miércoles, 25 de abril de 2018

CHACHARAS: PENDEJADAS QUE ME ARRUINAN LA DECENCIA

Por Henry Osvaldo Tejeda
Decía en la primera parte de "Pendejadas que me arruinan la vida" que, muchas veces, cuando veo una persona o algo que me llama la atención, raudo y veloz mi cerebro lo asocia con algún momento pasado de mi vida, ocualquier cosa que me atañe sea esta o no de mi agrado.
En las chácharas anteriores, hablé del locutor que anuncia el colchón Pillow top, postopédico de la Reina, pero hoy me voy a referir al viejo plebe y sinvergüenza que trabaja en un programa de la mañana en la emisora, Z101, y que para colmo de males, odia a Juan Pablo Duarte, llegando al colmo, la desfachatez, y el atrevimiento de decir que ese padre de la patria era un  homosexual; ¡Increíble, y todavía sigue vivo.

El que ha oído hablar a este señor, hasta sin haberlo visto nunca, ya lo conoce de cabo a rabo, porque con toda la basura que habla y con la atronadora voz que lo dice, nuestro cerebro se hace una idea exacta del tipo retratándolo "de pi, a pa", incluyendo su físico. Yo no lo conozco ni quiero conocerlo, porque cuando este tipo de persona abre la boca, se disparan los precios de los artículos de primera necesidad por ser un azaroso. 

Solo lo he visto en fotos, pero cuando lo escucho hablar mi cerebro lo dibuja como un ser odioso, repelente, de sentimientos nauseabundos, de bajos instinstos; además de perverso, irritable, vanidoso, "agentao", y que le gusta que lo alaben. El tipo se molesta cuando no recibe adulaciones hacia su persona, por tal o cual pendejada que a él ha dicho y que se le antoja que hay que alabarlo; él mismo se llama "El Sr Arvelo". ¡Vaya Ud. a ver qué clase de cretino narcisista! No hay malas palabras que ese carajo no haya dicho en esa cabina, desde insultos a la gente de afuera, como a sus propios compañeros.

 Alguien me dijo que este engendro de Belcebú, en otros tiempos era una persona decente, pero que con el tiempo, degeneró tanto hasta llegar al extremo de exhibir desde esa cabina de radio (Z101), los más bajos e inmorales sentimientos, una podredumbre humana sin límites, la que expone de la manera más ruin y perversa que uno se pueda imaginar. Al romper el "lambonímetro", este sujeto llevó los valores humanos recibidos en su casa al más mínimo nivel llegando a lo que es hoy; una miseria humana dedicado a hacerle daño al país por dádivas.
Este hombre, insulta a todos, le "mienta la mai" al más bonito si es que no se está de acuerdo con él, porque carece de dignidad. Es esquizofrénico y bipolar;  ha instaurado en el país la nueva filosofía de plebería radial y de la soecidad verbal; del lambonismo con el consabido "dame lo mío", y si no me lo das, te acabo por tacaño y malagradecido"  

Usted lo ve, pidiendo dádivas desde la cabina de la emisora, y cada vez que mencionan una persona importante, él dice estas palabras: "Ese está haciendo un trabajo extraordinario". Eso lo dice para que el funcionario lo oiga y se cantee con él, y ¡ay de aquel que él mencione y que se atreva a no mandarle "lo suyo"!

Este tipejo, se ha dedicado exclusivamente a defender a los personajes más corruptos del país, a cambio de dádivas que recibe en efectivo, porque tampoco le recibe cheques a nadie. Una vez lo escuché decir que, la corrupción no debe dejar huellas. 
Tiene una carpeta de "clientes" muy amplia, dada la cantidad de corruptos que tenemos en el país, y que cuando se ven señalados por el pueblo, ellos usan la lengua de este personaje, creyendo que la lengua de este puede volverlos honrados a la vista del pueblo.
https://iliocapozzi.blogspot.com/2018/04/chacharas-pendejadas-que-me-arruinan-la.html

Entre sus clientes, se encuentran: Diandino Peña; Víctor Díaz Rúa, Félix Bautista, Miguel Vargas Maldonado, a este lo apoda, "Micky el que resuelve". Ese apodo, se lo enganchó a Miguel cuando era el secretario de Obras Públicas, y quien le enviaba su sobrecito amarillo lleno de papeletas.


