viernes, 7 de noviembre de 2014

CHÁCHARAS: REIVINDICANDO A DON ANO

Sé que aparecerá uno que otro lector que criticará esta clase de "chácharas", especícamente, los que, en público, se comportan de una forma y en su casa, de otra. Bulteros, es el calificativo a esas personas.Pero no me importa, la doble moral y yo, no podemos vivir juntos.


Por Henry Osvaldo Tejeda

La gente se come todo lo que le sabe bueno; es que el sentido del paladar es lo máximo, usted se siente exquisitamente feliz cuando prueba algo rico y muy sabroso.  

En esos momentos, solo pensamos en la delicia de lo que estamos comiendo, pero nadie piensa cual será la reacción del pobre tubo de escape de nuestro cuerpo que, tan estoicamente, recibe y manda "pa'l carajo toda la inmundicia que le llega.

Usted ha oído, cuánto los mexicanos disfrutan "jartándose" de toda clase de ajíes picantes, específicamente, el famoso Chile que es un traicionero, malévolo y gustoso vegetal que, entre más pica, mejor sabe y.....más estriñe.

Todo eso sabemos de los mexicanos pero, nadie dice que, a la hora de irse a sentar en el "americanito" rubio" del cuarto de baño, se retuercen como si fueran bailadores del bien calificado "tollo musical", llamado Reguetón, pero, no es bailando de alegría, al contrario, es que Don Ano les está cobrando el abuso que han cometido con él.

El buen Don Ano, tan necesario y tan sufrido que, en esos momentos tan aciagos de su existencia, se le pone la boca tan roja como la de un cañón norteamericano acabado de bombardear y matar gentes inocentes en cualquier país donde haya algo que la gringada se pueda robar.

Anda pa'l Diablo! Me fui lejos, se me perdió el hilo, perdí el Conito. Es que cada vez que recuerdo los abusos de los gringos, se me tuestan las ideas; excúsenme  por favor, pero si así lo quieren, no me excusan nada, me da igual, ese es mi eterno odio y tengo que dejarlo salir cada vez que tengo la oportunidad.

Cuando Don Ano más sufre, es cuando viene bajando un Obús que tiene que ser disparato hacia afuera; digo que más sufre, porque habiéndose dado (su dueño) una "jartura" de chile picante la noche anterior, ya por la mañana Don Ano tiene la boca roja y es en esos momentos que a veces, hasta le brota sangre de la boca y hasta se le amellan las tijeras de cortar los moj......

Pero Don Ano aguanta su sufrimiento con estoicismo y hasta con un dejo de satisfacción porque, su dolor, es a la vez su venganza contra ese abusador "Comelotodo", porque así por lo menos tiene la esperanza de que su dueño, a la hora de tragar tantas porquerías, su dueño no solo piense en la boca, sino, también su tubo de escape.

¿Que sucedería si un día Don Ano se nos pone en huelga durante una semana? Seríamos una letrina andante, el mal olor nos saldría por dondequiera y, hasta los perros nos saldrían huyendo.

Ya lo saben, sean más condescendientes con su tubo de escape, no sean tan abusadores comiendo menos disparates.

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