
El moderador dice:
- Buenas noches compañeros! Desde este momento, queda abierta la sesión de este honorable comité político del glorioso Partido de la Liberación Dominicana, en el que se tratarán varios puntos de importancia vital tanto para nuestro partido como para los otros, es decir, para el resto del país! Para ser más específico, a ese resto del país, el compañero Franklin Almeyda le puso ya su nombre hace mucho tiempo, ellos son los corruptos, nosotros somos los peledeistas.
Antes que todo, quiero que el mozo de servicio pase por la mesa a servir el coñac que hemos traído para esta noche, es de lo mejor y de los más caros, como se lo merecen ustedes que son los hombres más dignos, honestos y sobre todo, creíbles y verticales. (Apláusos!

Temístocles, con las manos en la espalda se dirige al podio, pero antes de que llegara alguien le dijo que pusiera las manos delante del cuerpo. "Compañero, este es el local del PLD, no la penitenciaría de Najayo". Temístocles ni caso le hizo, siguió caminando y ya en el podio, levantó la mirada hacia donde estaban todos sus “compañeros”.
Los miró fijamente a todos, pero su mirada permaneció más tiempo en la figura de una persona en especial, quien, sintiéndose apuñalado con los ojos inyectados en sangre, cual un Nerón (Cesar romano) pero moderno, esperaba el momento de dirigir sus odios hacia el traidor. El “compañerito”, a quien miró Temo tan detenidamente se ruborizó, bajó la cabeza y hasta tosió; era Bruto, el traidor, perdón, quise decir Danilo, el presidente del país.

Temístocles se paró en el Podio y dijo:
_Buenas noches compañeros, vine a esta reunión solo a tratar un tema, (Todos se miraron aterrados, ) que es el siguiente:
_ "Según el abogado que habló en España de los sobornos de Odebr.....

Luego de ese escandaloso NO, ya Temo no pudo seguir hablando, mejor dicho, no lo dejaron terminar, porque desde el centro de la mesa se oyó otra voz del más pequeño en estatura que voceó:
¡¡No toques esa Tacla!!

¡Compañeros, la reunión ha terminado!. ¡Mozo, sírveme otro trago pa’llevá”!
Estas últimas palabras sobraron, porque desde que Temístocles dijo el "Chin" de palabras que pudo articular, ya todos estaban saliendo despavoridos hacia la puerta de salida.
Por favor, publique más a menudo.
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