martes, 5 de mayo de 2020

Chácharas: Las ratas de un barco a la deriva.

Por Henry Osvaldo Tejeda.
Esta era una vez que....Bueno, de esta manera era que empezaban los cuentos de caminos que los muchachos nos relatábamos en los pueblos. Así mismo voy a empezar este narración que traigo hoy, y que promete jurungarle la paciencia a los que se les ocurra leerla por estar de curiosos. Si muchos no la entienden, me da un pito.
Esta era una vez, un súper barco lleno de pueblo que navegaba por un océano al que  todavía se le podía llamar país. Como en todos los barcos grandes donde cabe tanta gente, había toda clase de marineros y tripulantes. Sucede que, el capitán del barco se murió y se desató la del diablo, porque había varios miembros de la tripulación a quienes se les abrió un gran apetito de ser capitanes del gran barco. Las luchas entre esos golosos aspirantes a capitán fue tan dura que, hubo que reunir a la tripulación para hacer un asamblea de los principales miembros de la misma, a fin de buscar una solución que evite que el gran barco zozobrara. En el mismo océano, navegaba también una gran nave que era la reina de los mares del área, en el que los pasajeros que iban en ella, ya  se estaban "jartando" del capitán,  por la equivocada forma de ser capitanear, por la mala y errática dirección por la que estaba siendo enrumbada esa nave, porque además de que el capitán no servía para nada y que era un inepto y medjio dictador, ya tenía demasiados años dirigiendo el barco. 
La oficialidad de ese gran barco, que era el líder los mares del área, era tan, o más corrupta que el propio capitán, razón por la cual, los pasajeros llegaron al hastío del repudio hacia todos ellos.  Las cosas en el  primer barco de esta historia, estaban tomando ya un giro peligroso, pues los seguidores de los dos aspirantes a capitán hicieron toda clase de desórdenes en el barco, llegando al extremo de caerse a tiros y lanzarse sillas; se recordaban sus madres y se sacaban todos los trapos al aire, se sabían todo el diccionario de las malas palabras y se las voceaban a todo pulmón, sin respetar que hubieran niños en cubierta; en fin, se comportaban como perros peleando por una perra en celo. Eran unas rebatiñas que ya tenían enojada a más de la tercera parte de los pasajeros, quienes  veían ya con malos ojos a  la oficialidad de más alto rango, especialmente, a los rabiosos aspirantes que optaban por la capitanía. Uno de ellos era calvo, bueno, para decir la verdad, era más  plebe y disparatoso que calvo. El otro aspirante, vivía entruñao, y con cara de no muy buen amigo. Ya cansados de pelear hicieron una pausa, y fue cuando lo más sensato de la oficialidad del barco, para evitar que este se fuera a pique con tantos pasajeros a bordo (Más de diez millones), convocaron a una  asamblea general, a la que ellos llamaron "Elecciones Primarias", en las que tanto la tripulación como  los pasajeros del gran barco, habrían de decidir a quién querían para capitán del mismo. Se escogieron dos aspirantes para competir. En ese trajín, llegó el gran día de las elecciones primarias; la concurrencia fue muy buena, pero cuando se dio el nombre del ganador, se armó la del perro bolo; la del diablo prendido en candela. Ni en la caja de Pandora se desataron tantos demonios como en ese barco repleto de tanta gente.  Los revoltosos del bando perdido, destrozaron el barco casi por la mitad, a decir de una de las partes, pero luego se vio que la parte que dijo eso, solo se llevó una cuarta parte de los pasajeros además de  uno que otro oficial de a bordo, y unos que otros tripulantes. 

