lunes, 18 de noviembre de 2013

PARA DÓNDE Y A QUÉ?

Por Henry Osvaldo Tejeda


Que no se me pongan guapos mis amigos abogados, pero esa rama de profesionales me resultan antipáticos y engañosos, es más, hasta cuando suelo utilizar sus servicios, también me los encuentro poco dignos de confianza por lo que he visto y oido desde hace tantos años de muchos de ellos.

No se me enojen amigos de la toga negra, porque este comentario sobre ustedes, se termina aquí mismo. 
Los políticos, aunque con muy pocas excepciones, me resultan odiosos, aborrecibles, repelentes, lacras, cínicos, falaces, abominables y risibles en ocasiones, agobiantes y corruptos por defecto, entre más de mil oprobiosos términos más.

Esa no es una percepción solo mía, es el convencimiento de más del 90 por ciento de la población, que ha visto cómo esos buitres carroñeros ávidos de poder y dinero se roban hasta el último centavo que el pueblo pone en sus manos.

Los grandes empresarios del país son para mi, otros de los pulpos más abrasivos, abusivos y succionadores de recursos con los que cuenta este tollo de país. Esas sanguijuelas que, aparte de abusar del pueblo cada vez que quieren, reciben del Estado miles de millones de pesos en incentivos dizque para mejorar la competitividad.

Vaya usted a ver qué es lo que hacen con esos incentivos, hacerse mas ricos y poderosos pues cada día que pasa, a los artículos de consumo popular les salen alas para volar hacia arriba.

Los legisladores, ¡ay, santa madre del verbo! son la gran partida de "anzueleros engarza pesos" que nos gastamos en este pedazo de batey con luz, al que solemos decirle país y hasta nos atrevemos a llamarnos nación. 
Un legislador serio, no tiene cabida en ese antro de perversidad porque no lo dejan pasar. Tenemos casos muy recientes donde el partido en el poder, se robó curules ganadas en buena lid, María Trinidad Sánchez, Valverde, San José de Ocoa, Pedernales y Dajabón son muestras de lo que acabo de decir.

A veces me pregunto, si será que a esta porción de isla le llamamos nación porque una vez nació, o porque somos un "nacío ciego" arropado por una cáscara (postilla) de políticos ladrones llena de pus, y a la que el pueblo no es capaz de reventar para sacarle toda la sangre podrida, acumulada en el mismo centro de ese "nacío ciego"  convertida ya en pus.

No somos capaces de hacer nada para acabar con este estado de cosas que nos acogota, somos sumisos y por tanto, estos corruptos políticos en el poder se aprovechan de la inercia de tantos millones de idiotas que son llevados como acémilas (mulas) en reata hacia un despeñadero.



Hoy sentí envidia ajena, cuando leí que en Paraguay, decenas de lugares céntricos de Asunción, su capital, han prohibido la entrada a casi dos docenas de senadores por el simple hecho de que ellos apoyaron a un compañero corrupto, a quién se le acusa de un simple acto de corrupción como lo es el de, pagar su servicio doméstico con dineros del pueblo.

 Aquí en este batatal con luz, hay muchísimos senadores que no pueden justificar su gran fortuna, y hay uno de ellos que ha sometido a la justicia a personas honestas y serias por el hecho de que éstos le han exigido a la justicia los investiguen para que le digan al pueblo, de dónde carajo sacó la inmensa fortuna que hoy le estruja en la cara,  a casi diez millones de habitantes.

Me quisiera largar de este asqueroso país pero, para dónde y a qué?

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