La chancleta -También la correa-, desde
siempre han evitado que el país se llene de delincuentes, y sobre todo, de
maricones, porque cuando un padre es celoso de sus hijos, puede lograr
enderezar cualquier entuerto de ese niño. Pondré un ejemplo:
Le dice el niño a su madre:
_ ¡Mira muchacho del carajo, quítese esos
sostenes que usted no es hembra!
Ya un adulto, si el niño sale pájaro, ya no es culpa de sus padres porque por lo menos, gastaron un par de chancletas tratando de enderezar la situación al evitar que a ese niño en un futuro, le fascine la idea de que le respiren encima de la nuca. Si luego de esos chancletazos "atiemposos" el niño no sale
pájaro, ¿Qué lo evitó? ¡Ah, la correa!, sí, fue la correa, o quizás los coscorrones, los
chancletazos, y por qué no, también los "jalones' de cerquillo (Y eso sí
que duele).
A mí que no me vengan con tantos "requengueques",
ni que bururún bararán; la tanta permisividad hacia los niños de hoy, es una de las causales de la gran fábrica de maricones y lesbianas (Entre otros males) que
tenemos hoy en la sociedad. Ya hay tantos maricones y lesbianas en el mundo que
ya hacen ola. El mundo está en peligro, así de sencillo.
Si esa casadera de hombre con hombre, y
mujer con mujer sigue al ritmo que va, llegará el momento en que no habrá gente
en el mundo, porque desde que se mueran los hombres y mujeres de verdad, no habrá
quienes embaracen a las mujeres porque
los pájaros son como las mulas; no paren.
¡Mami, ¿te puedo preguntar algo?
_Claro que sí, hijo mío.
_Mami, puedo jugar con estos juguetes?
_Pero muchacho del carajo, desde cuando tú has visto que los niños varones jugando con muñecas?
¡Abran los ojos, padres del mundo!
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