LA HONRA DE UN ASALTANTE DE CUELLO BLANCO

Por Henry Osvaldo Tejeda
En estos tiempos, en el palacio nacional es donde está el poder de este batatal con luz al que solemos decirle país, donde la gente puede robarse desde un salchichón, un condón, una caja de fósforos, hasta robarse el mismo palacio nacional si es que logra ponerle cuatro ruedas y llevárselo para instalarlo en un solar de su propiedad que, a su vez, ya le había robado a un tercero.
¡Descuide amigo, si usted es del partido gobernante estará a salvo y muy bien protegido!

Okey, ya se robó el palacio nacional amparado en que su gobierno está en el poder y como (según los compañeritos a boca llena y con poca vergüenza) ellos nacieron "para completar la obra de Duarte". Pero la vaina no se queda ahí porque, luego del vulgar robo a plena luz del día, viene otro capítulo.

El otro episodio se inicia cuando al escenario batatal (si fuera una nación, dijera nacional, pero como es un conuco de batata) entran personas honorables a las que les duele que se robaran el palacio del pueblo y denuncian al responsable de tal hecho con nombre y apellido, entonces el ladrón, quién es ya todopoderoso por haberse robado el poder, es decir, el palacio nacional que ahora tiene instalado en un solar de su propiedad se encojona por sentir herida su "moral' y es cuando decide sacar su maldad amparada en todo lo que le roó al pueblo, bueno, le bajaré algo a eso, lo cambiaré por "lo que se le fué detrás mientras estuvo en un cargo del gobierno".

Pues bién, el ladrón se destapa sometiendo a la justicia a los osados y atrevidos dañadores de honras y buenos apellidos (el apellido Sastre se menciona mucho ahora), tiene que someter a la justicia a los que se atrevieron a dañar su honra diciendo que arrancar de cuajo el palacio nacional de sus cimientos es dizque una violación de la ley, ya que él tiene un poder que le dió su papi lindo quien a la sazón, era el mandamás de este conuco, para hacer y deshacer a su antojo sin que nadie lo joda.
                                                                   
En su encojonamiento, el ladrón se sigue defendiendo y dice que tiene, además de lo que ya dije,  documentos firmados por notarios donde se le otorgan la facultad de llevarse el palacio nacional para donde le dé su maldita gana, sin tener que necesidad de un permiso del desayunado senado de la res-pública.

Pero el ladrón va mucho mas lejos, él sabe que quienes denunciaron sus robos no son ricos, por eso se inventó someterlos a la justicia de otros paises, por lo que podriamos decir que prefirió exportar su deshonra (perdón, quise decir, su caso) hacia gran parte del mundo, donde sus  acusadores no puedan costear esos juicios por ser unos descascaraos del carajo y así ganarles por "forfeit" (por inasistencia, en beisbol) o juzgados en contumasia,como dicen en los tribunales, que viene siendo lo mismo que "joderlos por arrancaos" (en este caso).

Pero creo que todo eso se ha de caer, porque el ladrón se va a ver apurado cuando los jueces llamen a su papi lindo y le pregunten de los tollos que entre ellos dos armaron durante tanto tiempo y que tanto han hecho por esconder.

Me pregunto, ¿qué diría el famoso Profesor, si viera la degradación moral a la que ha sido arrastrado este conuco por sus pupilos, a los que no les enseñó malas mañas que ahora tienen?