Algo que recuerda a Balaguer, cuando quería engañar al pueblo.

Por Henry Osvaldo Tejeda
Cuando Balaguer quería subir algo de precio, o digamos que un impuesto directo en un 20%, daba a conocer al pueblo que ese aumento sería de un 30%. El pueblo se movilizaba por el abuso, pero Balaguer  lo engañaba para tranquilizarlo!, luego de las protestas, leíamos en los diarios un titular más o menos así: "Balaguer decide bajar aumento a solo el 20%". 

En el cuerpo de la noticia, se ensalzaba la bondad de Balaguer , que era un presidente que recapacitaba a tiempo porque escuchaba la voz del pueblo, y que era un hombre incapaz de perjudicar al pueblo, y que una muestra de eso fue, sacrificar las entradas de dinero al gobierno rebajándole hasta un 10 por ciento al treinta que dijo inicialmente dijo que lo subiría. Con esto, Balaguer, al final se salía con la suya, pues el aumento que él quería lo impuso tal y como lo pensó, es decir, el 20%, un engaño del que el pueblo llano, ni cuenta se daba. 

Lo del PLD hoy, es algo similar con la medida sobre arrastre del voto en seis provincias, pues,  aunque se siente cómodo con la medida "tomada por la Junta Central Electoral", (medida de la que nadie duda que salió del mismo gobierno) sale a protestar inconforme, y exige que el arrastre sea en todo el país; el pueblo ve como un abuso y tilda de violatoria a la constitución de esa medida, y exige que se elimine el arrastre del voto en todo el país. Se queja, porque sabe que lo que se ha cometido, es una vulgar violación de la constitución, al prohibirle a una parte del país votar solo por los candidatos que desean hacerlo, teniendo ahora que regalarle su voto a alguien por quien no votó. El PLD sabe que  la sociedad puede salirse con la suya ante esta violación, y es cuando, aun sintiéndose gananciosos con la medida, la protestan, pero eso no es más que un puro bulto.  

Para lograr que el pueblo se conforme con la aberración de la Junta Central Electoral, el PLD, hace el bulto de que no está conforme con el arrastre buscando que los partidos de la oposición (y el pueblo) acojan tranquilos la resolución, haciéndoles ver que ellos, también han salido "perjudicados". 
Esa fue una medida muy bien pensada, y nadie es tan pendejo para no pensar que la misma, fue elaborada en el seno del gobierno, y enviada al infeliz y venal juez de ese tribunal electoral, para decidir basado en ella. Nadie creería que, el presidente títere de la Junta Central Electoral, haya tenido en su distorsionado mobiliario de la cabeza la idea de sacar con pinzas las provincias con mayor nivel de votación, además de tener la agudeza de tener en mente que, los actuales senadores de cinco de esas provincias, pudieran ser en un futuro inmediato, llevados a la justicia por los sobornos de Odebrecht.
A nadie le cabe en la cabeza que, este nuevo violador de la constitución, cometería la torpeza de hacer aprobar ese adefesio anticonstitucional, sin antes dárselo a conocer a sus amos del palacio pues él no está ahí, par pensar con su propia cabeza y él lo sabe bien, porque con lo primero que lo amenazarían si se trata de pensar con cabeza propia, será cancelarle a todos los familiares que tiene cobrando lujosos sueldo en el gobierno. 

Ese señor, en tan corto tiempo en la Junta Central Electoral, ha demostrado que es una mula de reata, a la que arrean desde el palacio nacional. Ese tipo de personas me recuerdan un viejo dicho que se usaba en mi pueblo para referirse a personas de poca monta; "El que nació para dulce de coco, de piñonate no pasa". En Ocoa, eso se interpretaba como que, si tu naciste para ser un pelele,   no servirás para otra cosa más que para eso, y en el caso que nos ocupa, este nació para ser arreado como mula de una recua.
Según la Real Academia Española, acepción #3), CIto-.Pelele:  "Persona simple e inútil. FIn de la cita.

Él sabía muy bien que estaba violando la  constitución, al tomar esa infeliz medida sobre el arrastre de los votos de los diputados hacia los senadores en esas importantes provincias del país, y a mí que nadie me diga que no recibió una orden desde el palacio nacional. Los peleles no toman decisiones de esa naturaleza, sin el apoyo de un tercero superior a ellos, es decir, de un amo a quien le deben demasiado.
El gobierno se siente bien con la medida del arrastre, en las seis provincias anunciadas por la Junta Central Electoral, pues sabe que tiene la capacidad de comprar los votos que necesita en las provincias de pocos votantes, usando el poder y todo dinero del presupuesto nacional que haga falta.

Si el pueblo se "apendeja", o se sigue "apendejando", y se conforma con el actual  "arrastrazo" de los venales jueces de la Junta Central Electoral, el PLD habrá conseguido lo que quería, es decir, hacer como hacía Balaguer, tranzándose por el arrastre en solo seis provincias como ellos mismos lo han dispuesto, y de refilón, se lo habrán metido frío, hasta donde le dicen Cirílo al pueblo y a los partidos de oposición.  La Junta Central Electoral no está para interpretar leyes contenidas en la constitución; ese es papel del tribunal constitucional, otra basura del sistema de justicia de la República Dominicana.