domingo, 21 de abril de 2013

CHÁCHARAS: EL ALUMNO ÑAME



Por Henry Osvaldo Tejeda
ocoano@hotmail.com

Luisito Candelario,  es un joven a quien sus padres tienen como muy inteligente en los estudios; un día llegó desde la escuela como dos horas antes del despacho normal y la madre preocupada, lo increpó: 

_ ¿Qué buscas aquí tan temprano?
_ Nada Má, es que el profesor se incomodó conmigo por una tontería.
_ Será mejor que me expliques en qué consistió esa "tontería", no creo que te saquen de clases así por así.

_ Má, créeme, es una tontería; tu sabes que yo estudio mucho y explico bien mis clases todos los días, lo que pasa es que el profe dijo que yo lo estaba relajando por algo que me puso a hacer y según él, dizque yo le salí con un relajo. Tu sabes que yo no relajo Má.
_ Así es, pero dime qué pasó?

_ Má, tu me viste ayer hoyando en todo el patio con un pico y una pala y hasta me castigaste por todos los hoyos que hice en todo el derredor de la casa y de la verja.

_ Claro que te ví, y vas a tener que tapar de nuevo todos esos hoyos y sembrar de nuevo las matas que tumbaste porque sólo a un loco se le ocurre hacer semejante disparate sin saber lo que busca. -Dijo la madre-

_ Pues mira que yo sí que estaba buscando algo, pero caramba Má, que tarea más difícil esa que me puso el Profe, me las pasé hoyando casi toda la tarde sin encontrar lo que me él quería por eso es que me ha sacado hoy del aula antes de tiempo.

La madre ya desesperada, quería saber en qué consistía la tarea encomendada a su hijo, por lo que lo apremió; no quería más rodeos y le dijo:
_ Termina ya de decirme el problema, o voy a tener que ir al colegio a encarar al profesor, yo sé que aunque tienes algunos problemitas de retraso en el "tutú" (léase, juicio, así decimos en Ocoa) desde pequeño, pero no creo que eso te haga ser un desquiciado en pleno ejercicio, yo sé que tu eres muy aplicado y "juicioso". Esto último lo dijo, para atenuar un poco lo cruel que había sido con el hijo con sus palabras anteriores.

_ Bueno Má, para que veas que fue una tontería te diré que yo, en las demás materias, soy un leonazo pero en lo que a matemáticas se refiere esa no me entra ni con sueros ni con cucharitas. -Dijo el hijo sincerizándose con la madre, quien lo creía un Albert Einstein, pero era también cierto que nunca le revisaba las tareas escolares, es obvio.

El chico siguió con su relato:
_ Mira Má, no sé qué fue lo que le dio al Profe conmigo porque me dijo que yo tenía que buscarle para hoy la raíz cuadrada de varios números y que si no lo hacía, iba yo a reprobar esa materia, por eso es que me viste pasar casi dos horas hoyando debajo de los árboles del jardín de la casa, y con tan mala suerte, que no encontré ni una sola raíz cuadrada.

Hubo un silencio "cementerial" (me inventé esta palabra para no decir el cliché, "sepulcral"). La madre miraba al chico entre incrédula y con ganas de matarlo. El chico continuó:

_ Pues bien Má, cuando le expliqué al Profe lo que hice en el patio y que no encontré nada, ese hombre se puso rojo y me sacó de la clase diciéndome que yo soy un fresco y atrevido por quererlo relajar". Escuché que dijo: 
_Esos son los futuros diputados y senadores del país, igualitos que los de ahora". 
También lo escuché cuando dijo: 
_ ¡Carajo, ocho años han bastado para que el país haya perdido su capacidad de asombro. ¡Que maldito desastre, cojollo! 

La madre no dijo nada, volteó hacia la cocina asombrada por las cosas del jodio engendro que había parido y mientras esto pensaba, el chico le voceó:
_ ¡Oye Má, para mañana tengo que llevar el árbol genealógico de la familia! ¿Cuál de los que están en el patio es el de la familia?

¡Ay, noooo! Se dijo la madre escandalizada con lo que acababa  de escuchar y se mandó como una loca hacia donde estaban guardados los serruchos, sierras y demás aperos de jardinería, no vaya a ser que este tubérculo hijo suyo tumbara todas las matas del jardín, buscando el árbol genealógico de la familia.

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