jueves, 14 de noviembre de 2013

CHÁCHARAS: TARIFA DE LOS SERVICIOS DEL GUSTO

Henry Osvaldo Tejeda Báez

En este país no hay escapatoria para el pobre y para  "otros" que consumen además de pan y otros productos que amenazan con subir de precio, otras clases de "servicios" vitales para la supervivencia humana, pero me voy a limitar a los dueños de panaderías y a otro "servicio" tan necesarios para la familia. 

No es menos cierto que los productos básicos para la elaboración del pan y otros productos de repostería, es decir, la harina principalmente, están por las nubes, por tanto, es hasta comprensible que esos empresarios traten de, por lo menos, ganarle a sus productos un poco mas de beneficio por encima del costo de operación.

Qué me dirán ustedes, si las vendedores de sexo decidieran aumentar el precio de sus "servicios", que se movilizaran en todo el país o que hicieran una huelga general de "mujeres vendedoras de gusto", y que podrían publicaran un manifiesto en el cual, le dieran a conocer al pueblo consumidor de gustos sexuales que, a partir del próximo mes de Diciembre, el costo de los revolcones han subido de precio.

Algunos dirán que eso es algo inaudito porque ellas, no tienen gastos de operación, que sus únicos gastos son, la saliva, los "meneos de culebra moribunda, sus ficticias caricias acompañadas de chupones en el pescuezo (estos son gratis porque traen problemas al cliente en su casa).

También, sus sudores y sus contorsiones, sus fingidos gritos, sus susurrol aguardentosos en las orejas del cliente, mientras le pregunta si es casado y otras excitadoras cositas como, ¡Dale pa'llá papi, que por ahí no se mata a nadie!, etc.........

Dirán otros que, basta con que ellas digan "vamo a lo que vinimo", y que eso no les cuesta un centavo. Pero la realidad es otra, la cosa no es tan fácil como la pintan muchos.

Esas mujeres tienen en su gran mayoría, niños en su casa que necesariamente tienen que comer pan (el mismo que van a subir) y que tienen que comprar perfumes para atraer a sus clientes; llevarle un par de pesos a sus viejitos en el interior del país, pagar la habitación del callejón donde vive, etc. 

Si yo fuera el asesor nacional de esas mujeres vendedoras de gusto, les recomendaría la tarifa sensata y racional de sus servicios.

Aparte del pago que, entre la mujer y el cliente acuerden para "la salida", los "meneos de caderas" sencillos, costarán $20.00 por cada 5 minutos: golpes de barriga, a $7.00 por tres minutos.

También, los besuqueos en el cocote costarán $10.00 (hay clientes muy asquerosos que sudan muy salado; lenguetazos dentro de las orejas, $10.00, "bajadera al Obelisco", $50.00 por cada cinco minutos, $200.00 el acto sexual con las patas hacia arriba y apagando el bombillo con el dedo gordo, $100.00. Otros servicios adicionales, serán acordados entre las partes.

¡Ah, se me olvidaba! El servicio de venir de reversa con el baúl abierto, tendrá un costo de $300.00, esto así, porque ese es un servicio que, aunque es muy gustoso para el que el que meneja la situación, también pone en peligro el buen funcionamiento de la "Puerta de campo" de la vendedora de gustos en las semanas subsiguientes a ese día.
Por ahora, dejaré el asunto de este tamaño pues, si narro el susto que sienten algunas vendedoras de gustos, cuando el cliente se desnuda y enseña su "arma de reglamento", entonces sí que habría que hacerle un Adendum al contrato, haciéndole subir el precio hasta las nubes por lo peligroso del pleito a echar.

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