jueves, 21 de mayo de 2020

CHÁCHARAS DEL POLÍTICO QUE LLAMABA AL DIABLO, SIN RECIBIR RESPUESTA

por Henry Osvaldo Tejeda
En el ante despacho del palacio nacional, la secretaria personal del presidente levanta el teléfono y dice:
 _ Sr presidente, aquí está el señor fulano: él tiene cita con Ud hoy y dice que es urgente.
_ Muy bien, hágalo pasar, contestó el presidente.
_ Hola señor presidente, ¿cómo está usted?
_ Aquí, un poco atareado con este desmadre que he encontrado, dejado por esas hienas; Parece que pasó un ciclón batatero, ¿qué se te ofrece viejo amigo?
_ Señor presidente, yo he venido aquí solo a darle un recado, porque la persona que me envió me escogió a mí por ser  un amigo común de ambos.
_ ¡Ajá!, y ¿quién es el dueño del mensaje que me traes?
_ Vine de parte de Fulanilo de Tal.
Cuando el presidente escuchó el nombre, se echó hacia adelante y exclamó.
_ ¿Qué? Pero no, no, no, yo no lo puedo creer. Y qué carajo quiere ese sujeto enviándote aquí, porque ya tú  oiste lo que yo te acabo de decir de un ciclón batatero.
_ Bueno, yo le voy a decir las cosas claras. Nuestro amigo, se ha olido que le tienen preparados en su contra como veinticinco expedientes para someterlo a la justicia, y aunque todavía no le han enviado ninguna citación, él pensó que siendo Ud. una persona que no es dada a ser vengativa ni retaliadora, y que no se le conoce que sea usted alguien de esos, a los que les gusta hacer leña del árbol caído, él le ruega que por favor, llame al procurador para que le diga que pare esos expedientes, porque solo de pesar que puede ir a la cárcel, le va a dar una vaina que caerá "tiesecito". Con decirlle que ya empezó a sufrir de la presión arterial, que se le han "aflojado" las rodillas, que está sangrando por la junta del Epiplón, que ya habla solo como los locos, y que se pone a vocear disparates y palabras incoherentes. Mire señor presidente, a veces, se manda en una carrera y se sube en la azotea a vocearle no se sabe a quién, un chorro de cosas como: ¡cójanle la placa, que esos diablos me quieren joder"; "aperreen a eso malditos de mi vecindario", "búsquenme una cruz ahora mismo", "Anden rápido carajo, y traigan al peregrino para que me santigüe" contra estos malditos diablos vestidos de negro!  Señor presidente, él hombre está de remate, y hasta se quitó el bigotico dizque para que nadie lo reconozca, pero además de todo eso, ahora también tiene un curso crónico, además de....                
No pudo seguir hablando, porque el presidente lo interrumpió  para decirle:
_ Espera, espera un momento; ¿qué es eso de que tiene curso crónico? ¡No me hables con palabras raras que yo no conozca!
_ Perdón, señor presidente, es que en los pueblos, la gente creen que ofenden cuando hablan con extraños con su forma de decir las cosas, y entonces les cambian las palabras, pero para ser más claro, nuestro amigo lo que tiene es una churria que se lo está llevando "El Pecusio", desde que supo de todos esos expedientes que le van a tirar encima del lomo; es como para que se muera en la cárcel.
_ ¡Ah, okey!, ahora entiendo. ¡Prosigue con el recado! Le dijo el presidente.
_ Pues bien, a nuestro amigo le brotó de  nuevo la vieja saranana con virgulilla que le salió en la cara hace un par de años, y como  usted recordará, él tuvo que irse a Estados Unidos a curarse ese Güiri Güiri, porque se le hinchó la cara de tal forma que cualquiera, podía confundirlo con una calabaza grande y colorá.
_ Bueno, pero ¿qué carajo tengo yo que ver con que él tenga todos esos problemas de salud? Yo no soy médico.
_ Señor presidente, ya le hablé claro qué es lo que él quiere.
