Henry Martínez y su esposa Ivelissse Polanco (Foto tomada del Muro de Facebook de ella) |
Llegar
al mundo con el compromiso de tener que morir, es algo para tomarse en serio,
cosa que la gente no hacemos porque nos vemos el transitar de la vida pasar por delante de nosotros y no le damos la importancia que merece, por lo corta de la misma.
Sólo cuando nos vemos de frente con la muerte, sentimos el verdadero terror, al que no tomamos en cuenta mientras estamos imbuidos en las banalidades de la existencia, y ensimismados en nuestros asuntos del día a día, pero así somos.
Sólo cuando nos vemos de frente con la muerte, sentimos el verdadero terror, al que no tomamos en cuenta mientras estamos imbuidos en las banalidades de la existencia, y ensimismados en nuestros asuntos del día a día, pero así somos.
Henry Martínez, mi gran
amigo y compañero de tantas sanas andanzas en la niñez y en la adolescencia, acaba de morir. Un ser ejemplar al que nadie en San
José de Ocoa (su pueblo), puede señalar por haberse visto envuelto en el más mínimo de los problemas. Se puede decir que Henry, era un santo imperfecto. Santo, por sus grandes virtudes humanísticas y su correcto accionar en la vida, y lo de imperfecto, porque así somos todos los humanos.
Miguel, conversa animadamente con Henry |
Cuando me dieron la infausta y dolorosa noticia, no sabía si llorar o
ponerme a escribir; me decidí por las dos, porque ese amigo merece, no sólo una
lágrima, sin,o todas las que un ser humano que lo haya conocido, pueda tener en su interior.
Es difícil escribir sobre
un amigo de la estatura, del arraigo y de la constante presencia que tuvo Henry Martínez en mi vida; es tanto lo que hay que escribir de
ese buen amigo, buen padre, excelente hijo y mejor esposo, y por más que yo escriba sobre su comportamiento y sobre su vida per se, siempre me voy a quedar corto, pero por lo menos, lo estoy intentado. No es nada fácil, lo reitero.
Hoy, ese amigo deja
en la orfandad a dos hijos, a los que hizo profesionales y que, tanto su esposa como ellos lo adoraban y lo trataban como su ídolo terrenal, tanto por ser tan buen padre, como por ser tan buen amigo.
Ivelisse Polanco, su
adorada esposa, mi admirada y querida
Ive, una mujer abnegada y trabajadores que siempre supo
estar a su lado en las buenas y en las malas (¿Las malas? Su diabetes y sus problemas en la columna vertebral) y hoy llora sin consuelo la partida de
su amado y querido "Greñas", apodo este que, por llevar siempre el pelo largo, le endilgó su gran amigo Julio Alberto Santana, mejor conocido como Cacao, otro de mis amigos de la infancia.
Hoy baja a la fría tumba, una de las personas
más conocidas y reconocidas, no sólo en el ámbito ocoeño, sino, a nivel
nacional por las grandes amistades que supo cosechar con gente que tuvo la suerte de conocer a ese amable y jovial
hombre de bien.
Henry Martínez, laboró por décadas en Brugal & Cía, teniendo que abandonar el alto cargo que tenía en la empresa, por motivos de enfermedad, la misma que hoy y se lo lleva a la tumba.
Fue además un gran
sofbolista, formó parte del primer equipo de baloncesto organizado de Ocoa y participó en Los Primeros Juegos
Regionales Estudiantiles, celebrados en la ciudad de Azua, en la década de los sesentas, donde nos pasamos una semana en competencia con los otros pueblos del Sur.
Equipo de baloncesto de Ocoa en la década de los 60's. Representemos a Ocoa,en los Primeros Juegos Regionales Estudiantiles, en Azua |
Martínez, como le decían
sus amigos más cercanos, fue locutor de radio Ocoa por muchos años, y su padre Don
Adriano Martínez, era uno de los comerciantes más honestos y queridos del pueblo al igual que
su madre, Doña Lilian Ortíz, toda una santa que crió a sus ocho
hijos a los que dio una verdadera y sana educación basada en los mejores valores morales de la vida. Por eso, Henry era como era. (de tal palo, tal astilla)
El que trató a Henry Martínez, o a
cualquiera de sus hermanos sabe de la calidad humana y la bondad irradiada por
ellos, y el exquisito trato con siempre dispensan a los demás.
Por último, quiero enviar mis más sinceras condolencias, a sus hermanos: Marcos, Adria, Frank, Melvin, Cinthia y Liliana y, por supuesto, a Ivelisse y a sus hijos.
Por último, quiero enviar mis más sinceras condolencias, a sus hermanos: Marcos, Adria, Frank, Melvin, Cinthia y Liliana y, por supuesto, a Ivelisse y a sus hijos.
Adiós Martínez, no te
digo hasta luego porque no que nos volvamos a ver jamás, pero me quedo con el
agradecimiento del gran trato que para mi tuviste, desde que nos conocimos.
¡Carajo, Martínez!, esto sí que me dolió hermano, te llevaste parte de mi! ¡Descansa en paz, "Greñas"!
Gracias por sus palabras de parte de Melvin Martínez y familia!
ResponderEliminarHenry era de todos en Ocoa
EliminarConformidad a todos los hijos de casiano y lilliam martinez, paz a su alma .
EliminarAgradezco la corrección, el nombre del padre de Henry era Casiano, NO Adriano, como escribi.
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