Con la madera del gran barco, los ganadores de las primarias hicieron una yola, mientras que el perdedor, se las agenció con el dueño de la nave líder de los mares en esos momentos, para que este pusiera a su favor, a todos sus oficiales que también le llaman jueces y fiscales, a fin de que le escamoteáran el nuevo capitán el  nombre del barco que acababa de perder las elecciones primarias porque ganó con trampas. Hizo de todo para quedarse con el nombre y el logo del primer barco de la esta historia, y lo logró, porque el dueño del barco líder le dio en la madre a los que ganaron las primarias, a quienes prácticamente, sacaron del océano.
Los ganadores, que perdieron el logo y gran parte de la nave, tuvieron que conformarse con las tablas que quedaron del gran barco, y decidieron construir una yolita para empezar de nuevo a navegar por ese inmenso mar de incertidumbres. Hicieron agua muchas veces, pero insistieron en hacer su yolita y la hicieron. Al cabo de unos años, al dueño de la gran nave líder de los mares fracasó, es decir, lo hicieron fracasar, y el que lo hizo fue uno de sus mejores amigos, pero que nunca le perdonó la afrenta de desconsiderarlo cuando lo aplastó dejándole caer encima los mástiles de la nave líder; lo arrastró  y luego de trapear la cubierta con él,  lo amarró con  la cuerda mas gruesa que había en el barco.
 El líder del océano, hizo galas del mote que le habían puesto; le llamaban El León, y se ensañó con su amigo, un tipo con poca carne, de magra estatura y que portaba un bigotíco parecido a la  marca que deja un machetazo en el pámpano de una mata de plátano. El motivo de ese ensañamiento, no era otro que, los deseos del asqueroseado ex oficial del barco, de querer ser capitán cuando no debió aspirar porque al llamado León, nadie se le podía poner de frente ni tratar de hacerle sombra, porque él era el faraón, el jeque, el chivo que más meaba a la sazón, estaba en su apogeo. Era el rey de la nave y rey de los mares, incluso, hasta rey de los aires porque no se apeaba de un avión; prácticamente vivía en las nubes.

