jueves, 9 de enero de 2020

VIVENCIAS EN LA ROMANA: UNA FASTIDIOSA NOCHE EN EL CINE

Por Henry Osvaldo Tejeda Báez 
 Fui al cine días atrás, a ver una película, de esas sentimentales que a veces aparecen, cosa rara, porque lo que vende en estos tiempos son aquellas en que las cabezas andan rodando por el piso, donde le dan una "puñalá" a alguien por la yugular que suelta un chiguete de sangre y cuando esa sangre se riega en la pared, parece una pintura abstracta, de esas que no entiendo ni jota.

Creo que para hacer esas "obras de arte", el artista compra una lata de Pidoca y la bombea de golpe en el lienzo y, ¡Zas!, ahí está la vaina, dispuesta para la venta por miles y miles de pesos. Luego, con aquel aire de príncipe, el pintor empieza a detallar lo que significa cada trazo de la pintura. Si soy yo que hago eso en mi casa, hasta el divorcio me pide la mujer por asqueroso embarrador de paredes. Si yo fuera un pintor de esos que hacen crean pinturas abstractas, hiciera lo que siempre hice desde niño, coger dos trozos de mosaicos, untarles lodo fino o cemento de esas mezclas que hacen los albañiles para empañetar y luego  los pegaba, y al despegarlos de golpe, aparecían unas figuras rarísimas que uno podía interpretar que eran lo que a uno les diera la gana  que  se  parecieran. O tal vez,  miraba hacia el cielo en un día claro con nubes bien claras y fáciles de interpretar. No creo que  haya  habido niño, al que una nube cualquiera no se le pareciera a cualquier cosa,  incluso, hasta a un tío, un mulo, un perro, un viejo, etc..
 En la película de la historia, había un marido cornudo (al lado mío, había sentada una señora y otro señor contiguo a ella). Esa señora,hacía un comentario por cada escena, cosa esa que me pone las orejas tan calientes que se puede fácilmente asar un par de batatas en ellas. La señora siguip hablando, y ahora casi voceó:
 _ ¿Por qué esa mujer no se divorcia de ese pendejo?" y dirigiéndose al vecino, quien supongo que era su esposo, le dijo: "El día que yo sepa que me has hecho algo así, te mato en la primera vuelta".
En una escena, el actor cuernero, va por una calle oscura y le cayeron a golpes como cinco hombres, lo asaltaron y lo dejaron maltrecho; ahí mismo dijo la mujer de al lado:
_"Asimismo, denle duro al maldito, denle por abajo pa'que sufra ese canalla, yo sabía que algo tenía que pasarle, el que la hace la paga", y dirigiéndose al esposo decía: "Ve cogiendo apuntes, porque te estoy acechando no creo que llegues ni a la primera vuelta, desde que sepa algo te doy tu "Rilí".
 En eso, el actor se repone y vence a los agresores y la señora solo dijo: "Maldita película tan mala". Ya encojonao", le dije a la señora: "Mire doña, deje sus comentarios para cuando salga, tenga piedad de este auditorio".
 ¡Madre de todos los santos, para qué dije eso! La doñita se volteó hacia mí soltándome un ensarte de boches, con amplio repertorio de malas palabras:
 _Ah bueno, ahora si me jodí, toy mirando una porquería de película y además de eso, tengo que ponerme un zíper en la boca porque a este sujeto le molesta que abra el jooico pa´comentá esta ñeca de película. Sepa Ud. señor que, esta boca es mía y pagué mis malditos cuartos pa'decír lo que me dé mi maldita gana. 
¡Pero qué joder y no amanece! ¡Siéntese en otra silla si le molesta lo que digo y hago! Fue lo que hice, me senté en otra fila. En eso, la mujer del actor principal, conoce a un tipo que empieza a cortejarla y ella, muy recatada, le dijo que era casada y que no podía serle infiel al marido, bla, bla, bla. Ahí fue cuando mi ex vecina dijo:
_ Pero mujer del demonio, hazle caso a ese hombre, no ves lo bueno que tá ese malvao?" ¡Pero qué mujercita mas pendeja; si soy yo, me lo jondeo al tiro.
 La actriz, luego tuvo un accidente y en su lecho del hospital le decía a su hijita: "Mira, mamita, si me muero, recuerda que tu eres lo que más he querido en mi vida, bla, bla. Entonces mi ex vecina comienza a jimiquear y, haciendo bembitas dijo: "Pobrecita mujer, primero los cuernos y ahora ese accidente, que vida más cruel y qué película del diablo mas mala, y dirigiéndose al esposo dijo:
 _ Si un día me veo en una situación así y me dicen que mientras yo estoy en la clínica, tu andas con otra mujer, será lo último que hagas en tu vida, porque la puñalá que te daré te servirá de respiradero, es más, mañana mismo voy a averiguar dónde estabas el sábado, cuando no contestaste las siete llamadas que te hice, ya verás lo que va a pasar.
 En eso, se oyó una voz en la sala, que decía:"Pero, ¿es que no hay nadie que calle a esa azarosa? ¡Ya lárguese de aquí, mal educada! ¿Ud. cree que está en la gallera o en la cámara de Diputados? La mujer ripostó: 
_ ¡Váyanse ustedes, yo pagué mis cuartos y hasta que esta porquería de película no se acabe no me voy!, y en cuanto a ti (dirigiéndose al esposo), allá en la casa seguimos hablando de" ¡¡¡Aayyy!!... No pudo seguir hablando, el golpe que se oyó, parece que le hizo tragar la lengua. La mujer salió "desgaritá", prácticamente brincando los asientos, mientras el hombre le decía: ¿Qué te habías creído carajo? - Crees que voy a seguir aguantándote vainas delante de las gentes, indecente, es en el cine que estás, esto no es la gallera, ¿quién te dijo que eras narradora de películas?
 La mujer no oyó nada, porque salió tan "turulata" del cine, que hasta dejó en el piso dos dientes, una caja de pinchos, un par de rolos, un jaboncito y una toallita con el logo de un reconocido motel, y llegó a Katanga preguntando por su casa, luego se averiguó que ella vivía en piedra Linda, ese '"majaguazo" la dejó loca. En la sala del cine se oyeron aplausos y voces que decían: ¡¡¡¡BIEN HECHO!!!!!!

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