jueves, 24 de octubre de 2013

CHÁCHARAS DE UNA TARDE PERDIDA POR CULPA DE "LOS MONOS CHILLONES"

Me da apuros escribir este tipo de Vivencias, pues tengo muchos amigos evangélicos, pero debo decir que entre las congregaciones, haya personas demasiado emotivas y fanáticas que le hacen pasar un mal rato al más lindo. Personalmente, a mí me tienen al coger el monte. Les pido a mis amigos cristianos, y que no se sientan mal con lo que aquí van a leer, ya que es solo un desahogo que ahora necesito. Debo decir que mi madre, murió siendo pastora de una iglesia pentecostal por lo que  le debo respeto a sus "colegas" de la fe.


Por Henry Osvaldo Tejeda
Mi mata de mamón, ¡carajo! cuánto quiero a esa bendita mata que, además de darme su fruto, me provee de una buena sombra donde puedo idear mis chácharas y recordar mis amplia gama de vivencias. Debajo de esa mata, siento confort; bueno, no plenamente, debo de bajarle algo porque en ese lado de la calle hay una casa vecina donde se reúnen unos evangélicos que no sé si llamarlos cristianos o jauría de monos aulladores. 
Esa mata de mamón, es un símbolo que me hace recordar mi infancia en mi natal San José de Ocoa, durante mi etapa de mamoneador, o maroteador.

Un día cualquiera, como a las 2 de la tarde me siento en el patio a leer un poco. En la referida casa, empezaron a cantar unos cánticos que, aunque con voz desentonadas, se escuchaban mas o menos bien; hasta ahí todo iba bien hasta que escuché un ¡Aleluuuuyyaaaaa!!!. Sobresaltado, solté un gran coño y  puse mis oídos atentos a la casa vecina donde viven los evangélicos.

Esa fue la del carajo, esa gente empezó a gritar y a hacer bulla a la vez que tiraban unos "bolíos" (En ocoa le llamamos así a cierto tipo de brincos). Parecían una jauría de monos chillones. Todos voceaban al mismo tiempo pareciéndose al traquetear de una AK-47, o una ametralladora calibre 50. Y eso que, sólo eran como cuatro o cinco mujeres y dos o tres hombres, pero eso bastó para intranquilizar al barrio. 


El problema no era tanto la voceadera, la vaina fue que hablaban todos al mismo tiempo y en un idioma que estoy seguro de que ninguno de ellos entiende ni jota de lo que ellos mismos dicen.
Había un mujer que, al parecer, una palabra le dio hipo porque decía la misma vaina cada tres segundos, como  un disco "rallao".
Me gustaría saber si alguien me puede traducir alguna vez estos disparates a los que ellos llaman "hablar en lenguas", sería interesante saber si alguna de esas retahilas de pendejadas, tienen algún sentido.
Aquí les dejo unos cuantos "vocablos" de los que escuché ,a ver si algún lector es capaz de darme luz al respecto.


¡¡¡Sarramamacata taratuta!!!  ¡¡Sucumata sapaturra!! ¡¡Macanuca, sacanuuuca!! ¡¡Saratumba...matanumbarrambala!!  ohhh  Diossssssssutanato, racara talodemudo. ¿? No es una burla, porque no estoy relajando, lo estoy escribiendo tal como lo grabé en mi móvil.


Dos horas se pasaron los marchantes en esos menesteres, y cuando pensé que se había terminado la tortura fue cuando uno de los hombres empezó a "predicar" (las comillas en predicar  las pongo porque no sé si se le puede llamar predica, a decir dos mil doscientas palabras, y de esa cantidad, mencionar mil ochocientas veces el nombre del Diablo en sus distintas versiones: Satanás, Belcebú, El Pájaro malo; El enemigo; El tentador, El Pecusio, Lucifer, Mefistófeles, entre otros. 

Satanás tiene otros nombres pero son muy sofisticados, por lo que la feligresía común e inculta no conoce, somo lo son: Asmodeo, Baal, Azazel, Abadón, y astaroh, entre otros
La persona cuerda que pasara por el frente de esa casa en esos momentos, imagino que pensaría: ¡Carajo! Cuantos locos juntos! ¡Que buena asociación de disparatosos!!!

Yo digo que esa religión está penetrada por el Vudú, solo vaya usted a un "Prillé" (rito haitiano donde se baila de manera alocada, se toma "romo" al por mayor, y se hacen cosas raras y feísimas como descocotar"pollos para tomarse sangre. Unos dicen que esa es una cultura del pueblo haitiano, yo se lo acepto, pero no antes de decirle que eso es una barbaridad digna de la falta de educación y el salvajismo del que por cierto, no salen los haitianos y ahora también miles de  dominicanos. 

En resumen, luego de la "prédica", nuestros queridos héroes de la historia cantaron un par de himnos que, aunque desentonados, les quedó muy bien. Luego vino la oración final para terminar con el culto (En esos momentoes si que es atinado  taparse las orejas porque lo que viene no es jícara de coco; así empezó:

"¡Oh, Padre celestial, gracias por reunir a tus ciervos para alabarte padre; gracias por no dejar que Satanás meta sus narices en esta santa morada....cuando dijo Satanás,  parece que abrió un grifo que tenía atajados los gritos de cientos de monas chillonas, pues al parecer, la palabra Satanás es su grito de guerra, porque ahí mismo empezaron de nuevo.... La palabra Diablo, es lo mismo que ponerle a un gallo de pelea, otro al frente. ¡Ofrézcome, carajo, cuánta rabia!


¡Reprende señor al pájaro malo, siiiiiii! ¡Aleleuyaaa, gloria a Dios!!  -dijo una doña- para luego añadir: ¡Aleja a ese perro sarnoso de tus siervos! No te queremos aquí Satanás! "El que habita al abrigo del altísimo, morará bajo la sombras del omnipotente......
¡Gloria al señor!  -dijo otra-
¡¡¡samarrratuuta, catalalalalfarrrra!!!¡
¡¡Zurrutatilanaaaaaaaa malucasilanoooo, bla, bla, bla, y todo eso te lo pedimos en el nombre de hijo nuestro señor Jesucristo:

Amén, alabado sea Dios. ¡Fuera Satanás!

¡Maldición, esto es el colmo, debería mudarme de aquí, pero yaaaaaa!
 






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