miércoles, 22 de mayo de 2019

CHÁCHARAS: EL ARRASTRAZO DE CASTAÑOS Y SU ORQUESTA


por Henry Osvaldo Tjeda
El tremendo tollo del juez títere de la Junta Central Electoral y los demás músicos de su orquesta, ha hecho metástasis en los ánimos del rabioso presidente de gringolandia. 
El jefe de los rubios "masca chiclets", no perdió el tiempo y en bola de humo, le ha pedido a todas las empresas que tienen que ver con informática en los Estados Unidos, a que eliminen todos los  softwares que tengan la opción de arrastrar archivos de una carpeta a otra, o hacia cualquier otra parte, ya que, según dijo, a su gobierno ha llegado la noticia de que en la República Dominicana, están haciendo un mal uso de los arrastres no solo de archivos de que tienen que ver con préstamos, sobornos, con dinero y hasta con plantas eléctricas, sino que, también están arrastrando gente de un lado a otro a las malas. Para que en esas compañías entendieran mejor lo que él les estaba diciendo, les aclaró lo siguiente: "Cuando dije que arrastran gente de un lado a otro, me refiero a que están trasladando la comida de los burros, del establo del cofrecito, hacia el establo del barrilito".
Dijo que, su país siempre ha sido solidario con los países democráticos, y no va a permitir esa vagabundería, y mucho menos de gente de la que ya le han contado que son demasiados mañosas.
Conjuntamente con esa prohibición, gringolandia, le envió una amenazadora carta al presidente dominicano, en la que lo recrimina por ser tan angurrioso y cabezú, al permitirle que su títere en el tribunal electoral dominicano haya abusado tan asquerosamente de los votantes de este país, dividiendo la sociedad en dos segmentos como si se tratara del Tratado de Basilea, solo que, en este caso, en  uno de los segmento elimina el arrastre de los votos de los diputados hacia los senadores en unas veintiséis provincias, pero que lo anula en las otras seis restantes que, dicho sea de paso, son las más importantes y de más número de votantes del país.
La carta, según se supo, en uno de sus párrafos, lo siguiente:
 "Señor  presidente del batey con luz al que ustedes todavía suelen llamarle dizque república, si usted no quiere que le armemos un peo enviándole a nuestro secretario de estado, Míster Pom PEO, para que le llene ese gobiernito de peos, será mejor que dejen sin efecto esta vulgaridad del arrastrazo". 

Más adelante la carta decía: "¿Acaso se ha vuelto usted loco, carajo? ¡Mire, lea usted bien esto! A partir del recibo de esta carta, le estamos dando cinco días para que dejen sin efecto ese arrastrazo del carajo, y para que tenga tiempo de ponerle carácter a eso, suspenda los brinquitos de esta semana, si es que tenía en agenda brincar charquitos". ¡Ah! y no recibiré un no como respuesta.  
"I hope you have understood everything I said, sir jumper".

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