CHÁCHARAS: CÓMO SABER QUE ESTÁS VIEJO

Henry Osvaldo Tejeda
Hay muchas formas de saber cuándo nos estamos poniendo viejos, y el que no las ve, sencillamente, es porque se niega a verlas por el miedo a las consecuencias de estar a viejo aunque todavía no lo sea.

Diez años atrás, yo podía matar un mosquito en el primer intento y de un solo manoplazo por más "jucho" y esquivo que fuera el zancudo, pero para matar uno hoy día, tengo que dar tantos manoplazos como aplausos recibe un tenor cantante de ópera. Al verme tirando tantos manoplazos y trompones al aire, cualquiera diría que estoy aplaudiendo a nadie, o en el peor de los casos, que perdí el juicio.

Hay otra forma de darte cuenta de cuando ya está por llegar tú pasado meridiano, y es la que creo más dolorosa, porque eso puede traerte recuerdos de cuando eras joven. Esta se da cuando ya estás listo y servido sexualmente, cuando tomarte una viagra es lo mismo que comerte una tayota sin sal, porque no te sabe a nada ni te hace nada, porque la pastilla es para enderezar el garabato, pero no es una varita mágica, si no sirves, no hay forma de que la pastilla te cure. Es más, te puedes dar una "jartura" de viagra, y lo más que consigues son decepciones y aceleramientos del corazón sin que puedas conseguir nada "por ahí abajo", y es peor aún, porque esos acelerones te pueden llevar a guindar los tenis.

Una de esas decepciones te ocurre, cuando ves pasar uno de esos mujerones a las que obligatoriamente tienes que mirar, sin importar que tengas a tu esposa al lado, y que al verla no es el gusto que te dale, sino que, se te quieren salir lágrimas solo de pensar en aquellos tiempos cuando eras un hombre.

Pero ocurre algo, tú mismo te consuelas preguntándote ¿pero que carajo es lo que estoy mirando? ¿Por qué amargarme la vida pensando en lo que yo haría si esa mujer se vuelve loca y me llama para que tengamos un choque de carritos?¿Con qué carajo le voy yo a responder?
Ese es un consuelo pendejo, pero es tú consuelo, por lo menos te desahogas y ya hasta reconoces que no sirves ni para comida de puerco en cuanto a sexo. Si no estás conforme con lo que te pasa, escucha la canción Desiderata, o hazte tu mismo una misa de cuerpo femenino ausente.

Pero hay un forma que no falla para darte cuenta de que estás, o te estás poniendo viejo. Esto lo sabrás cuando te sientes en el sanitario y sientas que tienes algo frio colgando. Ese "friíto" en tus partes, es la mejor de las pruebas de que ya no puedes ni contigo mismo. Si es que no sabes que esto te está pasando, es porque la canana de tus bolas ya aprendieron a nadar.

Con la vejez de las mujeres no me meto, ellas saben cuando eso les está pasando, pero ¡ay, de aquel que se meta en eso! Todos sabemos que cada mujer tiene su fecha limite para dejar de cumplir años pero, para evitar los chichones en la cabeza, no es recomendable hablarles de su edad.