También están en su catálogo de clientes: el alcalde de Santiago y Leonel Fernández, entre muchos más. Ya Leonel no es su cliente, porque tan pronto salió del poder, este sujeto le sacó lo pies, para irse a arrodillar a los pies de Danilo Medina, quien junto a los funcionarios que manejan los más altos presupuestos, son hoy sus mejores clientes.

 Uno de ellos lo es, el ministro de Obras Públicas, quien es también el amo y señor de los famosos programas especiales de la Z101, que le vienen como anillo al dedo para usar los fondos del ministerio para darse a conocer.

El viejo locutor, en otros tiempos fue una persona querida por el pueblo por ser un doliente del sufrimiento de los más necesitados, hasta que se dio cuenta de que el más necesitado era él y empezó a tirarle piropos al gobierno que, estaba en plena campaña reeleccionista en el 2013, con la pregunta: "Y si el hombre sigue como va?" Las bocinas del programa le contestaban a coro: "Le damos cuatro más". 


Esos piropos los repetía todos los días, hasta que logró insertarse en el mundo del bocinaje, pero al no estar tan acostumbrado a esa forma de promoción, se mantenía en planos bajos, es decir, ya era una bocina pero todavía en el clóset. 

Luego de la "victoria" de Danilo con el famoso 63% que se inventó e impuso el capo político y jefe de la JCE, se arreciaron los famosos Programas Especiales. El dinero ha rodado por doquiera que se mueven esos equipos radiotransmisores, se hizo presente la mejor vida de los protagonistas. 

Esos programas especiales", eran (y son) pro gobierno pro "bolsillos del director", "pro bolsillos del dueño de la emisora", y pro posicionamiento político del ministro de obras públicas, quien no disimula sus deseos de terciarse "La Ñoña", y usa los cuartos del ministerio para posicionarse. 

Esos programas especiales, son la envidia del viejo plebe de la Zeta (El enemigo de Duarte), porque él sabe lo que ahí se mueve, pero la salud no lo deja estar involucrado, aunque sabemos que "lo suyo", siempre le llega, por otra vía. A veces, quiere referirse de manera maliciosa sobre esos programas, pero se calla a tiempo; no quiere líos con el dueño de la emisora; su jefe.

Cinco años más tarde, al jefe de los programas especiales ya no le da vergüenza haber dado el paso hacia los malos, ahora es tan gobiernista que el que más (La la palabra es, más gonzalista que Gonzalo), y hace su papel de bocina sin mucho estruendo pero tampoco sabe disimularlo. 


No critico el hecho de que se la busque, porque eso forma parte de nuestro folklor,  esa es la vida, además, el director de la emisora no le hace daño a nadie (Le tiene miedo a Alvaro Arvelo, eso sí es cierto) como las tradicionales bocinas, y no creo que él cobre un sueldo como bocina, pienso que el director solo se busca lo suyo aprovechando la coyuntura de la relación gobierno/Z101, y él,  trabajando, se gana lo suyo porque debo ser justo, el hombre trabaja con cojones.

¿Qué hacer, si a usted lo cogen por desfalcar una institución pública?

Muy fácil, contacte al protagonista principal de esta historia, pregunte el precio del alquiler de la lengua de este, y contrátele el cerebro; envíele como inicial un sobre lleno de cuartos, y ya con eso usted pasaría de ser un vulgar ladrón, a un hombre honorable, honrado, y hasta presidenciable. 

¡Ah! Si se cantea usted con un par de sobrecitos extras, será usted elevado al título de prócer y padre de la patria, muy por encima de Juan Pablo Duarte, porque ese mal nacido, es enemigo de la figura y obra del creador de nuestra nación. Y no puede ser de otra forma, viniendo de la boca de un mediocre con patas, con lentes con mucho saber, pero sin dignidad ni moral.

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