jueves, 12 de abril de 2018

TROZO DE CARNE CON BOCA, PORTADOR DE LA MALDAD DESTRUCTORA DE VERDADES


Por Henry Osvaldo Tejeda 

https://iliocapozzi.blogspot.com/2018/04/trozos-de-carne-con-boca-portadores.htmlLeí todo lo que, en un artículo publicado en Almomento.Net, le dijo un periodista bocina del gobierno a Ranfis Trujillo, a quien solo le faltó decirle peledeista, cosa esta que ya es mucho decir por lo que significa en este país esa palabra y sus sinónimos, no halagadores, por cierto.

No soy ranfista, lo he dicho mil veces, ni me seduce la idea de verlo en el poder, tampoco soy peledeista (Eso es obvio), pero al ver el titular del artículo en el que al articulista le brotó tanta cicuta, al igual que hacen los que como él le han vendido su lengua al gobierno, para despotricar impúnemente contra la oposicion, entonces, quise perder unos minutos leyendo lo que él dijo aún sabiendo que es un híbrido pluma, sesos, y dinero, alquilado. 

Que nadie crea que defiendo a Ranfis, eso es bueno que se sepa porque ahora, solo estoy enfrentado a una bocina a la que desde hace tiempo, deseaba leerle la taza por todo el hedor que brota desus artículos siempre para dañar a terceros, especialmente, al pueblo. No me importa lo que le dijo al tal Ranfis, mi pleito es con la bocina porque aborrezco a quien se vende, y a quien descalifica al pueblo y que ayuda a mantenerlo sojuzgado; para mi, las bocinas deben ser colgadas para escarmiento de los demás periodistas y comunicadores que viven de la inmoralidad.

El artículo, titulado "La retórica hueca de un truhán", escrito por un tal Nelson Encarnación, si lo hubiera escrito otro que no fuera un alquilado como tantos otros que reptan a los pies del poder quizás la gente le pusiera por lo menos, un poco de atención, pero que va, está desacreditado, y usa un vocabulario ofensivo, lo que le quita calidad a lo que escribe, de por sí, dañino. 

A los que siguen el discurso de Ranfis, el escribidor los culpa de ser unos incautos que se han dejado engañar por las mentiras de ese hombre, con un discurso tremendista, al que este califica de ser, "una telaraña de embustes y embaucamientos...". Tilda a Ranfis de embaucador, entre otros ofensivos epítetos, pero eso a mi no me importa porque mi tema no es Ranfis, sino, la sarruma que tengo desde hace mucho con este anti pueblo.

No creo en eso, el pueblo está escuchando lo que quiere escuchar y esa nube de gente que sigue a Ranfis no lo hace porque lo que este esté diga sea mentira o verdad, sino, porque este hombre se ha atrevido a decirle al pueblo de manera directa y sin pelos en la lengua lo que Luis Abinader, ni Hipólito Mejía se han atrevido a decir por los compromisos que tienen contraídos con el gobierno. Son esos los verdaderos culpables, de que este tipo ande hoy calle arriba y calle abajo diciendo lo que dice y exponiendo sus propias verdades, y que el pueblo las esté asimilando como buenas y válidas por sentir que lo que las mismas, son también sus verdades. 

Pero a esta alquilada bocina, como a todas las demás, no les caen encima a lo que dice Ranfis porque ellos sean buenos dominicanos, no, al contrario, ellos están revolcándose de miedo porque creen este tipo está atentando contra su sueldo, contra su botella, etc., pues si en realidad fuera un dominicano honorable, digno y serio, se ganara el pan de su familia de manera digna y no de forma tan inmoral, dañina, e indecente como lo hace al venderse a los peores intereses del país.

No estoy defendiendo a Ranfis, estoy peleando con una de tantas bocinas del gobierno; la verdad duele, no importa de boca de quien salga, la verdad es muy distinta a la mentira, pues esta, siempre será mentira no importa de la boca de quien salga, pero si sale de la boca de alguien al que le pagan para que la haga creer como verdad, es diez veces más dañina. 

Lo malo de ser bocina, es que llega el momento es que el pueblo no le cree, ni siquiera cuando tratan de decir una verdad, y el solo  oírlos hablar o escribir, nos crea una imagen de ellos  como si solo fueran un trozo de carne podrida con boca, portador de la maldad destructora de verdades. 

Por último, el articulista de marras, debería respetar el sentir de los demás siempre que este no ofenda a terceros; así se encabronó también contra el señor Ismael Reyes, presidente del PDI cuando dijo lo siguiente: "...le suponía (a Ismael) una posición más en consonancia con la decencia política". 

El tipo, una bocina de letra y lengua pagada, le está diciendo indecente a Ismael Reyes por hacer de su partido una plataforma política para Ranfis, lo que quiere decir que la democracia, es para las bocinas lo mismo que una plasta de ñeca, pero no lo culpo por eso, pues él solo está siendo cónsono con sus dueños en el gobierno quienes, luego de Ismael Reyes aliarse con Ranfis, ha tenido que ver al mismo Diablo porque hasta las cuentas bancarias de sus negocios se las han congelado; un claro acoso y una abusiva persecución  persecución política. Pero, ¿Por qué tanto miedo a Ranfis, si el tipo es tan poca cosa? No logro entenderlo. 

Al ver esto, y la saña con la que el gobierno a través de sus bocinas, está atacando a Ranfis y al señor Ismael Reyes, empieza aa cobrar fuerza en mi aquello de que, la aparición de Ranfis en el escenario político, no ha sido una joaosantanada del gobierno, para sacar los temas de corrupción de la palestra pública; la vaina va "con duro".

En resumen, el vómito de sangre y cicuta de este escribidor, no es más que su miedo a lo que pudiera suceder con su contrato de lengua y sesos defensores  por dinero. Él dice que no es por miedo que escribió todo eso, entonces le pregunto, ¿Y las tantas veces que él ha escrito en contra del resto de la oposición, porqué lo hizo? Por el miedo a perder la borona del palacio si cae el gobierno, está aterrorizad como el resto de esos mercaderes de la palabra hablada y escrita; si el tal Ranfis no es todo lo que este hombre le dice, ¿por qué tanto miedo? No lo entiendo.

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