lunes, 2 de enero de 2017

Pedro Alegría: una excepción en el humillante reparto de funditas y cajas navideñas

Por Henry Osvaldo Tejeda Báez


Joaquín Balaguer, implantó en este país el reparto de las famosas funditas navideñas. Su casa en la Máximo Gómez, en la capital dominicana, era una cita obligada para los pobres, que fueron acostumbrados a recibir esa donación cada año.

Esa actividad, se hacía de manera organizada, aunque para mi, eso no le quitó nunca lo politiquera y humillante a la misma, porque venía de un gobierno despótico y populista.

En los pueblos, esa actividad era más desordenada, por la falta de organización del humillante evento, "el orden", estaba en manos del ejército, cuyos miembros no han tenido nunca ni el menor sentido de lo que es el trato con civiles, y mucho menos, con  gente hambrienta.

Todos los gobiernos hacen esta desmoralizante y politiquera actividad, a la que tienen que recurrir los malos políticos para hacerse los graciosos, creyendo que con una migaja así pueden paliar en un solo día la misera de décadas que ellos mismos han creado, pero eso les da buenos resultados, porque la gente, luego se ve comprometida y les vende su miseria por un pollo, o por un par de doscientos pesos en tiempos de elecciones.

La dádiva es una política de estado,  para comprometer al pueblo miserable a votar por ellos, y eso se repite una y otra vez con estos políticos sinvergüenzas cuando llegan al poder, y luego no tienen la capacidad de crear otra fuente de trabajo que no sea, las botellas, y la creación de nominillas clandestinas. 


En los tiempos que tiene el PLD en el poder, la entrega de esas cajitas da pena y vergüenza por la forma desordenada como lo hacen demostrando que para ellos, el pueblo pobre es pura mierda, además de que  gran parte de esas cajas van a parar a colmados y almacenes, vendida por los mismos políticos.

Ni siquiera guardan las apariencias, no se toman medidas para que esa vil entrega de miseria en cajas, se haga tan triste, dolorosa y atropellante, y humillante.


Cajas lanzadas "a la garata con puños", desde el camión de reparto
Han llegado al límite de lo inhumano, al lanzarle a la gente las cajitas de miseria, a la garata con puños desde un camión, muchas veces en marcha y usted ve a esas hordas de cuerpos de carne salada corriendo desesperada y humillada detrás de esa humillación llamada cajita navideña.

"Esos inhumanos no tienen alma, yo no puedo correr, ahora ya no podré conseguir ná"- Decía una pobre señora sentada en un contén sudorosa, cansada, y con la cara compungida por la frustración.

Siempre he condenado ese atropello al pueblo; hay otras formas, como la de hacer listas antes de las navidades para que esa miseria sea llevada a la casa de la gente casa por casa, o en su defecto, hacer las entregas más organizadas evitando que la gente  se sienta atropellada ,y moralmente humillada.
                             PEDRO ALEGRÍA
Entre sonrisas, y en medio de un ameno ambiente de camaradería el senador de San José de Ocoa, entrega personalmente la ración de comida para la cena navideña, a personas de escasos recursos económicos.

El senador Pedro Alegría, convocó a la gente humilde de San José de Ocoa, para que fuera a un lugar donde él, personalmente, estaría cargo de la entrega de productos para la cena de navidad como lo viene haciendo año trás año, aún sin ser senador; eso salió siempre de sus propios recursos. 

Dio gusto ver a tanta gente humilde, haciendo una ordenada fila en pura camaradería, haciendo cuentos, riéndo, y con rostro alegre, porque sabían que de ese lugar no se irían sin su cena  navideña. 

El mismo Pedro, sentado en una silla vestido de Jean y Poloshirt, sin prisa, solo con la sonrisa con la franqueza que lo caracteriza, entregaba a cada persona su cena de nochebuena sin ese aparataje de mal gusto que usan los del gobierno.

Eso se llama, respeto hacia los pobres; vi a Pedro charlar con gran parte de los concurrentes, y unas que otras señoras, señores, o jovencitos, aprovecharon el momento para abrazarlo a lo que él respondió como siempre lo ha hecho, brindando el calor humano que siente por su pueblo. 

Fue un momento que le sirvió a Pedro para interactuar con el pueblo, y ver la cara a la gente, no solo a los que lo apoyaron, sino, hasta los que no votaron por él, porque eso a él no le importa ya que lo importante era, sentirse feliz haciendo lo de costumbre, y hacer feliz a su gente haciendo entrega de un modesto aporte sin que ellos se sintieran humillados, como se siente el pueblo con la forma denigrante e inhumana como lo hace el comesolismo gubernamental.

Debo confesar que, al ver detenidamente esa actividad al cien por ciento humana, me sentí mucho más que identificado con mi viejo amigo de la adolescencia, Pedro Alegría.

1 comentario:

  1. Todo lo que le criticas a los demas politicos , veo que se lo perdona al senador de tu provincia, sera acaso que no es la misma burla hecha por los demas politicos a este pueblo, que en vez de limosna lo que necesita es trabajo digno y bien pago? Crei que tu eras mas serio, pero veo que no, que tambien al igual que todos los periodistas y blogueros tienes tu corrupto favorito/

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