En el 2010, el Dr. Frank Martínez forzó tanto un proyecto en la barriga de la política romanense, hasta que se le hizo realidad el parto, es decir, un aborto que nadie más que él, esperaba. Ese proyecto político se hizo realidad porque a la sazón, el ingrediente "traición" se hizo dueño del ambiente político, convirtiéndose en viral, afectando al PRD y al PLD y por ende, al José Reyes quien fue traicionado por que eran sus gente que él creyó sus amigos, de hecho, en el seno de su propia administración, había enemigos suyos.
La traición visitó al PRD, perjudicando a Carlos Mendoza, quien era el candidato a la alcaldía, ya que algunos de sus propios compañeros, mandaron a votar por el candidato del PRSC, el partido que más tarde daría a luz un parto diabólico del que nadie en La Romana nunca esperó nada bueno, porque el germen que le dio vida fue el veneno de la traición. Por traiciones ganó, entre traiciones se manejó, y entre traiciones salió, es decir, se sacó el mismo.
Hoy está de nuevo el Dr. Frank Martínez forzando otra preñez política tratando de reeditar ese aborto del 2010. Solo que los abortos políticos no son como los de las mujeres; estos últimos se pueden provocar hasta con un empujón.
Se provoca un aborto en la mujer, porque no se quiere recoger el fruto del embarazo, y en la política, se provoca un aborto para recoger los beneficios del fruto de esa preñez política. Pero un aborto político no se puede andar forzando a cada rato, porque no siempre están presentes las condiciones para que este se dé, pero el buen amigo Frank Martínez quiere forzarlo por las malas en estas elecciones.
Hoy la pava no pone donde ponía porque, uno de los que mandó a votar para que se diera el aborto político del PRSC en el 2010, es hoy candidato a la alcaldía, es decir, quien antes fue su aliado secreto, hoy es su adversario público.
Pero hay otra agravante, y es que los que traicionaron a José Reyes aquella vez, no veo que hoy estén dispuestos a volver por sus fueros, porque el pueblo los ha considerado como corresponsables del desastre que esa administración reformista le causó a La Romana, y por más problemas que puedan haber en el PLD, la sensatez tendrá que aflorar, so pena de que se jodan todos, incluyendo la pérdida de la senaduría que, dicho sea de paso, cuyo contendor, es el mismo progenitor del aborto que a partir del 2010, le hizo tanto daño hizo a La Romana.
Les recuerdo a los que se puedan estar haciendo "una mental", que la diferencia de votos entre el ganador de la alcaldía en el 2010 y José Reyes, fue de apenas 1643, que Carlos Mendoza (PRD) sacó 4602, el señor Leonel Peña obtuvo 1,041 votos.
Me pregunto, ¿de dónde va a sacar Frank Martínez los votos para volver a forzar un aborto como el del 2010, si ya está al límite en su techo electoral, y su alianza con el PRM solo es en lo congresual y presidencial?
Pero eso no es lo peor, la pregunta del siglo es, ¿Cómo se las arreglarán para revertir los grandes robos y desfalcos ocurridos en el ayuntamiento, y por lo que hoy cumple prisión domiciliaria lo que ellos tienen como carta de triunfo?
Por más brincos que tiren en los predios del gallo colorao, nada lograrán, incluyendo el que su candidato sea puesto en libertad libre de los cargos que se le imputan, porque el pueblo no creería en esa sentencia. Ya la sociedad lo condenó y eso no se lo quita ni el médico chino.
Entonces, el embarazo político gestado por nuestro amigo Frank Martínez, no pasará de ser un aborto, del que solo recogerá la placenta.
Este es un párrafo de una publicación que hice en el 2010, durante la campaña del 2010. Fue una advertencia al pueblo de La Romana, y no me hicieron caso, y los resultados no se hicieron esperar, un ayuntamiento quebrado.
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