domingo, 29 de enero de 2017

Chácharas: El inicio de un pastor de barrio pobre. ¡Y Cristo no termina de venir!

Por Henry Osvaldo Tejeda
Quiero dejar constancia de tener nada en contra los evangélicos, y soy de los que digo que todo el que pueda hacerlo, que se haga evangélico. De mil personas en una cárcel, estoy seguro de que el 98 por ciento, no son evangélicos. Solo combato a los comerciantes de la fe.

 Luego de varios años de experiencias vividas entre evangélicos, hoy decidí contar lo que he podido notar en las iglesias evangélicas y los pastores. Debo decir que, desde que yo tenía diez años, mi madre empezó a fungir como pastora de una iglesia evangélica que funcionaba en mi casa, en San José de Ocoa.

Mansión de un pastor de USA
El pastoreo de esa pequeña iglesia, lo llevaba mi madre de manera distinta a lo que estoy viendo hoy, ella se pasó un par de décadas, antes de surgir como pastora de una iglesia pobre.
Chácharas: El inicio de un pastor de barrio pobre. ¡Y Cristo no termina de venir!
La mansión de otro
pastor
 Las pocas cosas que le llegaban a la iglesia como ayuda externa regularmente, era ropa usada, nunca dinero en efectivo, y yo veía cuando ella se iba a llevar  esa ropa a los campos de Ocoa. Dos personas moldearon mi vida: mi madre, y el padre Luis Quinn, y mire que suerte, ambos se desvivían por la gente del campo.

En mi casa no vivíamos de la iglesia, al contrario, fueron muchos los que  tuvieron un plato de comida en nuestra mesa, y es bueno decirlo, éramos tan pobres como los que demás.

Antes de ser pastora estuvo por más de quince diez años como una sierva más de la iglesia, es decir, que ella no salió c como pastora de manera improvisada; en esos tiempos, no existía en las sectas religiosas el  deseo de hacerse rico a costillas de los demás; no estaba de tan moda la doble moral, ni esas ansias de tener dinero fácil a costillas de otros. Mi madre asumió el pastoreo, luego de más de treinta años como raso, por así decirlo, y lo mantuvo hasta el día de su muerte, en el 1988. Esa era una santa.
Casa de otro pastor 

Hoy día, el que quiere ser pastor, solo tiene que pasarse un corto tiempo yendo a una iglesia y aprenderse unos cuantos versículos de la biblia. 

Cuando ya has memorizado lo suficiente como para hablarle a mucha gente a la vez, adoptar poses de santo. Luego irse a una reguera, se compra un saco barato, o lo adquiere de un amigo, lo mismo que un par de camisas, y hasta una corbata.

Se inicia ya el pastor
Luego de tener ya un porte de pastor, se alquila una casita y convierte la sala en un salón de cultos, para lo que se fabrica un par de bancos; se busca un vecino que sea capaz de tocar himnos de alabanzas, dándole su par de pesos cuando las cosas vayan bien con las ofrendas, y así queda todo cuadrado  para dar inicio a la lectura de "La Palabra", como ellos les llaman a los textos bíblicos.

Luego se  inaugura con su primer culto, al que va muy poca gente, apenas unos pocos vecinos que han sido previamente invitados, su familia, y uno que otro transeúnte que para a curiosear, se paró en la puerta. Pero no eso no lo desanima el sabe que la Biblia dice en Josué 1:9: 
"Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas"

Día por día recorre el vecindario para saludar, tomar café, y a charlar con los vecinos, siempre con una biblia debajo del brazo para terminar su visita con una breve oración. Un pastor debe tener siempre a mano una biblia, esa es su arma de reglamento.

En poco tiempo, lo que era una pequeñita iglesia, empieza a tener más visitantes que incluyen personas de mejor posición económica, capaces de dar mejores ofrendas, y solventar cosas tales como el pago del alquiler de la casa. La iglesia se va agrandando, y ya es preciso formar una directiva que se encargue de varios asuntos vitales para la congregación.

Se forma la directiva, y como ya no todo viene "del señor", no nunca pone en la directiva a personas que estén "en olla", ya que los directivos deben ser auto- suficientes y hasta tener una vida holgada, pues son lo que con sus diezmos, cubrirán la mayor parte de los gastos de la congregación. Regularmente, los más pudientes no tienen el "don" del pastoreo, y se conforman solo con ayudar.

A los cinco  años, se le mete en la cabeza al pastor que la casa donde él vive y que es la misma iglesia hay que comprarla, porque Dios no quiere que el pastor viva en condiciones precarias y tampoco debería predicar "La palabra" en una casa alquilada, ya estamos en otros tiempos,y como Dios está actualizado, tiene que estar bien cómodo; estamos en el siglo 21, y eso de andar predicando en establos, desiertos y montes, eso pasó de moda.

Recordemos que ya no es lo mismo que antes, ya el credo de las sectas cristianas cambió, su "Dios" no está ya en todos los corazones, sino, que está r epresentado en por el pastor, que es quien se encarga de meter a Dios en sus corazones, por tanto, los bolsillos del pastors deben estar "repletos de dinero, tendiendo buenas cuentas bancarias. 

Dios puede castigar a su iglesia por no tener a ese pobre e infeliz pastor en las condiciones que se merece luego de dedicarle su vida "a la salvación de almas", 

La directiva se pone en acción y organiza una gran colecta, y en un abrir y cerrar de ojos la casa alquilada por el pastor es comprada y puesta a su nombre. ¡Maña fuera! Los falsos  profetas también tienen carisma, y logran caerle bien a gente de todas las religiones.

