lunes, 29 de junio de 2020

UNA POLITÓLOGA NERVIOSA ANTE DIFICIL SITUACIÓN DEL PLD

Henry Osvaldo Tejeda
Vi hoy a Rosario Espinal en el programa de Huchi Lora, y estaba tan nerviosa que no los dejó hablar. Se volvió una gallareta hablando del PLD. No hablaba; cacareaba, algo no habitual en ella. Una gallareta nerviosa, y solo le faltó decirle malagradecida a la clase media por abandonar al PLD que le dio estabilidad por tantos años, hasta hoy. Dijo algo de los pobres, algo que yo consideré una gran estupidez de su parte. Huchi y Amelia la escuchaban pacientemente sin preguntarle nada, pero ella tampoco hacía pausas que dieran lugar a que le preguntaran, parece que ellos entendían el deseo de Rosario de desahogarse; se le extravió el conito del hilo.

Recordó con mucho ahincó la quiebra de Baninter sin dejar de decir que el PRD era quien estaba en el poder. Dijo que el PLD ganó en 2016 con un 62% porque desde el 2012 se dedicó a invertir muchos más recursos en la clase pobre, agregándole el seguro de Senasa, el 4% para la educación. Se le olvidó decir que ese supuesto 62% con el que "ganó" Danilo, no hubiera sido posible sin la mano maestra de Roberto Rosario como presidente de la JCE. Esa Sra. es sacudía y medía por un cajón del PLD.
Dijo que si los pobres votan masivamente, el PLD ganará las elecciones, no sé de qué sombrero sacó ese conejo, pero lo sacó. Hablaba como si no fuera ella, y hasta se montó en la ola del PLD de negar, muy sutilmente, las encuestas preguntándose el por qué tanta diferencia en lo porcentajes entre una y otra para los candidatos. Realmente, estaba contraria a los resultados, pero lo hizo de manera muy sutil. Al decir que si la votación de los pobres es masiva ganaría el PLD, obvió que las encuestas, se hacen en todos los niveles sociales en el que va incluida también la clase pobre, por tanto, eso contradice lo del voto masivo, pues entre más pobres voten mayor sería el porcentaje que obtendría el PRM (No el PLD) porque es a ese partido a quien la mayoría de las encuestas están dando como favorito para ganar las elecciones.
Parece que estaba mandando a los pobres a votar por el PLD de manera muy sutil, porque le estaba recordando los planes sociales con los que estos se han beneficiado y que según ella, los gobiernos del PLD siempre los ha protegido. Si eso no es campaña política, yo soy ingeniero de la NASA o técnico de Punta Catalina.

Hoy no trajo la sonrisa habitual de "dientes pelaos", pues solo hablaba y cacareaba del PLD sin esperar a que le preguntaran nada. Habló de la estabilidad económica que, por cierto, en nada se refleja en la clase pobre; en resumen, esa señora, quien es hermana de Flavio Espinal el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, no pudo esconder hoy su mal disimulado peledeismo de antes. Estaba en campaña mal disimulada. Dijo que el PLD tiene conexión con los pobres por las tandas extendidas, los bonos sociales entre otras ayudas. Hoy se quitó el ropaje de politóloga y sacó del clóset su traje de peledeista rabiosa para ir a romper el Estupidómetro al programa de Huchi Lora, lo que nos dice que, la irritación por la actual situación electoral del PLD, los ha contagiado a todos como lo hace cualquier Covid-19, Dengue o plaga de piojos.

lunes, 8 de junio de 2020

VIVENCIAS EN LA ROMANA: PENDEJADAS EN EL TIEMPO DE PANDEMIA

Por Henry Osvaldo Tejeda
En el transcurso de esta pandemia, estamos viendo de todo: pleitos, por aquello de que "ahora no te puedo pagar", amores fallidos, reducción de los cuernos por fuerza mayor, funcionarios haciendo su agosto con las compras del gobierno, gente rabiosa a las que no hay quien les hable, porque te dan un boche o te  jondean lo que tengan a mano. 

Estamos viendo, cómo la gente se va acostumbrando a vivir con la muerte al lado; el virus ha tomado el lugar de nuestra sombra para estar gardeándonos pegao. Es como si el miedo y el mismo virus nos hayan poseido. 

