jueves, 25 de abril de 2019

Chácharas- La ignorancia y la bruta sapiencia

https://iliocapozzi.blogspot.com/2019/04/chacharas-la-ignorancia-y-la-bruta.html
Por, Henry Osvaldo Tejeda
La ignorancia
La madre a la hija:
_ Jenny, tómate las tres pastillas que te recetaron, recuerda que tienes serias dolencias de salud y si no te las tomas, vas a tener un gran problema; ya te lo dijo el doctor.
_ Mamá, ya estoy jarta de tomar tantas pastillas juntas, deje que me tome una ahora, y las otras dos en la boche.
_ Se equivocó usted, jovencita, el médico dijo que te las tomaras todas juntas tan pronto terminaras de almorzar.
_Está bien Mami, como tú digas, pero antes, quiero que me expliques algo:
_ Dime, ¿Cómo sabe cada pastilla de esas para el sitio donde tiene que ir a curar?
_ La madre, que era una de estas mujeres que creen saberlo todo, le dijo:
_ Mi niña, el cuerpo humano está hecho para que cada pastilla sepa hacia dónde debe ir.
_ Eso es lo que no entiendo, Mami, me dejaste igualita, explícamelo mejor!
_ Mira, yo sé mucho de otras cosas pero casi nada de medicina, pero puedo decirte que, el cuerpo humano, tiene muchos caminos y recovecos. Por ejemplo, cuando te tomas una pastilla para un dolor digamos que en la espalda, la pastilla se va por un camino que llega hasta ahí, o que pasa por ahí, y de paso, te calma el dolor. Es como cuando una guagua toma una ruta, que, cada vez que llega a una parada, se apean algunos pasajeros; así mismo sucede con las pastillas, cuando llegan al lugar del dolor, ahí mismo se quedan a combatirlo. Es más o menos así.

 _ Pero Mami, y si al mismo tiempo de tomarme una pastilla para las rodillas, me tomo otra para un dolor de muela, ¿cómo es que se hacen esas pastillas para saber pa´dónde van?
_ Mira mi´ja, es que los que fabrican las pastillas, hacen las cosas muy bien calculadas, pues le ponen la ruta que debe llevar, es decir, le dan las coordenadas, y desde que llegan a la boca ya ellas saben la dirección del dolor.

La madre ni se creía lo que estaba hablando, pero sí sabía la enredadera que había formado, tanto en la cabeza de su hija como en la de ella, y pensó:
"Ojalá esta muchacha del carajo no siga preguntando, porque ya ni sé qué le voy a decir.
Pero la niña, no se dio por satisfecha con esa rara explicación, por lo que le dijo a su madre:
_ No, Mami, si fuera así como tú dices, la pastilla para el dolor de muelas se quedara ahí mismo en la boca desde que uno se la toma, y tu sabes que primero ella llega a la barriga y lo más lógico es que, cuando ya esté en el estómago, es que ella empiece a buscar el dolor. Dime si eso puede ser así, le dijo la hija, pensando que le había dado un "nocao" a la madre, quien estaba ya en jaque pues se quedó muda ante la estúpida explicación de su hija, pero tampoco estaba preparada para responder ni para seguir con el tema, por eso es que, para dar por terminada la engorrosa conversación, le dijo a la hija:

_ Mira, mira mi hija querida, estamos viviendo en unos tiempos tan avanzados que, ya en los laboratorios les poner a cada medicamente un GPS, para que no se pierdan cuando entran al cuerpo humano.
Lo único que se le ocurrió a la niña, fue mirarla fijamente por largos segundos.
La madre al ver que la hija la miraba así, le preguntó:
_ ¿Qué?
La hija contestó:
_ ¡Nada, mami, nada! ¡Te la comiste ahí! 

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