sábado, 10 de marzo de 2018

VIVENCIAS EN SAN JOSE DE OCOA: LOS PASADIAS BAILABLES EN EL HOTEL MARIEN


VIVENCIAS EN SAN JOSE DE OCOA: LOS PASADIAS BAILABLES EN EL HOTEL MARIEN
Por Henry Osvaldo Tejeda Báez



La Pilié
Los pasadías bailables en el Hotel Restaurant Marien, eran amenizados por Julito Deschamps quien conformó un grupito de cuatro músicos en la ciudad de Baní para tal efecto. Ese grupito, también lo acompañaba en otros lugares donde tocaba. No recuerdo el nombre de todos, pero puedo recordar al cantante de merengues que lo era Rafael Guerrero; en el bajo estaba Hugo (no recuerdo el apellido, tampoco recuerdo al percusionista, pero recuerdo que el saxofonista se llamaba Juancito Sierra y que en Baní le apodaban "La Pilié"; era hijo del comerciante ocoeño Juan María Sierra.

Julito, quien vivía en Santo Domingo, era alcohólico, no cantaba si no tenía una copa al lado, y lo raro era que no le afectaba para nada la garganta, al contrario, muchos decían que si no estaba borracho no cantaba bien. Los locutores, cuando presentaban una canción suya decían: "Con ustedes, la voz aguardentosa de Julito Deschamps". 
Debo decir que, Tony Isa, me quería mucho, al extremo de decirle a Julito que él quería que yo cantara en el grupo unas cuantas canciones en cada pasadía, y que él se encargaría de pagarme. Deschamps no puso reparos, y dijo que me acompañaría con mucho gusto cosa esta que hizo durante los meses que duró tocando esos pasadías dominicales.

Desde el segundo domingo, yo le pedía a Julito que me dejara conectar el órgano durante los recesos, para yo ir aprendiendo a poner tonos que le había visto poner a él. No hubo problemas, así lo hice cada domingo. Rafael Guerrero, quien era el guirero y cantante merenguero siempre me sonreía cuando yo estaba en esos aprestos.

Para la época, ya yo tenía un grupito musical, que solo tocábamos  cuando Tonino Isa nos daba una que otra fiestecita en Rancho Francisco que en a la sazón, estaba arrendado por los Isa. Tocábamos en los días de reyes para los niños, hijos de los socios del Club Ocoa Inc. 

Julito y sus músicos llegaban siempre un poco antes de las 10:00, que era la hora de inicio del pasadía, pero un domingo, eran ya las 11:00 de la mañana y Julito Deschamps no aparecía. Los músicos llegaron primero y ya tenían todo conectado, cosa de que, cuando él llegara, empezar de una vez. Dieron las 12:00 y Julito nada de aparecer y ya los músicos estaban nerviosos, pero más lo estaban Tony y Jovino porque El Marien estaba que no cabía ni una mala palabra.

Cuando eran las 12:30, Rafael Guerrero el cantante de merengues, me dijo: "Osvaldo, ¿tú te atreverías a poner solo los tonos en el órgano, los que llevan los merengues que ya tú has oído que yo canto? Yo quedé frío pensando: "Si le digo que no, irían inmediatamente  para Baní, pero peor aún, esto es algo que un hombre como Tony Isa no soportaría, lo mataría la vergüenza". Yo lo veía salir a la esquina del parque, fumando un cigarrillo tras otro; con uno encendía el otro, mirando la calle Andres Pimentel hacia abajo, y la San José del lado de Anibal Medina, a ver si llegaba Julito Deschamps.
Tony Isa (epd)
Yo pensé, "No voy a dejar que Tony pase esta vergüenza, mejor la  paso yo, él no se lo merece. Fue cuando le dije a Rafael: "¿Con cuál empezamos? Ahí mismo se le iluminaron los ojos y empezó la música; me la busqué como pude y terminamos por fin la agonía del día, y yo no cabía dentro de mi por el gran reto que se me había presentado, pero más, por sacar a Tony de ese tormento. Tony respiró, y sentí que se quitó una gran carga de encima cuando me abrazó y me dijo: ¡Gracias, Osvaldo, qué bueno eres".

No se imaginan ustedes, queridos lectores, la sorpresa de Tony cuando desde el parque, escuchó sonar el primer merengue. Entró apresurado hacia el lugar donde estaban los músicos, y cuando me vio, solo atinó a sonreírme de lejos. Cuando terminó el set, fue donde mí y me dijo que él pensó que Julito había llegado por el lado arriba de la Andrés Pimentel sin que él lo viera.

Esa situación, sucedió también en la siguiente semana, pero ya para la tercera, yo me había puesto de acuerdo con Tony para que fuera el grupito de músicos ocoeños que yo había formado, y al que le había puesto el nombre de Alpha 70, los que tocáramos esos bailes los domingos y así, quitarnos del tormento de tener que esperar a que lleguen los músicos desde Baní para poder empezar los pasadías; Tony aceptó, y fue cuando Alpha 70 se afianzó por lo menos, en el ambiente festivo de Ocoa. En el grupo, solo Ramón Ramirez (Camón), leía música, el resto tocábamos de oído. 

El grupo estaba compuesto por: Ramón Santana (Bajo), Ramón (Momón) Núñez (Cantante merenguero), Ramón Ramirez (Camón)  en el saxofón, Fidelito en la tambora, Bienve Masa, tumbadora, patay en la bateria, y yo en el órgano y cantante de baladas.
Alpha 70
Era tanto el entusiasmo en el pueblo con esos pasadías que la gente, no estaba conforme por lo corto de tan buen ambiente, y hubo que inventar a la mitad de la semana, lo que llamamos EL Jueves Social; otro palo, esta tertlia festiva la hacíamos de noche, con luces casi apagadas,  y tuvo tan buena acogida que Pururú, administrador del "Bar Tres Rosas", tuvo que bajar las luces de su bar llevándolas casi al mínimo de luz con tal de atraer gente los jueves pues en El Marien, las luces con las que se bailaba eran casi inexistentes. Pero Pururú no pudo con eso. El Marien se convirtió en el lugar más popular, claro está, solo los jueves y los domingos porque en realidad, el principal negocio del hotel, eran las habitaciones y el de restaurante.
Bar Tres Rosas, el bar tradicional de Ocoa. está ubicado en la misma esquina que El Marien (Ver parte del balcón anaranjado)

Pururú, estaba que no tenía sitio, jueves y domingos, eran del Marien; quiso conquistarnos, pero nunca acepté. Pero ya para el año próximo, no sé qué le picó a Pururú, porque de repente me llamó para decirme que él quería que nosotros tocáramos en las fiestas patronales. Le dije que sí, y cuando le iba a hablar de precio, me dijo: "La puerta es de ustedes". Yo no lo podía creer,  nos estaba dando el cobro de la entrada en el mejor día de las patronales y en la fiesta más concurrida del año.
Foto de cuatro de los integrantes de Alpha 70, 45 años después
en un viaje que hice a Ocoa hace dos años. Fidelito, Patay,
Osvaldo y Camón
Fue una fiesta tan concurrida que, con la entrada a solo 50 centavos, hicimos lo que en Ocoa llamamos "una cuartá" (De dinero); esa misma noche nos lo repartimos en la glorieta del parque,duramos contando el dinero hasta casi las 4 de la mañana.
Qué buenos tiempos, carajo, cuando Ocoa era Ocoa. A nadie se nos ocurrió que alguien pudiera asaltartarnos.

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