Hay gente que casi ni habla, no porque no quiera hacerlo, sino, porque la mascarilla le molesta, pero es mejor así porque muchos en lugar de hablar; rebuznan. Gritan tanto que, uno tiene que andar con una sombrilla para evitar ser escupido, pues al hablar, chorrean saliva como agua de ducha de baño pero hay otras que ahora hablan demás. En mi sector hay un tipo que vocea más que una aguacatera haitiana. 

Otra cosa que nos trajo el Virus fue que, en los bancos comerciales, antes te obligaban a quitarte las gafas y todo cuanto llevaras puesto en el juicio y ahora, es obligatorio taparse la  cara con una mascarilla; no sé cómo no le han exigido ya a la gente que se ponga algo debajo de los sobacos para evitar el vaho a grajo.  Debo decir que, la gente está muy equivocada en este país, porque el referente del grajo no son los negros, específicamente, los haitianos porque yo puedo decir que no hay vaina que hieda más a perro muerto que un italiano o un español,Si, así blanquito de ojos verdes y de pelo bueno. Esa gente "jiede" a todo, menos a algo bueno. 

Un día, entré a un banco comercial en La Romana, y estuve al vomitar, porque me tocó hacer fila detrás de un italiano; ¡Ofrézcome pero qué pestilencia! Ese sujeto hedía a pena de muerte. si a ese hombre le propusieran cambiarle la mugre de sus sobacos por cinco perros que tengan una semana de muertos, el dueño de los perros estará haciendo un muy mal negocio pues, por más que hiedan esos perros, no se acercarían nunca a la hediondez y pestilencia que despedía ese tipo.

Algo que ha causado un gran  malestar en los enamorados,  es que hasta en el chulear, han tenido que hacer una larga pausa. Cuando hablo de beso, me recuerdo de un cuento que escuché en mi pueblo de un señor que tenía una hija que, cuando tenía 17 años de edad, se metió en "amores de muchachos" con otro joven de 18. Él la invitó a una fiestecita que había al otro lado de la ciudad. La niña, pidió permiso a su padre, uno de estos viejos súper celosos de sus hijos y que creen que van a tener para siempre a las hijas viviendo en su casa.

 El padre entruñó la cara, y medio molesto, le dijo:
_ Tú no tienes edad para andar de fiesta en fiesta; no inventes!
_ Pero Pa, la fiestecita es en la casa de unos amigos del colegio.
_ Ya te dije, no voy a entrar en esa; la juventud de ahora no piensa, y si lo hace, es al revés.
_ Todas las amigas del colegio van, y seré yo la única que no estará allá, porque tengo un padre que todavía no sale de los tiempos de antes; Pa, tú pareces estar en los tiempos de Trucutú; te lo ruego Pa, solo estaré un par de horas, le dijo ella, llorosa.
El padre, al ver la congoja de su hija más querida, se le aflojaron las tuercas de la reciedumbre y en tono compasivo, le dijo: 
_ Está bien, te dejaré ir. 
Al escucharlo, la niña tiró un brinco, corrió hacia la puerta de entrada y desde que la abrió, apareció el carajito, quien ya estaba ahí desde hacía ratos ya esperando que ella le dijera la respuesta del papá.
Cuando ya se iban, el padre llamó a su hija aparte y le dijo:
_ Mira, hija, yo sé que los adolescentes  se viven curcuteando y se besan, pero te voy a decir algo que quiero que te metas bien en el tutú, y solo te lo voy a decir una vez: ¡cuídate de que los besos que se den, no sean  reburujando la lengua, porque un solito beso con un chin de estrujaita de lengua, es un telefonazo directo a la fábrica de muchachos. 

Ya lo sabes, cuídate bien para que no te me aparezcas un día en esa puerta con la barriga llena, porque en esta casa ninguna de mis hijas vino con una petaca antes de haberse casado, y tu, todavía eres una niña.
La niña asintió, dio un guayazo en el piso y luego salió corriendo como honda que lleva el diablo, hacia donde la estaba esperando su noviecito.

