martes, 3 de agosto de 2021

Chácharas de "Jocosidades serias"; militares coralinos versus un civil cualquiera

 Henry Osvaldo Tejeda

Los bancos comerciales del país, son dignos de estudio por parte de
 sociólogos; en esas entidades bancarias no todo siempre anda bien como ellos lo fututean, incluyendo al mismo banco del estado. Cuando los honrados ex funcionarios del gobierno anterior del PLD que hoy están presos por el caso Coral -llamémosles Los Coralinos-  se aparecían en una casilla del banco a cambiar o a depositar un cheque de administración de un monto muy alto, en el banco nunca tuvieron problemas; no les preguntaban nadita de nada; ni siquiera le miraban la cara al que iba con ese bojote de cuartos en cheque (o en efectivo, si era a depositar) porque ya la persona que estaba en la caja lo conocía y tenía sus instrucciones precisas de lo que tenía que hacer. Tenían su caja personal para hacer todas las transacciones que les viniean en ganas.

Pero si el que iba a cambiar un chequecito que no le daba ni por los jarretes al cheque del coralino, lo primero que hacía la cajera era mirarlo de arriba hasta abajo, para luego iniciar una labor de fiscal bancario frente a un acusado. Pero no se asombren si les digo que las preguntas sobre la procedencia del cheque y sobre la vida del acusado (Léase, el que fue con el cheque), podrían variar entre si el tipo es astronauta, albañil o cualquier otra cosa. Supongamos que usted fue a hacer el cambio del cheque; ella le pregunta: ¿Cuántos dientes le quedan a su abuela? ¿Tiene usted un familiar que sea motoconcho? ¿Alguna vez recibió usted una visita sorpresa? ¿Tiene usted amigos que trabajan en el ayuntamiento recogiendo basura? ¿Dónde trabaja usted y cuánto gana? ¿Cuál es la marca y modelo de su carro? ¿Tiene su vehículo el mofle quillao? Si usted tiene un carro cepillo similar al que tenía Leonel Fernández cuando todavía no era un mañoso, que parecía sano y que no era dueño de lo ajeno le aconsejo no decir nada porque ya en estos tiempos el hecho de usted andar en un carrito cepillo, es lo mismo que andar en una patineta o montarse en una escoba como hacían antes los niños dizque para creer que andaban montados en un caballo, porque entonces, la cajera verá en usted a un descricajao con ojo y hasta sospechoso.
Pero sigamos con las posibles preguntas de la cajera: ¿Cada cuánto tiempo va usted a que le recorten el pelo de la cabeza? Claro está, esa pregunta es solo para hombres, pues si es una mujer la interrogada, la pregunta sería si ella se depila regularmente el conuco
y si las nalgas que tiene se las mandó a fabricar. Todas esas preguntas, entre un chorro de otras más sobre pendejadas de las que usan hoy las mujeres para cubrir lo que no trajeron de fábrica. Respecto al corte de pelo del hombre, no se le ocurra decir que es un vecino suyo el que lo recorta en el patio de su casa; eso sería el colmo de estar en olla. La cajera podría pensar que usted es un pela gato y que ese cheque no es suyo, porque alguien que se recorte el pelo en un patio, no es digno de confianza. 

¿Tiene usted novia, esposa o una segunda base?¿Tiene foto de ella? No se atreva a mostrarle la foto si su mujer es blanca, o como mínimo, entre jabá y medio clarita ya que todavía a estas alturas y en pleno siglo 21, en este país el color oscuro de la piel es sinónimo de haitiano, de avioneta de callejones y de furufa de uso común del vecindario. Diga mejor que usted no tiene novia y si lo es, dígale que usted es un orgulloso cundango o cundanga si ese es su caso. En estos tiempos, eso es lo que está de moda y puede que la persona que le está interrogando, esté en uno de esos dos bandos y lo más seguro es que hasta le vaya bien a usted. Es más, no se puede dudar de que  tan pronto usted diga su estatus sexual, ahí mismo se termine el interrogatorio y se inicie otro de corte más íntimo y sentimental.

Puede que le pregunten si usted ha viajado, porque eso le da otro estatus, pero si lo más lejos que usted ha ido es, digamos que a Catanga de Los Mina o Puñal de La Vega, no lo mencione, solo diga que no ud ha viajado nunca o  que solo hace turismo interno recorriendo el país completo en su vehículo, aunque lo que tenga usted sea el mencionado cepillito o una camioneta toa destartalá, en la que vende desde ropa usada hastas plátanos, pastillas Cataflán o cualquier otra vaina para buscarse la comida. No se ponga de boca aguá a decir que es como vendutero que usted recorre el país, repita que solo hace turismo interno y nada más; no se vaya del jocico para que salga rápito de esa demoníaca cajera.
Cuando usted le muestra su cédula, la persona la revisa bien y si luego de eso le pregunta: ¿Ha tenido usted problemas serios en la vida por haber nacido un martes 13? Diga: "nada qué ver", que  lo único malo que ha llegado a pasarle, fue cuando se cayó de espaldas y su órgano reproductor sufrió un desmayo, pero que no fue nada de cuidado. Solo que fue muy extraño el haberse caído de espaldas, y el que sufrió estaba del otro lado del cuerpo. Luego de esta respuesta, muéstrese molesto y diga que ya se jartó de tantas preguntas; dígale que le dé su cheque porque no hay necesidad de hacerlo pasar por tan mal rato solo para cambiar un cheque con la chilata de cinco mil pesitos de la mierda. Dígale que 
se va a largar de ahípara otro banco. Dicho esto, Le aseguro que como por arte de magia, la persona le cambia el cheque.
He querido dar esta jocosa muestra, de lo que pasa con el ciudadano común cuando va a cambiar un cheque o a depositar una suma de dinero que en el banco, creen que amerita toda esa cháchara. Pero esos interrogatorios no se los hacían ni se los hacen a los corruptos del caso Coral que hoy están presos; no señor, a esos les tenían una caja expresa y aparte para cambiarles desde cinco, seis, siete o más millones de dólares, sin preguntarle nadita de nada; claro está, también en el banco hay contactos que son parte del entramado de corrupción del caso Coral.
Luego de la llegada del PLD al poder, en este país ya no pasa nada que pueda asombrar a nadie; ya el dominicano agotó su capacidad de asombro y yo opino diría que se debe eliminar de las clases escolares todo  lo que tenga que ver con el signo de admiración. No ponerles cuando describimos
 palabras y frases que denotan admiración o asombro tales como: ¡Cáspita!; ¿que quéee? '¿No jodas? ¿Pero tú ta loco? ¿Ay, lo dijo? ¡Increible¡ Ei pipo coño! ¡Oye´sa vaina! ¡Anda pa´la mierda, coño! ¡¡Pero, y es verdad esa vaina? ¡No, no lo puedo creer¡ ¡Quéeee; en pleno siglo 21? ¡No me joda nadie ombe!
Aprovecho para decir que, el uso de las mascarillas, ha venido como una bendición para los delincuentes del PLD, quienes, aprovechando que la misma le cubre gran parte de la cara y los hace irreconocibles, ya están de nuevo colándose chin a chin en los lugares donde el público ya los estaba mirando como lo que son, puras lacras sociales.