lunes, 23 de marzo de 2020

CHÁCHARAS; EL DÍA DEL ORGULLO CUNDANGO

Por Henry Osvaldo Tejeda
Ya he oído por ahí que, todos los sindicatos y asociaciones de pájaros del país, solo acatarán prohibiciones y  restricciones del gobierno por el problema del  Corona Virus, hasta el día 28 de junio; ni un día más, ya que, esa es la fecha en que ellos celebran El Día del Orgullo Gay", que es cuando todos los pájaros chogüises y Cacatúas culecas alzan sus vuelos, saliendo de sus rejones a caravanear calle arriba y calle abajo, "partiéndose" y estillándose delante de to´el que tiene la panza pa´lante. El Ministerio de Asuntos de Rejones y Pajarracos, ya tiene elaborado el itinerario de vuelo para tan grandioso y vistoso  evento, y para aquellas aves que no puedan asistir a las festividades, estas, serán transmitidas en vivo por las redes sociales por "The Union of Incorporated Birds" (Léanse,  Sindicato de Pájaros Incorporados),  para que ningún chogüí y ninguna cacatúa se pierda de las incidencias del evento. Luego de pasear todo el día en caravana por las principales avenidas de la capital, la gran parvada de avechuchos, tiene ya organizado un baile para culminar su gran día de celebraciones.
 Para ese baile final, la directiva de la parvada nacional de  pájaros

envió una invitación especial al palacio nacional, y desde que esta fue recibida, se escogieron a veinte personas para que representaran al gobierno. Los designados, fueron los señores: bueno...., yo no  sé
leer muy bien, pero me doy cuenta donde dice "peligro", por tanto, sería una indiscreción de mi parte decir nombres de personas que aún no han jurado públicamente por la bandera cundanga, aunque ya muchos de ellos  "ejercen" el oficio "A lo callaíto la boca".
Cuando en el Rejón Nacional de Campaña de los pájaros, se recibió la confirmación del gobierno, y supieron que asistiría una gran  delegación de veinte personas a la fiesta, el pájaro jefe de la organización no pudo disimular  su sorpresa, y dijo en voz alta: ¡Suuuu manífica ni mameo!!! Yo no sabía que en el gobierno teníamos tantos compañeros de oficio". Desde el fondo del salón, se oyo una voz que dijo: ¡Y eso no´e na!  

Empresa Central Romana aplica medidas preventivas contra coronavirus

Por Franklin Cordero
LA ROMANA, República Dominicana.-Central Romana Corporation, empresa que aporta alrededor de 25 mil empleos, adoptó medidas dentro de la cuarentena de 15 días decretada en el país por el Gobierno, para frenar el avance del coronavirus.
El emporio agroindustrial dispuso la utiliza dispositivos termográficos para monitoriar la temperatura corporal en las entradas de la zona industrial, al inicio de cada turno.

Además, se suspendieron las visitas que no tengan carácter de rigurosidad en los diferentes departamentos. También, la empresa productora de azúcar redujo la mensajería y valija interna, dando preferencia a la tecnología como el correo electrónico, llamadas telefónicas y mensajes de texto a través de aplicaciones como WhatsApp.

En una circular, Central Romana recordó las recomendaciones higiénicas del Ministerio de Salud Pública. Entre esos consejos figuran limpiar tres veces al día los manubrios o cerraduras de las puertas de las oficinas, lavado frecuente de las manos y mantener el trabajo a distancia mientras sea posible. De igual modo, evitar reuniones y estar entre grupos de más de 10 personas.