Durante la cuarentena, estamos viendo una campaña política única en el mundo, en la que unos  regalan lo ajeno,  y otros piden también para regalar. Otra cosa son las chichiguas, jamás se había visto tantas cosas de esas en las tardes dominicanas. Me subo al techo de la casa, y veo el cielo nublado de ellas, en una sola tarde llegué a contar  más de doscientos de ellas. 
 
Desde que son las 5 de la tarde, las personas que no respetan  el  toque de queda, ponen un par de vigías en las dos esquinas más cercanas a sus casas para que el tipo las haga de Rodrigo de Triana cuando voceó, ¡tierraaaa! La diferencia con Rodrigo de Triana, es que, el del barrio lo que voceaba era: ¡Corran coño, que ahí vienen los rastreros! 

Esa y otras fraselas, las he escuchado en mi sector, cuando uno de los vigías les avisaba a los vecinos violadores del toque de queda, sobre la llegada de  la policía. Hay mucho qué decir de lo que está pasando en este país producto de esta pandemia, pero prefiero dejarlo de este tamaño por ahora, porque si empiezo a soltar por esta lengua, iré a dar con mis huesos a una cárcel llena de contagiados con el virus, y de presos que no han visto a Linda desde hace mucho, y eso es aún más peligroso que el mismo virus, porque no quiero ni imaginarme que me lleven preso y que un sujeto de esos me llame para decirme: ¡Hey, tú, ven, abájate aquí y pásame este jabón! ¡Bueno, mejor dejemos esta vaina de este tamaño!

Central Romana obtiene tercera certificación de calidad de PROTERRA

Por Fuente Externa
Tomado de: Franklin Cordero - Noticias
LA ROMANA, República Dominicana.- El ingenio Central Romana obtuvo su tercera certificación de calidad de PROTERRA en materia de responsabilidad social y sostenibilidad medioambiental, al cumplir con todos los estándares exigidos por la firma auditora Foodchain ID Certification.
Central Romana está certificada por PROTERRA desde el año 2018, por ejecutar las buenas prácticas de implementar, trazar y dar seguimiento a una producción agrícola responsable y sostenible en todas las etapas de su proceso azucarero.

Dicha certificación valida el sistema y los procedimientos para la elaboración de azúcar de caña y sus productos derivados. Como parte de sus políticas, PROTERRA prohibe el uso de organismos genéticamente modificados (GMO por sus siglas en inglés) en los procesos de cultivos y cosechas.
“Nos sentimos altamente complacidos por haber obtenido nuevamente la certificación de PROTERRA, lo que garantiza los esfuerzos de nuestra empresa en asuntos de responsabilidad social y sostenibilidad medioambiental”, resaltó la Administración de Central Romana en un comunicado de prensa.
“Para alcanzar éste estándar debemos someternos a una auditoría minuciosa, que incluye la visita a nuestros campos de caña, comunidades agrícolas, colonos azucareros, y nuestro ingenio en la zona industrial. Por tal motivo felicitamos a todos los empleados y colaboradores involucrados por su dedicación y trabajo para lograr esto”, puntualiza la nota.
Central Romana tiene más de un siglo realizando sus operaciones de siembra, corte y cosecha de caña de azúcar en la región Este del país.  Ha diversificado su desarrollo con importantes inversiones económicas en el sector de la hotelería, aeropuerto y puerto internacional, construcción, ganadería, manufactura de embutidos y productos lácteos, entre otros.
Sus amplios programas de responsabilidad social incluyen la salud, con un moderno centro médico; la facilitación de viviendas para sus obreros y empleados; educación escolar; el acceso a productos alimenticios a costos subsidiados, y el fomento a la recreación física a través de actividades deportivas.
Durante este tiempo de la pandemia del COVID-19, Central Romana ha invertido hasta la fecha más de setenta millones de pesos (RD$70,000,000.00) que han sido destinados para la asistencia médica y aportes o donaciones a través de instituciones y organizaciones benéficas en favor de los sectores necesitados a nivel nacional. Con el monto invertido hasta el momento, la empresa ha adquirido equipos médicos, ventiladores, insumos de protección, medicamentos, y los reactivos para la implementación de pruebas de detección del coronavirus. Esto ha permitido al Centro Médico Central Romana llevar a cabo un protocolo efectivo para diagnosticar casos de contagio y aplicar el debido tratamiento.


