miércoles, 12 de enero de 2011

VIVENCIAS EN SAN JOSE DE OCOA: " EL ENTIERRA VIVOS"

Por Henry Osvaldo Tejeda

En Ocoa, como en todos los pueblos del país, hay personajes pintorescos. He hablado de  Luis Aguasvivas (Luis pai) y de sus ocurrencias y si alguien  quiere hacer  alguna aclaración de lo que voy a decir, los remito al propio Luis, quien era quien les servía de juez a los dos personajes de mi " historia", en una competencia que tenían para saber quien de ellos era el líder en "vestir muertos", es decir, llegar primero a una casa mortuoria en el pueblo de Ocoa para ayudar a vestir al muerto y meterlo en la caja.

Esos dos personajes eran: el respetado comerciante Ñoño Reyes, y el administrador del Hotel Restaurant Marien, el jocoso Jovino Isa.

Estaban empatados ocho a ocho al momento de suceder lo que relato en "mi historia".
La competencia consistía en llegar primero al lugar donde habría muerto alguien, ayudar a vestirlo y meterlo en la caja; el que conseguia nueve, de 17 visitas, era el ganador.
  Ñoño tenia un saco gris de casimir, que era como su uniforme para asistir a los velorios, tanto asi que, cuando pasaba por una calle cualquiera vestido con ese saco, los vecinos se preguntaban: " Quien habrá muerto hoy?.
                                                                
Jovino tenia un calié que era amigo y canchanchan de Luis Pai, y se notaba que estaba a favor de Jovino aun siendo juez de la competencia porque con Jovino, en su calidad de administrador del Hotel Marien, se conseguían mas vainas, entre ellas: chicharrón de pollo, empanadillas, bizcochos y hasta  "romo".

Cuando le decían a Jovino, que vieron a Ñoño con ese saco puesto, se volvía como loco y preguntaba por el nombre de la calle por donde vieron a Ñoño, y enseguida se mandaba en una carrera a pie, o pedía un motor prestado para ir a indagar en que casa alguien había estericado las patas.
Cuando el calié le daba la noticia de que murió alguien (o estaba agonizando), Jovino llamaba a "Cucaracha" el camarero del restaurante:
--Ven acá Cucaracha,  atiende esta vaina porque tengo que hacer una diligencia urgente.-
Cucaracha ya sabia a lo que iba Jovino y solo le decía: -Un día de estos te vamos a enterrar a ti por pendenciero".
Cucaracha, era un moreno de mas de seis pies de alto. Llegamos a jugar baloncesto juntos, pero así como era de alto, lo era también de mal jugador. Carajo, no es posible tener un tamaño tan grande, que el aro del tablero te quede tan cerca de la boca y no meter la bola ni mandándola por un caño.
Cuando Cucaracha se paraba debajo del canasto, se parecía a San Martín de Porres, eso me imaginaba yo cuando veia que el aro le quedaba casi en la misma cabeza y parecía una aureola de esas que le ponen a los santos en los cuadros.

Debo decir que Ñoño, era un señor muy decente y respetable, no se perdía una misa y era muy amigo del Padre Luis Quinn. Tenia un almacén de venta de provisiones, donde iban los campesinos a comprar desde un rollo de cabuya, hasta un trozo de ¨hueva¨ de tabaco.

La Hueva, era una rueda de tabaco muy requerida por los campesinos para hacer sus ¨pachuches¨ y algunos preferían  comprar sus picaduras de tabaco desmenuzadas, conjuntamente con papel de funda que, era con lo que elaboraban sus tan ¨jediondos¨ y rusticos cigarros. El humo de esos cigarros le hiede a los chicos de pueblo¨a vomito de borracho "amanecio".  Ñoño también vendía implementos de labranza.

A propósito de labranza, así se llamaba una estancia que estaba ubicada en las afueras del pueblo, hacia el Oeste. En esa Estancia (LA LABRANZA), residía un señor de nombre Ramón Tejeda, mejor conocido como Ramón Manita (no se porque el mote de Manita). Ahí vivía con su familia, muy buenas personas por cierto, con los cuales tiempo despues, mantuve una muy buena relacion.

