domingo, 3 de noviembre de 2013

CHÁCHARAS MISCELANEAS PARA FUÑIR LA PACIENCIA

Henry Osvaldo Tejeda

De un tiempo a esta parte, se han puesto de moda varios términos que son usados frecuentemente, no para referirse a las cosas que originalmente llevan esos nombres, sino, en alusión a los nuevos  co-dueños de esos nombres.




Debo hacer notar que, entre los nuevos reasignados a sus nuevos propietarios, abundan los nombres de animales; veamos:

Grillo: mujer de poca monta y fácil de "montar". Con este tipo de chica no hay  que perder mucho tiempo en requiebros amorosos, para ellas, es una pérdida de tiempo ponerse a escuchar esas chácharas de amor que, en el 99 por ciento son mentiras; lo de ellas es, "vamo'a lo que vinimo".

Avión: este es otro término usado para este tipo de mujer, porque no les importa "aterrizar" en cualquier patio o callejón, con tal de "hacer el  amor" o hacer el negocio. 



Esta acción es, prostitución de muy baja categoría; viene siendo como un ventorrillo prostitucional  (¡anda pa' la mierda, me he inventado esta palabra -prostitucional- sin quererlo y ahora resulta que viene como anillo al dedo, para compararlo con el nombre de una vaina de este  país de lo más parecido a un cabaret judicial, donde los chulos visten de "prieto" y donde el pueblo sabe que se "reparte justicia" por encargo!).
Cachimbo: Sabemos que se trata de una pipa rústica campesina, usada para fumar tabaco negro. Una fumada de tabaco, en el campo le llaman "una mascá", es decir, una porción o, una ración.

En la urbe, la plebe le ha puesto el nombre de cachimbo a la vagina de las mujeres, por eso, es frecuente escuchar un tigre de barrio decir:
"Loco, me levanté una negra que tiene un maldito cachimbo"

Entre músicos, le llaman cachimbo al saxofón por su parecido en su forma física. Y así, como estos nombres mencionados, aparecen decenas que, por falta de espacio y por evitar aburrir al lector, no voy a mencionar.

Pero no puedo dejar de mencionar la palabra "mula". Sabemos que una mula es un animal que nace del ayuntamiento (no del cabildo corrupto de La Romana, este es otro tipo de ayuntamiento) de caballo y burra (burdégano), o de yegua y burro.


En estos tiempos, si lee en los diarios la palabra mula, no crea es para mencionar al animal per se, sino, para referirse a una mujer que por paga, lleva drogas de un lugar a otro hasta dentro de su barriga.

Hace días, un campesino vio el titular de un diario que decía:
"Muere “mula” repleta de cocaína en el estómago". El ignorante campesino sólo atinó a decir: 


"¡Cojollo, pero que barbaridad!, ya ni las mulas se salvan de esos malditos narcos, dizque coger una pobre mula para llenarle la barriga de esa mierda".
¡Eso no tiene perdón!



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