viernes, 20 de marzo de 2020

CHACHARAS DE APAGONES, MOSQUITOS Y RAJIEROS

Por Henry Osvalto Tejeda Báez
Una ola de mosquitos se ha combinado con el fastidio del Corona Virus para hacernos la vida imposible, especialmente en horas de la noche que es cuando esos zuncudos se alínean en cuadrillas como si fueran aviones caza P-52, para atacarme en trullas y en picada. A esos perversos animalitos, no les importa  que tu los esperes con las manos abiertas para "aplaudirlos", porque bajan más rápido que aquellos pilotos japoneses suicidas llamados Kamikazes cuando se estrellaban contra los barcos norteamericanos durante la segunda guerra mundial. ¡Es el colmo". Estos perros mosquitos no fallan, no sé cómo es que estos Fuckin´ animalitos" pueden ver desde tan alto, la porosidad de la piel humana  para  zambullir su estilete de manera tan precisa.
UN EJERCITO ZANCUDOS KAMIKAZES
Lo primero que hace el Estado mayor de los zancudos, es enviar a un mosquito de reconocimiento (un raso en el orden jerárquico) para que localice e informe exactamente la zona del frente de guerra. Ese mosquito que ejerce ese "reconocimiento", te sobrevuela por las orejas mientras te va dando una serenata con un sonido como el de un violín desafinado y luego, cuando el maldito rinde su informe (O sea, la novedad) a sus superiores, el general Zancudo da la voz de ataque y ahí mismo te jodiste.
Ya que estoy hablando de mi barrio, en especial, de la casa de una vecina a quien oigo gritando y maldiciendo todos los días a esos pequeños. La oigo en este tejemaneje "a to tiro pa". Ella dice que, aparte de los molestosos mosquitos, la ha invadido también todo un ejército de ratoncitos enanos que se comen hasta los "sostenes" (Léase, sujetadores de tetas) de sus hijas y nietas. En mi casa, esos animalitos, sienten  especial  predilección por la medias de mi hijo. 
 No tenía idea del por qué le gustan tanto esas medias, pero  luego descubrí que, al pasarse mi hijo todas las tardes correteando y brincando en tenis en el barrio hasta las primeras horas de la noche, cuando se quita la ropa para bañarse él tira las medias en un canasto para ropa sucia,  para ser lavadas al dia siguiente, pero de madrugada esos  roedores  creen que les han puesto la cena. Me imagino lo sabroso que se encontrarán ellos  esas medias sucias con to´y sicote, a lo mejor les saben a pizza de pepperoni. Otros platos favoritos de ellos son: los panties y las tangas, no me pregunten porqué, pues  no soy un ratón ni mucho menos, aunque sospecho la razón por la que también les gustan las tangas, pues ahora  recuerdo que  una vez,  escuché a una vecina peleando y porque los ratones le comieron una penca de bacalao que tenía en la despensa. No estoy diciendo nada pecaminoso, el lector que quiere echar a volar sus pensamientos hacia donde quiera, ese es su problema. Lo que sí me han dicho es que, hay partes del cuerpo humano femenino que huele a bacalao; repito, eso lo escucho desde que era niño...No sé....

El colmo de estos endiablados bigañuelitos llegó, cuando royeron una foto de mi infancia. ¡Carajo! Ahí se pasaron y eso ya no lo podía yo soportar, ahí le pusieron la tapa al pomo. Fue entonces cuando comencé a tomar medidas urgentes; les declaré la guerra a esos inquilinos indeseables. Compré 30 ratoneras de las pequeñitas a $25.00 cada una y les puse molleja de pollo cocinada, porque esa parte del pollo es muy resistente, elástica y  a la vez, muy difícil de despegar del ganchito de la trampa. Antes, yo cometía el error de ponerles salami, pero me di cuenta de que solo los estaba engordando sin ver resultados. Esos bigañuelos me salen muy caros. El hecho es que, esa misma noche, tan pronto  apagamos  las  luces  desde  cada   rincón de la casa empezaron a sonar un tac
 tac tac, por aquí, cuando el gancho les caía en medio del cocote, y el toc toc, que era un sonido más apagado cuando al azaroso rajiero le caí el gancho encima de la panza, y esta amortiguaba el golpe haciéndolo más opaco. En fin, la casa parecía un frente de guerra, ¡Ratatatatata! Ametrallamientos por aquí, tiros por allá y chillidos por los rincones. Eran las ratoneras acabando con el enemigo. Cuando hice el  reconocimiento del campo de batalla, presuroso me levanté apersonándome al lugar donde estaba teniendo lugar la refriega,  no vaya a ser que los enemigos,  ya heridos de muerte, empezaran a cavar trincheras para refugiarse e irse con mis ratoneras a cuestas. 
En el resumen de esta primera escaramuza,  el enemigo, tuvo 10 bajas y yo  perdí un solo trocito de molleja. Eso se llama, ser un buen estratega de guerra, pero no me puedo fiar de esos animales tan inteligentes, pues siempre buscan la forma de evadir las trampas. He visto algunos de ellos que se hacen los muertos, y cuando le quitas el gancho de encima, se mandan en una carrera aunque estén rencos, turulatos y "achocaos". Esos  bichos  son duros  de  matar; lo mismo pasa con las cucarachas; si usted mete una cúcara en el freezer de la nevera, y al otro día va  pensando  que la verá hecha un pedazo de hielo, se le va a pelar  el billete, porque la verá vuelta un pingüino con un smoking o un jake puesto contra el frío.  A esas criaturas no las mata nadie así por así si no es pisándole la cabeza con rabia. Usted puede aplastar una cucacracha con el centro del zapato encina de todo su cuerpo, y hasta podrá ver que se les están saliendo "to´los tereques" del cuerpo por detrás, pero no crea que ya la mató, porque  hasta que no le estruje bien el zapato la cabeza seguirá viva. Se parecen a los políticos de este país; no hay forma de guinden los corotos ni que firmen con los Orioles.

