sábado, 25 de julio de 2020

Si grande fue el daño causado, más dura debe ser la condena


Por Henry Osvaldo Tejeda
El país conoce ya la mayor parte del desastre institucional, económico y social de la administración de Leonel Fernández;  con los pocos años que han pasado desde que salió del  gobierno, al que llamé "Los ocho años perdidos en la era del estiércol",  ya se ha reflejado en el desorden institucional y la cosecha de la corrupción que él sembró. Pero si las cosas fueron mal desde el 2004 hasta el 2008, lo terrible estaba por comenzar en el 2012 con la llegada de Danilo Medina al poder, quien, aparte de usar dinero del narcotráfico para llegar, el propio Leonel Fernández metió al país en un hoyo fiscal del que todavía no nos reponemos, al usar todos los millones de Chaflán para llevar a ese fiasco de la naturaleza al poder.
Desde el 2012, el país, no ha salido de un problema, toda una cadena de desfalcos, truchimanerías, trapisondas, engaños y compra de sesos, entre decenas de inmoralidades; en fin, todas las calamidades habidas y por haber. Los demonios y las calamidades que se desataron en el mundo cuando Pandora, por estar de curiosa, abrió aquella famosa "Caja de Pandora", les han quedado enanas comparada con las desgracias que nos ha traído este error de la naturaleza de nombre Danilo Medina. Si la naturaleza hablara, y lo hiciera en Español, los dominicanos ya le estuviéramos exigiendo una disculpa pública, por equivocarse de forma tan fea.

Desde que Danilo llegó al poder, el país no ha salido de un problema, algo que resulta hasta chocante porque, los presidentes, se eligen para resolver los problemas nacionales, buscar la equidad y el bienestar social,  pero con Danilo sucedió todo lo contrario, ya que, cuando se le abrió ese apetito de cogerse lo ajeno que trajo de fábrica, es decir, desde que nació, y que el poder y la opulencia fueron los que le ayudaron a  descubrirlo y a sacárselos del clóset. Todos los problemas de estos últimos ocho años, han sido ocasionados por ese feo parto de la naturaleza; el país no ha tenido sosiego desde que esa versión enana del diablo, se subió en ese palo.   Más daño del que le ha hecho este mal dominicano a esta sociedad, no se lo quisiéramos ver a nadie más.
Cuando Balaguer salió del poder en el 1978, las oficinas públicas fueron saqueadas por los mismos jefecitos reformistas pues lo mudaron todo para sus casas no quedaron ni la sillas, y hasta las persianas se robaron. Los sanitarios fueron arrancados de cuajo y no se llevaron los edificios Porque estos, no tenían ruedas.  Aunque no me sorprende que algún turpén reformista al estilo amable Aristy, hubiera deseado ponerles ruedas para instalarlas en un solar propio o en una de sus fincas de Higüey;  esos 12 años, fueron el acabose. Para el final de este Calvario, el cual esperamos que sea muy pronto, la tarea de arreglar este desastre no será nada fácil, y no me refiero solo al desastre físico y económico, sino, al desastre moral en todos los órdenes a que fue sometida la sociedad dominicana.
Un nuevo gobierno, deberá voltear el país al revés, sacudirle las sabandijas, tanto políticas, militares, empresariales y religiosas, en fin,  todo lo que ha sido identificado como una alimaña social, porque solo así se puede poner al país como estaba, antes de que los miserables que hoy gobiernan, llegaran al poder. Luego de que todos los corruptos del PLD hayan sido encarcelados y se les haya quitado las fortunas que robaron, se debe identificar a todos los periodistas y comunicadores que le vendieron sus sesos al gobierno para hacerle daño al pueblo, tomar la fecha en que comenzaron a cobrar un cheque del gobierno, calcular la cantidad de dinero que han cobrado a la fecha del corte, y luego ponerlos a realizar trabajos públicos, para que sepan lo duro que es bajar el lomo como lo hace hasta el más infeliz dominicano, para que vengan otros pendejo y se robe el producto de su sudor, y peor aún, recibiendo a cambio todo el daño de unos maleantes y reptiles que, utilizando la lengua y las páginas de los diarios, comprados también, le hicieron tanto daño. 
Por eso, es que esos parásitos del estado, deben ser tratados como lo que son, es decir, unos delincuentes y traidores de su pueblo al cobrar dinero del estado para  distorsionar la realidad del país en favor de un gobierno corrupto, diciendo lo que no es y ocultando los robos de sus patrocinadores. Ya en la cárcel, todos los políticos que ha sido dañinos para el  país,   deberán ser inhabilitados para trabajar, u optar por un cargo público elegible, además de hacerlos cumplir con tareas sociales en su ciudad de origen, para lo cual, deberán transportados desde la cárcel de máxima seguridad donde estarán cumpliendo sus condenas. Para escarmiento del que, alguna vez, haya pensado meter las manos en las arcas del estado, Estos políticos deben ser sacados del penal por lo menos una vez al mes por las calles del país. Otra medida de importancia sería, prohibirles a los hijos de esos delincuentes ejercer la política  por lo menos en los próximos quince años, hasta que el país esté limpio de ladillas y de toda sabandija política. Si grande fue el daño causado al pueblo, más grande debe ser la pena que deben cumplir.

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