Pero señores, Ramón Manita no era un flaicito al pitcher, a ese hombre se le metía el mismo Diablo cuando grupos de chicos adolescentes (incluso yo) cruzábamos las alambradas de La Cerca (así se le llamaba en Ocoa a ese tipo de propiedad con características de hacienda rural) con el sano fin de marotear, porque habían varias frutas en esa Cerca, de lo mas apetitosas como: Mamones, Cajuiles, Mangos, Caimitos y Guanábanas (estas ultimas, mas agrias que los reportes sobre la economía dominicana que nos da Leonel Fernandez y El Banco Central, para tratar de engañar al pueblo, y hasta a mi mismo, que soy del club de los pendejos; al menos, eso piensan ellos.

Desde que Ramón Manita sentía la presencia de intrusos en sus frutales, se mandaba en una carrera, machete en mano y....... a Dios que reparta suerte!!!.
Se armaba entonces el "juidero" por toda la Cerca, Ramón atrás y nosotros en la vanguardia, y no paraba hasta que encontrábamos un " boquete" (agujero, hueco, etc) por donde escabullirnos y salir del peligro de ese machete con filo "vaciao".


Ya a buen resguardo, habían algunos de los chicos,los  mas jodones, que le voceaban a todo pulmón a Ramón Manita: -El Diablo te lleve Ramón Patica!!. Esto encojonaba mas a Ramón que el robo mismo de las frutas y acercándose a la alambrada nos voceaba: Las nalgas de sus madres son las paticas, hijos de la gran puta!!!!

Traje a colación lo del maroteo y Ramón Manita, porque, a Ñoño Reyes, que estaba empatado 0cho a ocho con Jovino Isa en la competencia de  ¨vestir muertos¨, le llego la noticia de que Ramón Manita había fallecido por lo que, sabiendo que Jovino tenia sus calieses que le informaban de todas las muertes en el pueblo, se fue en "Bola de Humo" a su casa, distante solo a una esquina del almacén, se puso su saco "marrón-velorio" de casimir y arranco hacia La Labranza por un caminito que había por detrás de su almacén, pasando por una ¨Pocigla¨ de crianza de cerdos (en Ocoa no se dice pocilga como debe ser, sino, pocilga, es lo que yo llamo un campesinismo) y llego a la casa de Ramón, encontrándose con la sorpresa de que ya el muerto estaba en la caja cambiadito y todo. Le dijeron que Jovino, ya había ido a ayudar con esos menesteres.

-¨Pero Dios mio, y que hombre del diablo es ese", se preguntaba Ñono refiriéndose a Jovino porque no lo podia creer, había perdido la competencia, viviendo a solo unos pasos de la casa de Ramón Manita.
Ahi  fue que se "encojono" de verdad y empezo a regar en el  pueblo que Jovino había metido a Ramón Manita en la caja estando todavía con el cuerpo caliente, con tal de ganar la competencia, entonces le puso el mote de " ENTIERRA VIVOS"  a Jovino.

Se preguntaran ustedes, y como diablos se dio cuenta Jovino de la muerte de Ramón Manita antes que Ñoño? Fácil; es que Luis Pai estaba haciendo cuentos en el parque cuando le atacaron unas tremendas ganas de ir al baño, pero como a Luis no le gusta hacer pupú en sanitarios (me lo dijo Ángel Sanchez, Alias Ñaña, quien conoce a Luis mas que cualquiera por ser vecinos desde niños), por eso se fue al Hotel Marien y le pidió a Jovino un paquete de servilletas y se mando en una carrera hacia el monte, precisamente por los lados de La Labranza, donde se  aplasto debajo de una mata de Cajuil y oyó lo que le parecieron gritos.

 Ni corto ni perezoso, Luis Mocho  (de cortar) la porquería que estaba haciendo, y se mando en una carrera alocada hacia el Hotel Marien, allí le dijo a  jovino que le pareció escuchar que donde Ramón Manita estaban llorando.   Ay, para que fue eso, Jovino alquilo un motor y se apareció en La Labranza a realizar lo que le dio  el primer lugar de Vestidor de muertos.

Repito, cualquier pregunta sobre esta historia, vayan a preguntarle a Luis Pai y a Angel Sanchez que fueron los que me impulsaron a hablar de estas cosas.