sábado, 7 de mayo de 2016

LA HISTORIA DE DOS PITCHERS, UN NOVATO, UN VETERANO; UN "ESCUCHA" Y UNA BANCARROTA


Por Henry Osvaldo Tejeda
Un conocido periodista romanense va a la casa del Dr. José Reyes, donde tenía pautada una entrevista con él. Yo estaba en la casa, y cuando me quise retirar, José me dijo que me quedara a  escuchar la entrevista; solo por curiosidad me quedé.

El periodista empezó diciéndole al Dr. Reyes los argumentos de sus adversarios, en el sentido de que ya él debería retirarse y dejarles chance a los jóvenes. ¿Qué dice usted sobre esto?

José empezó a contestarle con una historia, a su estilo, que es haciéndote un relato, para que uno mismo saque sus conclusiones. José empezó una historia, que se desarrolló más o menos así.

"Mira muchacho, la sociedad romanense, es decir, el pueblo, que es el dueño del equipo llamado  ayuntamiento local, decidió en el 2010 sacar del juego al pitcher estelar del equipo y le dieron de baja, no porque fuera malo, sino, porque  debían darle su puesto a un joven novato que según el "Escucha" que lo recomendó, ese sería el que llevara al club a los primeros lugares.

Le dijo al dueño del equipo que, ese novato era excelentemente bueno y muy organizado, serio, sin mañas, y muy bien educado, que no tomaba alcohol, no jugaba, no engañaba a nadie, no era mala paga, no le ponía la mano a lo ajeno, no le gustaba hacer bultos, no era altanero, en todas partes le fiaban, que era muy honesto, que no era prepotente, que nunca se le subirían los los humos a la cabeza.

El "Escucha" le dijo también al dueño del equipo que, su pupilo no era mentiroso, que no fingía nunca, no llevaba una vida desordenada, que no le debí un centavo a nadie y que no era de los que andan por las calles preñando niñas menores de edad.

Le dijo, que el novato no era violento, que nunca agredió a nadie ni siquiera cuando le iban a cobrar una deuda,  en fin, el "Escucha" se desbordó en elogios y resaltando las cualidades morales que adornaban a su pupilo, por lo que el dueño del equipo no le quedé de otra que subir al novato a las  grandes ligas. 

Ese novato iba a sustituir a un pitcher veterano, que había  agotado ocho años ininterrumpidos como estelar, con una efectividad calificada por la fanaticada como muy buena, la cual mantuvo por debajo de los dos puntos, sobre todo, en cuanto a su digno manejo personal, por lo que es muy querido  por la fanaticada la del equipo, y hasta de los equipos contrarios, por su decencia, hombre honesto y muy tranquilo.

Pero el dueño del equipo no tomó eso en cuenta, porque se enamoró de la popularidad que gozaba el novato en las Ligas Menores, además de los grandes elogios con que el "Escucha" se lo vendió, y su propia campaña de promoción de su honesta figura. 

La fanaticada no estaba conforme con que sacaran al viejo veterano, pero no le quedó de otra, entonces decidió esperar a ver la actuación del nuevo pitcher novato.

Confiando en que ese joven iba a ser un ganador, lo colocaron como lanzador estelar, pero, ¡oh, sorpresa!, a la mitad de temporada tuvo que ser dado de baja, porque no dio pie con bolas con los problemas del equipo ya que, no solo no resolvió nada, sino que, dañó lo que había hecho el pitcher al que sustituyó., pues aparte de ser un fiasco como pitcher, sacó a la luz pública su verdadera esencia, toda contraria a las enarboladas por el "Escucha", cuando se lo vendió al equipo. Los cuervos iniciaron su vuelo de rapiña,  sobre el equipo, augurando malos presagios.