miércoles, 3 de junio de 2020

Vivencias en La Romana. El perrito que quiso pasar por las armas a mi mascota "Pelusa"

Henry Osvaldo Tejeda
Mi perrita Pelusa, nunca ha tenido amores; todavía no ha visto a Linda por lo menos, hasta donde yo sé, porque vive en el patio cerrado y no la dejamos  juntarse con la realengada del barrio: ella está suelta en el patio junto a otra perrita llamada Geisha, pero eso no quiere decir que cuando ella está falta de macho, no se ponga de coqueta a hacerle ojo bonito a uno que otro perro del barrio que mete la nariz por el portón del patio, y es posible que hasta den su chuleadita, pero nunca han ido al fondo del proceso; por ahora, sus relaciones con algún  perrito, no han pasado de ser platónicas; todo se ha quedado por ahora ahora por arribita, y en la investigación por parte del agentao perrito, que busca un chance para llegar al fondo del caso, o de “La Cosa“; lo cierto es que Pelusa aún  es señorita. 
Desde que empezaron las visitas  del  perro al portón  Pelusa se
sienta al lado del portón esperando a su Romaeo
Es una pena, porque no es justo que una perrita se pase la vida sin chocar los carritos, y  sin  pasar de simples conversaciones secretas por las rendijas del portón del patio. Cuando   los perros no andan merodeando la casa, LA pobrecita Pelusa se sienta horas muertas en el portón,  frente a la rendija por donde la olfatean y la chulean los enamorados Romeoss del barrio. Ella se sienta tranquilita,  y cada vez que la veo ahí, me recuerdo de la canción Penélope, y de la canción de Maná, "En el muelle de San Blas". Se le ve triste y melancólica siempre mirando hacia la calle a ver si aparece su amado, pero tampoco la voy a defender tanto, debí decir, sus amados porque no es que Pelusa sea tan recatada, no, la perra es puta y tengo que reconocerlo porque ya la he encontrado chuleando con más de siete perros, pero siempre que la veo en eso, le repajilo a los perros, y ella me mira fijamene, como quien dice: ¿Qué pasa?
Eso es lo que no me gusta de ella, por eso la dejo dar uno que otro paseíto por el barrio; yo sé que si lo hago, en unos cuentos meses tendré la casa llena de perritos de todas pintas, colores y razas. La otra perrita de la casa, no es tan alebrezcaíta com Pelusa, y eso, que tiene un nombre de mujer de vida alegre japonesa (Geisha). Bueno, debo bajarle un poco a eso de "muchas razas", porque no son tantas las que hay en el barrio, son solo las dos de siempre; la "Royal Engou" (Léase, Realengo), y la "Virou Leit", que no es otra que los Vira lata, pero todos se dedican a lo mismo, es decir, a bucear en zafacones por el día, y  buscar perras en celo por las noches. Algunos, son expertos en robar en frituras, pero los fritureros les han desgraciado la vida a tantos de esos perros que, al parecer, ya se regó la voz..No, perdón, quise decir que se regó el ladrido de que es peligroso robar en frituras, por eso es que algunos prefieren el sabor de los pañales de niños ya usados. No sé qué sabrosura es que le encuentran a eso, a lo mejor les saben a pizza; ¿Quién sabe? Lo que sí sé es que ese manjar aparece  en todas partes sin  correr riesgos, pues solo tienen que voltear un zafacón.
Geisha, la más pequeña de las dos perritas de la casa
Por mi casa residen dos perritos pequeños, más o menos, del tamaño de un cerdito de dos meses de nacido. Pelusa, la perrita más grande de mi casa no es tan grande, pero es más alta que esos dos pedazos de perros, y Geisha, la perrita más pequeña de la casa, es más o menos del mismo tamaño que ese par de aproximación de perros de esta historia. 
Como esos perritos viven merodeando el  portón trasero de mi casa,  de vez en cuando, el hijo mío se le olvida cerrarlo, por lo que ya he encontrado tres veces al engendro perruno más temerario dentro del patio. El otro perrito, es mucho más tímido, y creo que todavía no se sabe enamorar,  a ese solo lo he visto un par de veces charlando de lejitos con las perritas de mi casa, pero sin intentar propasarse con ninguna de ellas, ni ponerse de indecente a mostrar sus partes desde lejos, no, ese perrito no parece ser tan perro. Pero el otro perro, carajo, yo nunca había visto un pulgoso  que se ponga más "arrecho" y tan rápidamente como ese animalito.
Ese reintegro de perro no pierde el tiempo, parece que sabe que si lo encuentro, le voy a mandar detrás la primera chancleta o escoba vieja que aparezca. Ese alocao perrito no pierde el tiempo dizque en enamorar a Pelusa, no, él lo que quiere es mambo de una vez, pero la perrita, al ser señorita todavía, cada vez que ese remiendo de perro ese se le quiere encaramar, ella le ladra en tono de boche o le pela los dientes. Pero no creo que es que no le guste que le anden "curcuteando" la puerta de campo, creo que ella le  tiene miedo, a lo desconocido. Parece que las perras señoritas se han olido lo que pasa cuando un coito entre ellos llega a su fin; el atrabanque.
Eso es un abuso de la naturaleza
Lo que pasa luego de la relación sexual entre dos perros, lo he catalogado como un abuso de la naturaleza, porque no es justo que luego del placer experimentado y el tiempo que pasa un perro para que la perra  lo acepte, luego de pasarse hasta una semana a que le toque el turno, porque son tantos perros que, hay que hacer fila, para que al final, cuando haya logrado clavar el clavo, se le arme  ser un nudo gordiano entre él y la perra. 
En este tipo de problemas entre los perros, siempre el más pequeño es el que sale perdiendo, porque en el "juidero", el perro más grande se manda en una carrera y arrastra al otro como si lo llevara esposado (a). No, ombe no, eso es un abuso. Si por lo menos, el perro más grande se moviera normal y lentamente para deshacerse del nudo, el dolor no fuera tan grande, de hecho, así me parece que lo hacen ellos cuando nadie los está jodiendo, pero siempre aparece una caterva de carajitos del barrio acosándolos, haciéndoles bullyng y tirándoles tereques y cachivaches viejos, y para no aguantar esa lluvia de pedradas, ambos perros se mandan a "juir", pero hay uno de ellos que es el que va más forzado, porque está obligado a correr de reversa. Ese que va forzado de reversa, solo correría de frente si por el lado contrario, aparece otra pandilla de carajitos, entonces se cambian los papeles porque hay que devolverse. No, eso no es amor; el flechazo de Cupido, se les vuelve una pedrá. Así, cualquiera ni se enamora.
Ahí está Pelusa acechando por la rendija del portón
a ver si ve al perro de la historia.