sábado, 14 de marzo de 2020

EL ABORRECIMIENTO GENERALIZADO DEL PUEBLO A UNA TRULLA DE PERVERSOS


Por Henry Osvaldo Tejeda.
El país ha llegado a un extremo tal en su aborrecimiento y hastío de vida hacia los señores que están en el poder que, ya he escuchado a varias personas decir que al país, no le vendría mal que ocho o diez de los más altos funcionarios del gobierno sean visitados por una tenebrosa Doña que se ha puesto de moda en estos ´últimos días en todo el mundo, una tal Corona de apellido Virus, cuyo  nombre artístico es Covid-19. 
A una de esas personas, específicamente, un ama de casa* y de reconocida inclinación religiosa, fue a quien le escuché cuando amargamente, hizo ese comentario, y puedo jurar que  yo no sabía que entre personas tan religiosas, el hartazgo causado por el daño que le causado un grupo de fascinerosos, fuera capaz de que ella dejara de lado su jesucristismo. ¡Ofrézcome carajo! se me armó la del perro bolo en el juicio, acabo de inventar la palabra jesucristismo, a Don Castellano le deben estar dando unos dolorosos retortijones por mi culpa tan pronto escribí ese nombre. 

Pero, ¿desearle la muerte a sus semejantes? Bueno, cuando le eché en cara que según sus creencias religiosas, de que ella no debería desear el mal a sus semejantes porque además de ser un pecado,  lo que ella le deseba a los demás podría recaerle encima a ella misma, y que por tanto,  no debía ni siquiera pensar en querer la muerte a sus semejantes. Eso le dije, a manera de crítica.  La respuesta que me dio me sorprendió, porque creí que iba a hacer votos de arrepentimiento ante mí, pero me salió con algo tan  contundente que hasta me asustó pero que también me gustó, y mucho mejor aún, hasta me convenció de que, a veces, hay que despojarse de tanto romanticismo religioso, cerrando los ojos para mandar la candidez al mismo diablo. Todo eso fue lo que pensé cuando ella me dijo: 
_ Tú lo has dicho bien, no se le debe desear  la muerte a nuestros semejantes. Al decir esto, bajó la cabeza al parecer con un gesto de arrepentimiento. Al menos, eso fue lo que pensé en ese momento y hasta creí  que realmente estaba arrepentida; que iba a recular con respecto a lo que me había dicho; pero na da de eso pasó, porque  ahora levantó la cabeza con gesto de fiereza y casi gritando dijo:
_ ¡Pero coño! Es que esos hijo´e putas y satánicos  delincuentes no son mis semejantes; ellos no se parecen en nada a mi, y yo, mucho menos me parezco a ellos. Yo no soy ladrona, y ellos sí.  ¿Cuándo me has visto con una cuenta de banco repleta de millones de pesos y dólares con dinero robado del presupuesto nacional? ¿Cuándo me has visto rodeada de ladrones? Yo ando por la vida sin hacerle daño a nadie, y esos malditos delincuentes no han hecho otra cosa que traer infelicidad y miseria, dañando a tantos millones de personas; a tantos millones de infelices que, luego de pasarse trabajando toda una vida, y que les llega la hora en la que no pueden  trabajar más, y creen que se retirarán a descansar tranquilos, pero lo que hacen es morirse de repente por no tener un simple medicamento  a mano en un hospital, porque el dinero que estaba destinado en el presupuesto nacional para comprar esos medicamentos, fueron a parar a las cuentas bancarias de esos malandrines que tú me dices que son dizque mis semejantes. ¡Que se vayan a la mierda, carajo! Ahora te toca a ti, dime ahora si son mis semejantes ¡Anda, dime en qué nos parecemos! ¿Aún sigues pensando que son mis semejantes?