Desde los primeros juegos en que entró a lanzar, empezó a golpear a darle pelotazos a los contrarios, daba decenas de bases por bolas, no ganaba un juego, se volvió el pitcher mas bolero de la liga, y hasta creó un grupito a lo interno del equipo que se dedicó a las malas artes sin que el manager ni  el dueño del equipo se dieran cuenta.

Junto al claán que creó, empezaron a vender todos los ajuares del club vendiendo gran parte de los guantes, los bates y las pelotas, vendieron vehículos buenos como si fueran chatarra, cogieron prestado millones de pesos a nombre del equipo. ¡Mira muchacho, esa fue la del mismo Belcebú, acabaron con todo!

El mismo pitcher novato vigilaba a la tesorera del equipo  a ver cuánto dinero entraba en la oficina del club, que estaba en la primera planta del edificio donde se aloja la directiva, y cuando notaba que había entrado de dinero,  llamaba a la tesorera por teléfono, le preguntaba cuánto dinero entró en efectivo y cuando ella le decía la cantidad, él le ordenaba, ¡súbelo! Ese dinero se desaparecía, pero la fanaticada y el dueño del equipo sabían dónde iban a parar.

Todo eso ligado a una desordena vida de chuleismo, parrandas, los juegos en casinos, las juergas, los vinos finos, el whisky caro, los viajes al exterior pagados por el equipo, el pago de una nómina de una empresa privada del mismo pitcher, el pago de astronómicos como sueldos a empleados que, en realidad, no recibían todo el dinero, sino, una parte porque la gran parte se la quedaba el pitcher; el cobro de la regalía pascual más de una vez en un mismo año, causaron un daño terrible al equipo, llevándolo a la bancarrota. 

Los mismos jugadores se quejaron con los dueños del equipo para que le dieran de baja. Y con la anuencia del dueño del equipo,  los mismos jugadores decidieron echarlo del equipo pero aún no han podido echarlo de la liga, pero se está en ese proceso.

Te cuento  una historia real que debes saber entender, te la estoy contando digamos, en parábolas, y espero que al concluirla, dejará contestada tu pregunta. Ahora, sigue oyendo!

Cuando todo eso pasó, es  cuando el dueño del equipo (El dueño es el pueblo, y el equipo, el ayuntamiento) le hizo un llamado al veterano lanzador al que había dado de baja, y le dijo que se prepare que él debe ingresar de nuevo al equipo, porque solo él podía sacar al club del hoyo en el que ese novato había sumido.

Le pidió excusas a nombre del equipo y de la gran fanaticada, y le dijo que fue un gran error haberlo sacado del equipo, pero fue que creyeron que ese novato podía dar pie con bolas con el gran problema del club, pero quedaron defraudados y en la ruina por los desmanes de ese pitcher. Maldijo la hora en que le creyó al escucha, prometiendo no creerle más nunca sus ofertas.

Le dijo también, que fue un bochorno para el equipo y para toda la fanaticada, y que por eso es que lo estaban llamando de nuevo para colocarlo de nuevo como pitcher estelar, porque solo él podía controlar la larga y mala racha de desaciertos que se sucedieron día tras día durante tres años. 

Le dijo que el equipo no solo había perdido casi todos los juegos, que están en el sótano, y que hasta el crédito había perdido porque ya quiere fiarle ni los materiales de juego. "Ese pitcher nos salió demasiado caro, tanto así que, nos llevó a la bancarrota. Parece que se le metió el Diablo.

Ahora el pitcher está en forma de nuevo y con todo el entusiasmo del mundo, y se le ve todos los días en el terreno de juego practicando como en sus buenos tiempos, porque dentro de unos meses, volverá a ser el pitcher estelar del equipo.

Lo más perverso de todo es lo que está pasando ahora, por ahí anda otra vez el "Escucha", tratando tupir de nuevo a la fanaticada luego del desastre que él ayudó crear, y que llevó al equipo a la bancarrota, cuando le mintió al dueño del club sobre las falsas condiciones morales y de trabajo de su pupilo. 

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