miércoles, 15 de mayo de 2013

VIVENCIAS EN LA CARRETERA: PERIPECIAS DEL COQUERO DE BOCA CHICA


El Coquero de Boca Chica
El 14 de Mayo del 2013, fue un día en que me sentí muy orgulloso de ser dominicano, ya no me sentía a gusto en este país, luego de la llegada de la gavilla liberadora que asaltó el palacion nacional para imponer los desvalores, y retorcer las instituciones para llevarse entre las uñas el dinero de los planes sociales de los sectores más pobres del país. 

Ese rato  que pasé hablando con ese humilde hombre, me hizo ver que los buenos, somos más y mejores que los malos y que esa gavilla de los ocho años del estiércol, por más que quiso, no pudo sacarle del pecho al dominicano el espiritu del trabajo honesto. Pero el pueblo no ha podido descansar, porque luego llegó l a segunda parte de la gavilla, la que estaba en espera de su turno para depredar al estado y convertirlo en el hazmerreír del mundo. En eso estamos todavía.

Como a las 12:25 de la tarde de ese 2013, me paré en la orilla de la autopista Las Américas, específicamente, frente a la primera estación de gasolina Shell que hay cuando se llega a Boca Chica viniendo desde el Este, y cuando tenía apenas unos cinco minutos ahí revisando unos papeles concernientes al que en ese momento fuera mi trabajo, vi a un señor montado en un triciclo que se paró a unos cuantos metros del vehículo en el que yo andaba; era un vendedor de cocos, a los liga hielo y azúcar para la venta.

El Coquero ya no andaba vendiendo, porque ya no tenía mercancía por lo que se paró debajo de una mata de varias matas de coco, y luego de escudriñarla bien decidió subirse en la misma luego de tomar las precauciones de lugar. Al rato, empezaron a descender racimos de cocos pendiendo de una cuerda que iban directamente a caer en el canasto del triciclo, ¡Genial!

Luego de un buen rato encaramado en la mata, el hombre bajó como si estuviera camindando en una rampa, fue cuando empecé a preguntarle cosas de su vida a nuestro héroe de la historia, quien a la sazón, tendría unos 35 años de edad, tal vez menos. 

_Eres de Boca Chica? Le pregunté
_No, soy cibaeño
_No te dice nada el Ayuntamiento por subirte en las matas de cocos de la vía?
_No, ellos no me dicen  nada, no se meten en eso.
_Como cuántos pesos pueden llegar tus ventas en un día como el de hoy?
_Hoy veo que será un día malo, el motor dañado entre otros problemas más, pero  puedo llevarme unos 350 pesos. Cuando los días son buenos, puedo hacer hasta 600 y hasta mil pesos. En semana Santa, puedo llegar hasta a 1500 diarios. 

_¿Cinco hijos? Supongo lo difícil que es para ti mantener esa familia. Y tu mujer, ¿también trabaja?
_Sí, son cinco hijos, y estoy orgulloso de mantenerlos porque son buenos y los estoy criando yo sólo, porque la mujer se largó de la casa y no ha vuelto más nunca. 
_¿Están en la escuela?
_Si, todos están en la escuela, y son tan buenos que hasta les han dado diplomas por ser tan buenos estudiantes.

Quise cambiar la tónica de las preguntas, por lo que le pregunté:
_Siempre hay cocos par vender?
_No, y ahora menos, porque Obras Públicas ha cortado decenas de matas que estaban en la orilla de la carretera, por los lados de Guayacanes y Juan Dolio y eso me ha traido y me traerá problemas. Los que tienen matas de cocos, me venden el coco a diez pesos, en la mata. Tengo que tumbarlos, comprar hielo, azúcar, vasos gasolina para el motor, y luego venderlos a $25.00. Se me está poniendo jodón el negocio. 

En este punto, puso cara de tristeza, para luego agregar:
_Hasta los haitianos se están metiendo en el negocio y me lo están dañando. Esos jodios molletos (1) viven en las construcciones, donde una habitación la dividen en cuatro cuartos, meten hasta 4 familias. ¿Sabes tú lo que comen esos malditos? ¡Ríete! 

_Bueno, he odio que comen cualquier cosa, y según me dicen, dizque no les importa nada si la comida los  alimenta o no, porque lo único que quieren es tener la barriga  llena.

_Mira rubio, esos morenos se pasan una semana comiendo de tres arenques, y mira lo que hacen:
Un lunes, ellos compran digamos que tres arenques para todo los que viven en el lulgar, guardan dos arenques, y el tercero, lo amarran de un cordelito y lo ponen a hervir en la lata, y cuando ya se le ha quitado una parte del sabor, entonces lo guardan, y en la sustancia que brotó del arenque echan cuatro o cinco libras de arróz, con lo que hacen tremendo locrio de arenque. ¡Eso es increible!

"Al otro dia, sacan el arenque de nuevo y lo ligan con una pendejada hecha de harina que ellos mismos hacen, y se lo comen. Y apuedes ver cómo reciblan el arenque, pero para ellos, es un manjar. 
_Ya que me cuentas eso, ¿acaso lo haces tú también para ti y tus hijos?

_¡Chachoooo! -Me dijo asombrado, para luego seguir-
_Mis hijos no comen disparates, yo trabajo para que mis hijos vivan lo mejor posible; esos niños comen arróz premiun, ¿T crees que yo me me voy a pasar el día en la calle haciéndome ampollas y cogiendo lucha dizque para que mis hijos comer disparates? No, amigo, el cibaeño come arroz superior.
_Perdona, solo fue una pregunta, le dije a manera de excusa. Luego de esto, empezó a acicalarse un poco y luego me preguntó:

_¿Tú vas a durar mucho rato parado aquí? Me preguntó el coquero
_Bueno, tal vez unos diez o quince minutos más, le contesté.
_¡Ah, bueno!, pues échamele un vistazo al motor, ya que, por aquí, son bien rápiditosos los tigueres y en un santiamén me pueden dejar a pie. Voy allí a la bomba a comprar gasolina y vengo de una vez. Me dijo.
_No hay problemas, pero antes, pélame un coco porque me estoy muriendo de sed. 
Me peló el coco y se fue, y cuando iba lejos, yo pensé: 
¿Pero bueno, ¿y qué ladrón, por más en olla que esté, se va a robar un problema como este? Un motor que que mas bien parece un chivo disecado. jajajajaja

Al rato, se apareció con su gasolina, la echó al motro y, diciéndome adiós, arrancó como Pedro Picapiedras, empujando el motor con los pies para coger velocidad y luego "tirarlo". Así lo hizo,  y el motor le correspondió, pero al querer cruzar la peligrosa carretera de Las Américas, el jodío motor se le apagó en el mismo medio. La patana se desvió cuando solo la separaba una mano de pintura del coquero, por poco lo hace firmar con los carmelitas.

Ahora, les presento la historia en imágenes. Todas esas fotos las tomé desde el vehículo, sin dejarme ver de coquero no vaya a ser que creyera que yo lo estaba fotografiando para chivatearlo. Ver literatura escrita en cada foto.

.(1) Molleto, vocablo para nombrar despectivamente, a personas de raza negra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario