Por Henry Osvaldo Tejeda Báez ocoano@hotmail.com Hoy quiero referirme aunque sea
brevemente, a los partidos de izquierda y el discurso que no dejan en el pasado.
Muchos dicen que en este país no
existe izquierda, pero yo sé que sí existe, sólo que no han tenido la capacidad
de aprovechar las coyunturas que se les han presentado para alcanzar, por lo
menos, cuotas de poder por su terquedad en no limpiarle el rostro a su forma de
actuar de cara al pueblo.
Los ya anacrónicos pronunciamientos de la izquierda dominicana, quienes siguen
distanciados de la realidad del país, mantienen un discurso fuera de
tiempo, discurso acre, si se quiere, en contra de los demás partidos del
sistema. No saben mamarse su teta y la del vecino, se creen que una revolución
sólo la puede hacerse desde la izquierda y a mi a mi humilde forma de ver las cosas, esono es así.
Más pa'lante hay gente,
malas y buenas, escoja usted con quién aliarse pero hágalo, porque de manera
solitaria, en estos tiempos usted no va pa'parte alguna.
Y aunque yo sé que tienen razón en casi todo lo que dicen en sus acusaciones en
contra de los partidos tradicionales, lo ideal sería que buscaran la avenencia
de los más liberales, como el PRD y otros pequeños partidos emergentes, y
tratando de evitar ese discurso de barricada y disociador de décadas pasadas
que, lo único que hacen es, sangrar sentimientos y alejar posibilidades de
alianzas fructíferas.
La izquierda debe hablar de acuerdos y de alianzas estratégicas momentáneas,
que en nada les afectaría sus radicales pensamientos.
Debe "guardar" aunque sea por el momento, el radicalismo y
acogerse a trabajar hombro con hombro con esos partidos liberales, haciendo
acuerdos basados en las circunstancias actuales en que vive el país, es
decir, refundir ideas para sacar lo mejor de todos los posibles aliados.
A la izquierda le sería más cómodo poner en práctica sus ideales desde adentro,
desde posiciones de poder donde podrían poner en práctica más libremente y sin
persecución oficial, sus planes futuros.
El PRD es el partido más grande de este país y donde militan las clases mas
bajas del país (y la mayor parte de la clase media), por tanto, mal hace la
izquierda en querer hacer verano sin ayuda de un partido con el que simpatiza
más medio país.
Ojala que para el 2016, la sienten cabeza y piensen con el cerebro para congraciarse con el pueblo y no con el romanticismo de la revolución violenta; yo,
en mi fuero interno, no descarto nunca la posibilidad de una revolución
violenta ya que es la mejor manera de llevar a cabo las grandes
transformaciones que necesita este país y aunque hoy la mayoría de las
condiciones básicas para una revolución armada están dadas, falta conciencia y
una izquierda compacta capaz de aglutinar las fuerzas vivas en un proyecto
reivindicador de tal magnitud.
Ahora lo apremiante es, salir del gran problema dominicano, es decir, el
partido (ya ultraconservador) más corrupto de nuestra historia republicana, el aliado de lo peor de otros partiditos compuestos por anti dominicanos, que
mantienen al país en la pobreza extrema.
La izquierda debe y tiene que hablar de alianzas, obviando que, cada partido del
sistema, tiene sus ideales y su forma de pensar y que hay que respetárselas
para poder convivir y buscar la meta común, que es el poder.
Los izquierdistas y los liberales pueden convivir en un proyecto de gobierno
sin necesidad de que cada uno pierda la esencia de su pensamiento ideológico.
Liberales e izquierdistas pueden convivir, aunando criterios en pro de una meta
común y específica. De eso es que tienen que hablar para el 2016 y olvidarse de hacerse creer los mas puros. .
domingo, 7 de abril de 2013
LA IZQUIERDA Y SU DISCURSO
Por Henry Osvaldo Tejeda Báez ocoano@hotmail.com Hoy quiero referirme aunque sea
brevemente, a los partidos de izquierda y el discurso que no dejan en el pasado.
Muchos dicen que en este país no
existe izquierda, pero yo sé que sí existe, sólo que no han tenido la capacidad
de aprovechar las coyunturas que se les han presentado para alcanzar, por lo
menos, cuotas de poder por su terquedad en no limpiarle el rostro a su forma de
actuar de cara al pueblo.
Los ya anacrónicos pronunciamientos de la izquierda dominicana, quienes siguen
distanciados de la realidad del país, mantienen un discurso fuera de
tiempo, discurso acre, si se quiere, en contra de los demás partidos del
sistema. No saben mamarse su teta y la del vecino, se creen que una revolución
sólo la puede hacerse desde la izquierda y a mi a mi humilde forma de ver las cosas, esono es así.
Más pa'lante hay gente,
malas y buenas, escoja usted con quién aliarse pero hágalo, porque de manera
solitaria, en estos tiempos usted no va pa'parte alguna.
Y aunque yo sé que tienen razón en casi todo lo que dicen en sus acusaciones en
contra de los partidos tradicionales, lo ideal sería que buscaran la avenencia
de los más liberales, como el PRD y otros pequeños partidos emergentes, y
tratando de evitar ese discurso de barricada y disociador de décadas pasadas
que, lo único que hacen es, sangrar sentimientos y alejar posibilidades de
alianzas fructíferas.
La izquierda debe hablar de acuerdos y de alianzas estratégicas momentáneas,
que en nada les afectaría sus radicales pensamientos.
Debe "guardar" aunque sea por el momento, el radicalismo y
acogerse a trabajar hombro con hombro con esos partidos liberales, haciendo
acuerdos basados en las circunstancias actuales en que vive el país, es
decir, refundir ideas para sacar lo mejor de todos los posibles aliados.
A la izquierda le sería más cómodo poner en práctica sus ideales desde adentro,
desde posiciones de poder donde podrían poner en práctica más libremente y sin
persecución oficial, sus planes futuros.
El PRD es el partido más grande de este país y donde militan las clases mas
bajas del país (y la mayor parte de la clase media), por tanto, mal hace la
izquierda en querer hacer verano sin ayuda de un partido con el que simpatiza
más medio país.
Ojala que para el 2016, la sienten cabeza y piensen con el cerebro para congraciarse con el pueblo y no con el romanticismo de la revolución violenta; yo,
en mi fuero interno, no descarto nunca la posibilidad de una revolución
violenta ya que es la mejor manera de llevar a cabo las grandes
transformaciones que necesita este país y aunque hoy la mayoría de las
condiciones básicas para una revolución armada están dadas, falta conciencia y
una izquierda compacta capaz de aglutinar las fuerzas vivas en un proyecto
reivindicador de tal magnitud.
Ahora lo apremiante es, salir del gran problema dominicano, es decir, el
partido (ya ultraconservador) más corrupto de nuestra historia republicana, el aliado de lo peor de otros partiditos compuestos por anti dominicanos, que
mantienen al país en la pobreza extrema.
La izquierda debe y tiene que hablar de alianzas, obviando que, cada partido del
sistema, tiene sus ideales y su forma de pensar y que hay que respetárselas
para poder convivir y buscar la meta común, que es el poder.
Los izquierdistas y los liberales pueden convivir en un proyecto de gobierno
sin necesidad de que cada uno pierda la esencia de su pensamiento ideológico.
Liberales e izquierdistas pueden convivir, aunando criterios en pro de una meta
común y específica. De eso es que tienen que hablar para el 2016 y olvidarse de hacerse creer los mas puros. .