
Por Henry Osvaldo Tejeda
No se puede negar que el PRM va
bien, a pesar del veneno que Hipólito está vertiendo hoy en el sancocho de la
lucha de ese partido por llegar al poder. El PRM y Luis Abinader, saben ya que
la calle y el discurso encendido les dieron resultados, además de un poco de lo
que el pueblo le exigía a Luis, es decir, más vigor y más presencia en las
calles para convencerlo de que realmente, hay en él una real vocación para
llegar a la presidencia del país.
Es pueblo sabe que, Abinader no es el
político del temperamento ni del discurso vigoroso, encendido y de barricada del Dr Peña Gómez, pero eso no es óbice para que, en esta fiera lucha por el
poder, no deba adoptar posturas más recias y de envergadura ante el deterioro
del país y la tan difícil situación electoral que se avecina, sabiendo además que el pueblo, aún no está convencido del todo de que la lucha que viene librando
el PRM, no es la que se corresponde con los momentos actuales; eso lo sabe el pueblo, y es por lo que le exige más de su presencia física en las calles y un discurso algo más encendido; al pueblo hay que entenderlo pues, no es solo recorrer el país diciendo esto o aquello, no, al pueblo, repito, hay que saberlo entender y entender otros problemas como el que tiene en el mismo interior del partido.
Hay aspirantes a la presidencia
del país que, sin tener un historial de lucha de ningún tipo, han
incursionado a la política en los últimos tiempos, han calado en el gusto del
pueblo pobre y en buena parte de la clase media porque han sabido interpretar
el sentir del pueblo, y les dicen lo que la gente quiere escuchar, además de la
vehemencia y el vigor que le imprimen a su discurso. Ejemplos de sobra están en el ambiente, por tanto, no tengo que mencionar nombres.
Lo que hizo Abinader,
marchando y alzando su voz en la calle para defender la constitución de la
república, algo que lo consolidó como el líder de la oposición, no lo es todo
porque eso, más el desgaste progresivo del gobierno y de sus problemas
intestinos no es suficiente para convencer al pueblo de que se están dando
todos los pasos por llegar al poder; falta algo más que no es nada difícil de
darle al pueblo, para evitar que se siga pensando que, la presencia y el
discurso de Luis Abinader, solo fue algo pasajero fruto de la exigencia de
aquel momento de lucha histórica contra la modificación constitucional
que evitó y desbarató la conjura de Danilo Y otros sectores de poder,
para quedarse en el poder a las malas.
Luis debe y tiene que arreciar
su lucha, elevando el tono y el vigor de su discurso, hablando de otros temas
que son nodales en el país y que el pueblo quiere escucharlos de su boca sin
dejar de mencionar lo que para él y para el PRM sería un factor determinante
para llegar al poder, es decir, hablar de los temas que hasta ahora, el pueblo
ha notado que no están presentes en su discurso diario como lo son: los cientos
de miles de ilegales haitianos que han sido cedulados, con la marcada intención
de Danilo de ponerlos a votar por el PLD en el 2020; el gran escándalo
internacional de los sobornos de Odebrecht y sobre todo, las sobrevaluaciones
de obras en el ministerio de Obras Públicas cuyo ministro, es precisamente, el
que tendría como contendor en las próximas elecciones. Hacer eso para terminar
de convencer al pueblo, es una de las tareas más urgentes que Luis Abinader
debe tener en carpeta; el pueblo debe ir estar bien convencido a la hora de ir
a las urnas.
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