Bueno, el hecho es que, encontré a ese animalito que se cree un perro de verdad, metido en el patio de mi casa  me puse a observar a ver cuáles eran sus intenciones, aunque me las sabía. Empezó de una vez, intentando descubrir otra América debajo del rabo de mi perrita Pelusa, pero al ser tan pequeño, no daba pie con bolas y estaba perdido como Cristóbal Colón, que no encontraba la ruta hacia Las Indias. Si los perros pensarán, ese estúpido animalito hubiera usado una caja de cartón que había cerca de él. El hecho es que ese energúmeno perro, estaba desesperado y con la catana fuera de la canana (Catana, es un sable corto y curvo que usaban los Samurái) tratando de acotejarse con dos patas encima de Pelusa y  moviendo las patas traseras en pinganilla, como si estuviera bailando Ballet, hacia donde él creía que estaba el punto exacto para lograr su tarea, pero nada de nada, nananina, no había forma, no alcanzaba y para colmo de males, en ese momento llegó mi hijo a la entrada del portón y cuando vio que ese pedazo de perro quería desgraciarle el señoritazgo a Pelusa, entró sigilosamente al patio y un poco más allá se inclinó para coger un cachivache cualquiera del suelo para "jondeárselo", pero no le dio tiempo a hacerlo porque ese engendro de  perro parece que tiene ojos en las nalgas, y lo vio cuando se abajó. El Perro Romeo, apeó las patas de encima de  Julieta,quise decir, Pelusa,  y puso pies en polvorosa. 
Ese animal parece que tenía el diablo metido, parece que al no poder resolver con Pelusa, se encojonó y se paró en seco en medio de la calle volteando la cara hacia el portón, y allí me vio. Yo le dije "Perro de la mierda, azaroso, fuera de aquí", y hasta amagué dizque con tirarle mi celular (Dije, que solo amagué) y ese leproso trozo de perro  me enfrentó, y cada vez que yo volvía a amagarle me ladraba y me pelaba los dientes, como quien dice ¡atrévete sucio de la mierda, pa´que veas lo que es un perro sacudío y medío por buen cajón! Hay que estar vivo para ver vainas. Cerré el portón y me entré a la casa. Ahora, cuando  paso por su casa, lo veo en la puerta, pero no me tiene miedo, se queda mirándome y me pela los dientes. Yo pensé; "Pero este asqueroso animalito si que es agentao! ¿Acaso cree que uno está obligado a aguantarle sus perrerías?