Por su parte, El asqueroseado ex oficial de la nave líder, se apeó de la misma y se fue a refugiar en su casa, a jugar con perritos, gallinas y patos. Pasó par de años de retiro voluntario en la casa, sufriendo el dolor de ser asqueroseado por el tal León, hasta que un día se le metieron unos brujos del sur en el juicio, y decidió no quedarse con una asqueroseada que lo había dejado chueco. Fue cuando encendió una candelita en una esquinita de la cabina de mando de la nave líder, cuyo capitán lo seguía siendo El León, que es lo mismo que decir,  su verdugo. Esa candelita se convirtió en un gran fuego volcánico, que arrojó lava en toda la cubierta de la nave y el  envalentonado ex oficial, se agenció la amistad y el apoyo de la mayoría del Comité de Oficiales de la nave líder, e  incluyó al hombre del bigote de locomotora, quien era el dueño de un pedazo del otro gran barco que se rompió. En resumen, en un par de años, al ex oficial de la nave líder, al asqueroseado, le llegó la hora de destutanar al Capitán León, y lo destutanó; no tuvo piedad de él; no solo le dio en la jeta con el mismo mástil mayor de la nave líder, sino que, al final, lo lanzó al agua infestada de tiburones que traficaban con drogas, quedándose él como el capitán de la gran nave. Al momento de esta narración,  aún sigue como capitán de esa nave, pero ya no es del todo la nave líder, porque ese capitánha metido tanto la pata que ya está a punto zozobrar, y de muy mala manera por haber actuado no como un buen capitán, serio y honesto, sino, como el  líder de una destructora flotilla de barcos piratas, corsarios, bucaneros, filibusteros y hasta de vendedores de ajo. Por todo eso, es que los pasajeros de la otrora gran nave lider, le han dado la espalda  a este torcido capitán, y solo espera el momento de sacrificarlo, no como cordero, sino, como hiena 
Volviendo a la yolita que tuvieron que fabricar los que "ganaron" las primarias, pero que perdieron el logo del gran barco, entre otras cosas, de nada le valió haber ganado porque precisamente, ha sido el actual capitán de la gran nave quien les tronchó a los dueños de la yolita sus aspiraciones de hacerse dueños de esa gran nave, primero,  en el 2012 y luego en el 2016.  Así como hizo el actual capitán de la gran nave cuando fue aplastado por capitón León, así hicieron los oficiales del primer gran barco, cuando se quedaron a penas con tablas para construir la yolita, o sea que, encendieron una candelita en la nave líder, dando muestras de tener una  mejor trayectoria para la gran nave, distinta a la que el actual capitán ha llevado hasta el momento. Esa candelita del barco Moderno, además de ser ayudada a prender por la mayoría de los pasajeros,  es acicateada también por los eternos desfalcos y escándalos de corrupción, cometidos por toda la oficialidad de la gran nave, incluyendo al propio capitán, quien en lugar de dirigir la nave a buen puerto por rutas de progreso y desarrollo, lo que ha hecho, no es más que ser el capitán  de verdadera flotilla de piratas, corsarios, bucaneros y hasta filibusteros.
Ahora, el lider del barco Moderno, ha ganado una gran simpatía dentro de la nave lider, al punto de que, el capitán de este último, está loco y dando saltos al vacío mortificado por el gran empuje de la que fuera antes apenas una yolita. Hoy, lo que se dice en la nave líder es que se van, no sé a quiénes se refieren ni hacia dónde de van, pero la voz de la gran mayoría de los pasajeros repite a troche y moche l as palabras, se van. Tal parece que es así, porque lo yolita aquella del inicio, se ha convertido en un gran buque en el que se ha subido casi la  mayoría de los pasajeros que antes viajaban en la nave líder. Esta narración no tendría sentido, si no digo el verdadero motivo que me impulsó a hacerla, es decir, referirme a los que desde el primer momento, eran los tripulantes y oficiales del barquito que se quedó con el logo y una gran parte de las tablas del primer gran barco, que quedó reducido a dos montones de tablitas. Uno de los dueños de una parte de lo que quedó del gran barco del inicio, denominó su parte como El Barco del Jacho Prendío, y la otra parte se hizo llamar, El Barco del Nuevo Jacho, pero hubo una protesta del dueño del primer jacho, yéndose con el chisme donde su amigo contraparte de la firma de un pacto de corbatas, el llamado León. Este accionó entre su oficialidad y hubo que quitarle el nombre al segundo Jacho, y los tripulantes de ese barco tuvieron que acatar las órdenes del gran Leéon, y tuvieron que ponerle como nombre, El Barco Moderno. 
FINAL.

Siendo el barco del Jacho Prendío, aliado del barco líder de los mares del área, y que este último está viviendo sus últimos depósitos como inquilino del océano, o sea que, ya ese barco está a la deriva y en pocos meses ha de zozobrar, también tiene que zozobrar el barco del Jacho Prendío. Pero lo que no se esperaba  el capitán del barco del Jacho Prendío, es que gran parte de su oficialidad, al ver que ese barco está en las últimas y que pronto se hundirá, ahora decidieron volver a lo que antes era una yolita, y que ellos la abandonaron para irse a comer bueno de la abundante comida que le ofrecieron los dos capitanes del barco líder, pero que ahora está por irse al fondo del mar, cosa que ellos no están dispuestos a hacer, porque según dice el pueblo sabio, cuando las ratas ven que el barco hace agua, ellas son las primeras que lo abandonan. Hoy, están llegando ratas al barco que antes era una yolita, porque ya vieron que la comida está por  terminarse en los próximos meses en el barco líder, y como ellos no pueden quedarse sin comer mucho y bueno, ya olieron que en el Barco Moderno puede que haya comida hasta para hacer gárgaras. Este tipo de ratas son muy dañinas, y si el capitán y la oficialidad del Barco Moderno los pierden de vista, en el momento menos pensado pueden robarse, no solo la comida del barco, sino, hacer que su capitán caiga preso por actos sucios cometidos por ellos. Tan sencillo como eso.

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