Al ver esta explosión  verbal salida de lo más profundo del ser de esa señora, hasta me asusté, porque pensé que, ese señora, es solo una de los millones de dominicanos que piensan lo mismo que ella, y que son bujías que con cualquier chispita, explotan en todos los sentidos en que se pueda manifestar la indición de un pueblo robado. Tanto la cara que puso la señora al hacer esa exposición rabiosa y llena de impotencia, como los argumentos que esgrimió,  me dejaron convencido y quedé desarmado, y lo único que se me ocurrió hacer, fue preguntarle: 
_ Mi querida amiga, ¿cuántas personas son las que me dijiste que quieres que se los lleve  Doña Corona, y cuyo nombre artístico me dijiste que era Covid-19?
Ella me miró incrédula, pensando tal vez que yo le iba a seguir insistiendo en mis críticas hacia su posición tan radical hacia sus semejantes, pero ella puso una cara de serenidad, se acomodó en la silla para luego decirme: 
_ No ombe no; no son tantas, comparadas con la gran cantidad que tenemos en el país que se lo merecen; con solo ocho o diez me conformo, y es solo para que el resto sepa que, todo el dinero que se han robado del pueblo, no los salvaría ni de esa doña en estos momentos, ni del pueblo rabioso y robado un poco más adelante; es solo una especie de escarmiento lo que quiero.
_ Pues mira lo que te voy a decir, amiga del alma, yo pienso que esa cantidad es muy poca, ahora soy yo quien no quiere que sean ni ocho ni diez las que se lleve Doña Corona,  yo aspiro a por lo menos, seiscientos, solo para comenzar. Ya somos dos los que queremos eso hoy, pero te aseguro que, la cantidad de personas que quisieran que eso pase ahora mismo, puede que sean  millones, solo  que no sabemos quiénes son porque no se atreven a decirlo.
¡Diablos! -Exclamé sorprendido de mi mismo por esa tan inusual forma de yo pensar,  y con esa expresión todavía dibujada en la cara, me despedí de mi amiga y me largué del lugar, no sea que una de esas paredes estuvieran escuchando ........ ¡Ñángala, fuángala!


(* Uso "...el ama de casa", para evitar la cacofonía; en plural, sí se escribe "las amas de casa")

jueves, 12 de marzo de 2020

Chácharas; COVID-19. ¡Qué nombre tan bonito para una vaina tan dañina!

Por Henry Osvaldo Tejeda
Este asunto del Coronavirus, al que, en lugar de ponerle un nombre que provoque más terror en el mundo, ahora lo han acortado dizque para ponerle Covid-19; eso es un verdadero disparate, porque si "Esa Cosa" es tan dañina y mortal, ¿cómo carajos le ponen un nombre tan bonito? Ahora se me parece al nombre de un tónico reconstituyente para la salud,  o el de un jarabe para la tos. No, así no. Los laboratorios que se encargan de ponerle los nombres a los medicamentos y otras cosas, deberían escoger nombres de personas o cosas escogidas en los pueblos de países como el nuestro, donde le llamamos a las cosas por el nombre que se realmente se merecen porque en los pueblos, los nombres que les ponemos salen de la sabiduría de la gente y especialmente, de las cosas del día a día.
Por ejemplo, si ese virus tiene nombre femenino "de fábrica" por aquello de "Corona", en Ocoa le podríamos llamar "La derriengadora", o tal vez "La jode to". Ahora, al abreviarle el nombre, seguro que lo hicieron  para ahorrar palabras y le cambiaron hasta el género volviéndolo masculino; ahora se llama dizque "Covid-19". ¡Vaya usted a ver! Cuando aparece una enfermedad en nuestro país, el pueblo, sabio como siempre, le pone un nombre  de acuerdo a lo que  pasa en el día a día en esos momentos en que aparece la enfermedad  tomando también en cuenta lo dañino y peligrosa de la misma, y siendo realistas, en Ocoa le llamaríamos con un nombre masculino como, "El Reguetón". Hasta podríamos crear el texto para una efectiva alerta. 
He aquí un posible ejemplo para una alerta nacional: "Eviten pegarse del tigueraje, porque la mayoría están cogíos por El Reguetón". Al tigueraje no le molesta para nada, porque son parte del virus, pero la gente decente  que cuida su salud, sale "bandiá" dejando el "pelao" en la tárvia, desde que vea acercarse a uno de esos estrafalarios personajes, que usan la pretina del pantalón mucho más abajo del fullín, o bembeteando una cosa a la que a ellos se le parece a una canción. Un síntoma de alguien que tiene "El Reguetón", es un tipo con unos audífonos en las orejas, retorciéndose y agarrándose las gandumbas con las manos de revés, como si fuera un mono. ¡No sea nadie pendejo, ombe!