martes, 7 de octubre de 2014

CHÁCHARAS: EL ENCOJONAMIENTO DE OLEGARIO



 Por Henry Osvaldo Tejeda

Olegario Pérez, está enfurecido por los precios de los combustibles y la carne de pollo, por los apagones y por otras vainas más que hacen de la vida del dominicano, un puro desastre.

Se va a uno de los programas de panel que se transmite en una emisora local y pide externar sus quejas. Allí lo reciben y lo introducen en la cabina de transmisión.

El panelista"
_ Señor, diga usted su nombre por favor, y explíquenos cuál es el motivo de su visita a esta emisora.
_ Mi nombre es Olegario Pérez, y no es un motivo, sino, un paquete.
_ Bueno, con toda la decencia que puede caracterizar a una persona de su edad, dígale al pueblo sus quejas, por favor.

Olegario se "acoteja" en la silla giratoria, se ajusta el sombrero, tose un poco para aclararse la garganta, y comienza:

_ Mire, yo he venido aquí, porque ya estoy con la sica en el cuello, vivo una vida de puro encojonamiento. Mire, ahora mismo, usted me pone una batata en cualquiera de mis orejas, y de seguro que se le asa en un santiamén. 


_ Pero Don Olegario, usted vino a incomodarse la vida aquí o a decir lo que le pasa? -Le dijo otro de los panelistas-


_ Es que lo que me está pasando, no es a mi sólo que me pasa, es a todo el país. Con decirle que, yo gano al mes 15 mil pesos y, con los descuentos, me salen como catorce mil pesos más unos chelitos.
¿Creen ustedes que esa vaina me da para nada, si cada vez que voy a comprar cualquier "pendejaíta", ya ha subido de precio?
_ Tiene usted toda la razón, Don Olegario, dijo uno de los panelistas, solidario con Olegario a la vez que lo instó a seguir.

_ Miren amigos, vayan calculando lo que les voy a decir: de los 15 mil pesos que gano, pago cinco mil pesos de alquiler, pago dos mil de colegio por dos niños que tengo, aparte del pasaje y cualquier mierdita que se puedan comer en el recreo, se me van cien pesos. ¿Cuántos van? -Preguntó-



El panelista sumó: 5 mil más dos mil, mas cien y dijo:
_ Van siete mil cien pesos.
_ Muy bien, dijo Olegario. Ahora, métamele a eso el pago de los fiaos en el colmado de mi compadre Adriano que son, seis mil "tululuses" más, ahora van, 13 mil  cien pesos.

"A eso súmele, novecientos pesos de luz, seiscientos del Cable (televisión), y debo decirle que no tengo teléfono porque entonces sí que la puerca retorcería bien el rabo". Ya vamos por 14 mil seiscientos, eeeehhhh? 


¡Mírenlo ahí, ya se acabó el sueldo!, pero eso no es nada, ahora es que viene lo sabroso. Señores, yo soy diabético. ¿Con qué dinero podré yo mantener una enfermedad tan maldita como esta?

Los panelistas, se quedaron mudos y hasta hubo un silencio que, fue roto por Olegario cuando dijo casi voceando:
_ Es el Diablo que me está llevando, estos malditos precios nos están jodiendo a todos. ¿Para dónde coño, es que estos políticos ladrones están llevando a este país?


_ Pero, cálmese Don Olegario, estamos en radio y, no es bueno decir malas palabras porque nos pueden cerrar el programa, dijo uno de los panelistas.

_ Lo siento, pero, coño, miren cuáles con mis condiciones, me estoy muriendo y no tengo para mis medicamentos, mientras allá en las alturas, hay gente robándose el sudor de mi frente. ¿Debo estar conforme? Claro que no, así es que, un coño que yo diga como desahogo, no es suficiente para lo que estoy pasando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario