las tentaciones pero a la postre, caen. no es todo el mundo que soporta ver la facilidad con la que se puede ser millonario en la cámara de diputados, y pensar en salir pobre del cargo. El dinero fácil vuelve loco a la gente, claro está, no a mí. Es posible que, alguno de esos diputados, luego de haber hecho su agosto tantas veces trate de inducir a su pensar una especie de Mea Culpa y se diga para sus adentros: "¡Diablos!, y yo siempre decía que no haría lo mal hecho y mírame ahora multimillonario y con la conciencia sucia; yo siempre fui honrado, no sé qué me ha pasado, seguro que fue el cargo este que puso así"
¡Mentira del Diablo! Usted nunca fue honrado ni serio, usted nació asqueroso y más gato que uno de cuatro patas, pero no había tenido el chance de sacar toda la inmoralidad que lleva desde que nació; no le eche la culpa al cargo, porque este, lo único que ha hecho, ha sido ayudarle a sacar todos los demonios que usted creyó que no tenía. ¡No venga Ud. ahora haciéndose el pendejo para tratar de justificarse, corrupto de la mierda!
Es mucha la gente que vive en la República Dominicana que es perseguida en sus propios países, los hay de todas las pintas y raleas. Los hay de esos a los que "se les moja la canoa", que les encanta que les respiren en la nuca; hay miles de delincuentes, narcos y hasta empresas mafiosas tipo Odebrecht, ¿y por qué no?, también llegan mujeres en busca del sueño dominicano. ¡Pero, y qué carajos estoy diciendo? ¿Dije sueño dominicano? Mañana mismo hago una cita con un loquero, porque hablar del sueño dominicano como si fuera el sueño americano de gringolandia, es una vaina de loco; sí señor, mañana, al rayar el día me voy derechito para donde el loquero.
AHORA, UN PARENTE, COMO DICE LA GENTESIS.
Aquí tenemos un tipo de mujer a la que, de acuerdo a su accionar en las calles, aquí les llamamos grillos y hasta avionetas pues están dotadas de un macizo fuselaje trasero, capaz de acomodar muy bien su tren de aterrizaje a las peores de las pistas; un callejón a oscuras, un zaguán, cualquier solar baldío sin siquiera importarles las piedras ni las espinas de guasábara, los vidrios rotos tampoco la ñeca dejada en esos lugares, por haitianos que ya tienen ese lugar como letrina para descargar sus apuros estomacales. Sí, esos son sus campos de aterrizajes ya que, sus pasajeros, son por lo regular gente de clase baja. Pero aquí no solo hay "grillos" y "avionetas", también aparecen cundangos de doble vía. No voy a explicar ni a dar detalles sobre eso de la doble vía porque ya dije algo más arriba de la respiración sobre la nuca.
Cuando el tipo de mujeres son de esas que aterrizan en hoteles de lujo, que se dan la buena vida a costa de funcionarios cuernuses, que les gusta tener una "segunda base" o que simplemente, se les ha caído la miseria humana que trajeron de fábrica entre las piernas, entonces, a estas mujeres, por ser de vuelo aquí alto se les llama "Chapiadoras" que vienen siendo las "queridas", como siempre se les llamó a estas mujeres desde tiempos inmemorables. La mayoría de esas mujeres suelen vivir en apartamentos de lujo pagados por nosotros los pendejos del pueblo, a través de esos funcionarios. Esas son las chapiadoras, y la verdad debe ser dicha, chapean de verdad, porque cambian su estatus de vida al punto de que, aún siendo de tan bajo vuelo, parecen señoras de alta alcurnia. Con lo que las chapiadoras devengan en sus "venidas" y en las "idas" del chapeado, hacen que también sus familiares suban de estatus social, porque las sacan de las jurunelas en las que siempre han vivido, vivir para llevarlas a sus apartamentos en residenciales de lujo.
Las mujeres que vienen de otros países, regularmente las venezolanas, se inician primero con un perfil más o menos bajo, pero eso no quiere decir que no tengas las condiciones para ser hasta del gabinete presidencial del país. Ellas saben muy bien lo que quieren, y en los centros nocturnos donde laboran "y trabajan", ellas cotizan bien la carne, y hay que reconocerles que lucen muy bien, cuidan muy bien su figura, me dicen que son muy limpias y sobre todo, muy hermosas. Estas, cuando llegan al país, regularmente trabajan en centros nocturnos donde se hace de todo.
Estas mujeres, especialmente las venezolanas, tienen todas las condiciones para competir "dignamente" de tú a tú, y cuidado si con más condiciones que las mejores chapiadoras de este país.
No he escuchado decir de ninguna venezolana, que sea un grillo o, una avioneta, aunque en las calles de La Romana, he visto una que otra andando en la cola de un motor, pero eso no quiere decir que sea esto o aquello, pues el motorista, puede ser un motoconchista del transporte público.
AHORA RETOMO EL TEMA CENTRAL
Hay gente en este país que, si le dan un tiro en la cabeza que es mortal por necesidad, el tipo se queda igualito y no se muere porque la bala, al no encontrar sesos, qué afectar, sale del otro lado de la cabeza sin causarle daño. Me refiero a una bala común. Ese es el tipo de persona a la que no las mata ni una bala de las que disparaba Ricochet Rabbit, ese famoso comisario de los cartones animados de la televisión que fue tan popular hace unos años. Una bala de Ricochet, cuando llegaba al sujeto, este podía salir huyendo y esconderse dentro de una casa, pero la inteligente bala lo seguía y le tocaba la puerta; el tipo, pensando que era una persona amiga abría la puerta y ahí mismo la bala le explotaba en el juicio.
En el caso del sujeto al que me refiero, es un dominicano que se ha hecho famoso por tener no se sabe qué en el cerebro, pero tampoco creo que una bala de Ricochet Rabbit lo pueda matar por más inteligente que esta sea, porque podría ser engañada por el tipo, porque lo que este tiene como sesos, es una vaina de maní, una ciruela pasa, un garbanzo, un bolón de azúcar, tal vez una bolita de piña o una gomita, de los dulcitos navideños.
Estas chácharas de hoy, puede caerle como anillo al dedo a un personaje dizque jocoso que, siendo con fundador de un partido político, se las pasa chulimameando y abrazándose con su enemigo político. Le cabe también a otras personas que, desde un tribunal electoral, sabiendo el daño que pueden causarle al país y a ellos mismos toman decisiones que tarde o temprano los llevarán a la cárcel pero a quien mejor le caben, es a un señor al que sus mismos compañeros de partido le han puesto el mote de Penco, un gran error de esos apodadores porque la palabra que le cabe a ese tipo, es tubérculo con ropa. Los políticos pencos, están preparados para las balas del comisario Ricochet Rabbit, porque al no tener nada en el cerebro, son inmunes a los daños. Si el Penco dominicano no ha renunciado a su candidatura presidencial, es porque no le hace daño para nada, los misiles que diariamente le son lanzados de todos los ángulos del país, pero creo que en mayo del 2020, esos misiles ya sabrán la forma de darle en la madre.