Pasa el tiempo y ya el pastor necesita en qué moverse, pues para llevar "la palabra" a más personas, no puede estar andando a pie, ya no se usan los burros como en tiempos de Jesucristo, así es que, de nuevo la directiva y los "amigos de la iglesia", se activan a solicitud del pastor para hacer recaudaciones para comprarle un carrito aunque sea viejo.

Ya tiene el pastor un medio de  transporte, se acabó el pagar pasajes en carros del concho, ya puede hacer pequeñas campañas en solares baldíos,  parques, esquinas, entre otros lugares. Ya puede trasladar todo lo necesario para una campaña, incluyendo un  pequeño equipo de sonido que compró.

Pero hay otro asunto en la vida del pastor que hay que arreglar, recordemos que, cuando alquiló la casa aún no tenía hijos, y luego de ocho años en el trajín del pastoreo ha procreado cuatro muchachos que ya no caben en el pequeño cuartucho en el que inicialmente, viví con su esposa, y que el mayor espacio de la casa fue escogido como el salón de cultos. 

"Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas..." Juan 10:11.
En el caso de los pastores de ahora, son las ovejas las que están siendo chupadas por el pastor.

 La iglesia sigue creciendo, y es cuando el pastor decide que hay que hacerle una segunda planta a la casa. De nuevo se activan la directiva para las colectas pidiendo ayuda aquí, allí, y hasta al ayuntamiento del pueblo van parar detrás de ayuda, sea en materiales o en dinero en efectivo; siempre hay un alcalde que los ayuda, claro está, "es para la obra para Dios".

En poco tiempo, usted puede ver haitianos trabajando en la construcción del segundo piso de la iglesia, y hasta albañiles que son fieles de la misma iglesia trabajando gratis. Esa mejora en la iglesia le da mejor estatus tanto al pastor, como a la misma congregación, y atrae a personas que antes, no se metían en ese tugurio de apenas dos banquitos y una que otra silla de guano, ahora ya las cosas serán distintas y con mejor presentación.

Se termina la segunda planta, en la que el pastor se muda con su familia, y el cuartucho donde dormían, con todo y cocina funden con el salón de cultos haciéndolo mucho más grande. Ahora "La palabra" será mejor asimilada por los fieles por el buen confort y amplitud dl salón de cultos, y aunque está muy lejos la campaña electoral, ya pensó ponerle aire acondicionado.

El coro de jóvenes que entonan los cánticos de alabanza ya es más grande y profesional, ya el pastor tiene acceso a la radio, ya aprendió a vocear bien alto para combatir al Diablo (No hay quien promocione más al Diablo que los mismos pastores) y ya es reconocido por gran parte del pueblo, en fin, ya el pastor tiene un nombre, y ya le habla al pueblo desde la radio y/o de televisión.

Por su gran arraigo popular, el pastor ya empezó a ser cortejado por políticos, tanto de la oposición, como del gobierno, pero sopesando bien las cosas, y viviendo en otros tiempos que no son los de Jesucristo, el pastor se decide por los  reeleccionistas.

A pesar de que su feligresía le aconseja no meterse en política, él les dice: "Esas son cosas "del Señor, pues él es quien guía mis pasos”. 

Les dice que él habla con "El Señor" todas las noches, y que precisamente la noche anterior a esa, al parecer "Dios" le dijo: "Tú debes de apoyar al presidente reeleccionista, ese es un hombre muy bueno y no es de los que comen carne podrida, ni de los que les habla mentiras al pueblo"
Los pobres feligreses, quienes son solo una reata de acémilas arreados a base de "fuetazos" verbales por un pastor que las hace de auriga, no son incapaces de plantársele y decirle un par de vainas a  ese comerciante de la fe, y siguen sumisos (esclavos de la fe, y de la lengua del pastor) a su "prédica de salvación", quien les ha repetido más de siete millones de veces que Cristo Viene, y que todos deben estar en el redil para cuando eso suceda.

Con toda humildad, el pastor coge su borona de millones de pesos que le caen desde el gobierno reeleccionista, y  desde ese momento le dice a sus feligreses que el presidente es un santo; que cuando Cristo venga, ese presidente será de los primeros que serán salvados y ungidos. 

Les dice que habló con Dios, y que este le dijo que mandara a todos los de su redil a votar por el presidente de la reelección, ya que, el candidato de la oposición, no es amigo del pueblo de Dios por ser muy "pana full" de los cundangos y de las lesbianas. bla bla bla.
 "Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces" -Mateo 7:15-

En 15 años, el edificio de la iglesia deberá tener tres o cuatro niveles, el pastor ya habrá cambiado su carro viejo por una jipeta del año, tiene varias  cuentas bancarias bien "buchúas", viaja al extranjero cuando le da la gana, y alguno es tan "agallú" que las hace de usurero, prestamista de sus propios feligreses. ¡Y Cristo, no termina de venir!


Tengo casi seis décadas oyendo que Cristo viene; esas palabras solo mantienen a los feligreses idiotizados esperando algo que en su subconsciente, los pastores saben que nunca llegará pero lo callan, así los manejan y pueden pensar por esos pobres idiotas a los además, le sacuden los bolsillos.. 
¡Y Cristo, no termina de venir!
 Aquí les dejo, las quejas de un pastor evangélico serio y honesto. Vea el vídeo.

No me refiero a nadie en particular, pero si a alguien le sirve el sombrero, que se lo ponga. Las imágenes fueron tomadas de la red.

1 comentario:

  1. Ocoeño,debemos hablar y te aclararé algunas cosas. Abrazos hermano

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