Esta historia yo la había finalizado antes de los próximos párrafos, pero surgió algo con ese trasto viejo de perro que, no tuve más remedio que continuarla.
Horas antes de la publicación de esta historia,  escuché a las perritas ladrando de manera no acostumbrada y al salir al patio, ahí estaba el héroe de la historia. Alguien de la casa olvidó cerrar el portón, y el trapo de perro se coló en el patio. Pero en su enamoramiento, no se dio cuenta de que alguien serró el portón, quedando él adentro. Cuando me vio, quiso volar brincando la pared de la calle cuya altura es de por lo menos diez líneas de block y el brinco de él no llegaba ni a tres. Nos pasamos como 15 minutos corriendo yo detrás de él por todo el patio dándole la vuelta a la casa varias veces; hasta que decidí llamarlo muy "amablemente", mientras abría el portón un poco.
 Ven perrito lindo, cochita pechocha de papá; ¡Ven, que ya te perdoné tu "Arrechura"!, tú tienes todo el derecho de enamorarte; ven que eso es normal! ¡Ven que te vamos a consentir los amores....
El hecho es que, esa imitación de sabueso se creyó mi amabilidad. Se lo creyó tanto que, hasta empezó a mover el rabito haciéndome gracia. ¡Craso error, papacito! Cuando estuvo a mi alcance, le di un majaguazo por el "mofle" con un pipote plástico que yo tenía escondido detrás de mí. Debe agradecérmelo, porque supongo que le maté todas las pulgas, por lo menos de ese lado de las nalgas.  El pote coge cinco galones de líquido, pero estaba vacío.

Cuando le di el majaguazo, tiró un brinco y se mandó a correr de nuevo, y yo otra vez detrás de él, pero se metió en una parte del callejón norte de la casa donde me era difícil darle otra ración de pipotazos; ese lugar, en el breve tiempo que tuvimos ese jaleo, se convirtió en su embajada para asilarse. Yo me jarté de perseguir a "La Cosa Esa" que priva dizque en perro, y  luego decidí dejarlo salir, dando por un hecho que, ese solo majaguazo era suficiente para que ese marrano perro no volviera a jurungar más la paciencia en mi casa. Dejé el portón abierto, y me ubiqué lejos para que saliera y él vio por fin su libertad seis metros más adelante; salió de su asilo, miró para todas partes, y al no verme, en muy pocos metros puso la primera, la segunda, la tercera y metió el overdrive hasta el gollete, dando un brinquito largo como el que da un político del patio, no sin antes dejar un guayón en la tierra que casi lo hizo volar hacia la calle. Luego fui a cerrar el portón, y ¡Oh, sorpresa!, ahí estaba ese retrojo de perro, acechando a ver si era que yo me había ido, para volverse a meter. 
Ahí´se ve al enamorado perro, acechando
a ver si yo me fui para volver a meterse
en el patio 
Creo que los perros traen de fábrica un compartimiento lleno de "Chinito"*, porque, carajo, ¿y qué arrechura del diablo es la que se les mete a esos indecentes e inmorales animales? No les importa que los vean en la calle haciendo sus sinvergüencerías. ¡Perro es perro! ¡Sumaníficanimameo!
 *Chinito: Sustancia líquido que usan los hombres de "capa caída" para mantener el pene erecto, para alargar el coito.