_ Mire amigo, dígale a él que lo siento en el alma, es más, puede que ni lo sienta nada, pero en su caso no puedo hacer nada, primero, porque como presidente, yo no tengo velas en la procuraduría general de la República, lo segundo es que, fue una promesa de campaña que hice de no interrumpir  ni meterme en los casos de corrupción y dije que la justicia será la que decida la suerte de los acusados, y tercero, ese señor, se pasó casi una década llamando a la puerta del Diablo, y como este nunca le contestaba ni le abría, a él se le metió en la cabeza hacer y deschacer con el dibalo y su familia lo que le dio la gana, creyendo que al no recibir la reacción del diablo, era porque este le tenía miedo. Así, año tras año siguió tocándole la puerta, o sea, tentando al Diablo. Usted  podrá recordar que, la vez más reciente que fue con su escándalo frente a un gran público, el tipo hasta desafió al diablo diciéndole bien voceado para que lo oyeran todos: "Yo a ti te voy a ganar y lo haré atento a mí, solo tienes que abrir la puerta para que veas quién soy yo". Hizo alardes de mucho poder y dinero, llegando a decir que, habría dinero para todo el que tuviera la barriga pa´lante. Estaba demasiado seguro de que el diablo se iba a meter el rabo en el culo, pero como hay un dicho en el pueblo que dice que "El Diablo nunca está en su casa", pero el día en que volvió con sus chácharas queriendo asquerosear de nuevo al dibalo, ese mismo día, el diablo tenía al diablo en la cabeza, ¡Oh, sorpresa!, el diablo no soportó más y decidió abrirle la puerta.
_ El presidente se calló para tomar aire, y mientras estaba callado, el emisario le preguntó.
_ Pero señor presidente, si no es mucha molestia le pido por favor que me diga usted, qué le digo a nuestro amigo, porque la historia del diablo, no le he entendido bien.
_ Espera, espera, no la entiendes porque no me has preguntado qué pasó cuando el diablo le abrió la puerta, dijo el presidente.
_ Bueno, con tal de que me dé la respuesta que debo llevar, y para no hacerle perder su valioso tiempo, entonces, dígame usted, ¿qué pasó cuando el pájaro malo abrió la puerta?
El presidente,  ya un poquitito más calmado, le dijo al emisario;
_ Bueno, cuando se abrió la puerta, y ese sujeto que te mandó a pedir cacao ante mí le vio la cara a Pezuña, se dio cuenta de que no debió ser tan abusador y que no debió  nunca jugar con la verdad; que no se debe abusar ni burlarse de alguien que, por estar tranquilo saboreando sus amarguras, él puede abusar de él sin que este otro reaccione, por eso, cuando el diablo abrió la puerta solo se oyó un golpe: ¡TITUÁ! Le dio un majaguazo en medio de la cara con todo y boca que el tipo se mandó en una carrera, se metió en su casa y luego, cuando supo que el diablo le enviaría todo un ejército de diablitos a pedirle cuenta de las tantas veces que fue a molestar y que abusó de su casa, lo que ese tipo tan descarado hace, es  mandarle al diablo un emisario para que le perdone de las tantas pendejadas que hizo en contra del santo diablo. 
Dicho esto, el presidente se paró, y despidió con cara de no muy buenos amigos al emisario con estas palabras.
_ Si usted no me entendió, el abusador, es el tipo que lo envió a usted a venir donde mi a pedir clemencia, y el emisario es usted. Así es que, dígale a ese carajo, que para pichón mucho voló. Que se las arregle él solo  como pueda con todos los diablitos que le acosarán mientras vida tenga, porque el diablo se siente tan asqueroseado por él que, ni dejándolo podrirse en la cárcel podría pagar el daño que hizo. Ahora lárguese de mi despacho, y dígale a ese ebgebdri de la maldad, que no me envíe más emisarios porque yo, que soy el representante de ese diablo llamado pueblo, no moveré un solo dedo para ayudarlo, y dígale que, si piensa que probarme de nuevo enviándome a uno que otro calvo de mi entorno para que me convenza, ahí mismo se van a guayar los dos.
El emisario se fue con el rabo entre las patas y pensando:
¡Carajo!, ¿y qué es lo que se le ha metido a ese hombre, porque hasta donde yo sé, él era un tipo decente y muy sosegado? Ahora ni sé qué coño lo voy a decir a mi amigo, porque tampoco entendí nada de lo que me ha querido decir, aunque sé que no era nada bueno. Me luce como que mi amigo se va a podrir en la cárcel. Pero nada, cuando ese tipo de personas como mi amigo está en la cumbre, hacen todas las mierderías habidas y por haber, sin ponerse a pensar que le llegaría una situación como la que  hoy está atravesando, no solo él, sino, todos los canchanchanes que tenía al lado, y no dudo de que muchos de esos empresarios que también se unieron a él para llamar a la puerta del diablo, las van a pasar feas. Personalmente, yo deseo que sea así, para que se terminen los abusos y sobre todo, las vacas sagradas que se creen que están por encima del bien y del mal.

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