como habíamos dicho en la primera parte de esta serie de
exaltaciones gubernamentales, a miembros distinguidos del partido de los Berenjenos,
traigo hoy la segunda exaltación que tendrá efecto en la capital dominicana
donde será reconocido el más raro de los
Berenjenos, conocido en ese conglomerado por su "seriedad" y
por haber tenido la suerte de ser sacado de una cañada de un pueblo del este del pais, nada más y
nada menos que por el fundador de Los Berenjenos y creador de La Mañosa y de refilón, también creó a los Mañosos, la
obra cumbre del autor en la que hizo su aparición Magino, un personaje
importante entre los mañosos.
El reconocimiento consiste, en el develizamiento de un busto
en honor a al personaje, a quién el creador y líder de Los Mañosos, conoció
durante una visita que hizo a un pueblo del este del país, para lo cual, se supone que tuvo que meterse en una jurunela bordeada por una cañada donde se
topetó (Topetó, es una palabra que usaba mucho el ya fallecido gran periodista dominicano, Francisco Álvarez Castellanos) con algo raro en este país; un
caimán, a quien se llevó para su casa con el fin de tenerlo en el patio para
que se comiera los macos, las lagartijas y otras alimañas que habitaban en sus
jardines.
Al cabo de un tiempo, un día, vio como que la cara del
caimán se le daba un trasunto a la de un humano y ya había notado que "la
cosa esa", tenía muy buenos modales, que era muy obediente y que no le
gustaban los macos ni las cacatas; tampoco le hacía caso a las lagartijas sino
que, se sentía atraído por la batata, los plátanos, la yuca, los rulos cocinados
y hasta la pica pica y los espaguetis, entonces se le ocurrió la idea de
ponerse "a inventar" con "la cosa esa".
Lo bañó bien, lo perfumó, le puso unos zapatos de su
propiedad, y lo puso bien "pepillito"; le compró un saco y
una corbata y se dedicó a educarlo. Con el tiempo, le enseño política y lo
paseaba por la capital para luego presentárselo a los Berenjenos más "sangruses"
del clan, haciéndose amigo de ellos sin importarle que fueran unos "Trucutuses" que se habían quedado
atrapados en el pasado. En fin, se codeó con todos los Berenjenos fundadores
del partido, y luego de unos cuantos años de aprendizaje fue integrado a la
dirección del partido de los Berenjenos liberadores, cuyo fundador, como ya dije, fue el creador de La Mañosa y fundador también de los mañosos, y el que lo sacó de la cañada y lo hizo
gente.
Él hombre caimán, ve con tristeza que los Berenjenos de hoy, que son los
mismos de ayer, ahora ejerciendo plenamente la mañosería, se hayan olvidado de su fundador y quien era antes tan venerado por ellos y
que no bien habían pasado unos pocos años de que el gran cuentista haya firmado con los Carmelitas,
cuando ya lo habían echado al zafacón
del olvido.
Pues bien, el híbrido creado por el famoso cuentista creador
de Los Mañosos, superó muy bien la mutación que lo llevó de caimán a hombre por
lo que fue elevado a la categoría de secretario general de los Berenjenos, allí (Aunque de lejitos, para evitar una mordida de esas hileras de dientes) le rindieron pleitesía, lo acogieron como estandarte y como monumento a la
seriedad; ese fue su mejor logro, y uno de los motivos para ser favorecido con
la develación de una efigie en honor a su figura.
Lo que hizo que surgiera la idea de hacerle una estatua, fue la célebre y brillante frase que dijo en el año 2000: "El mal comío no piensa", pues al parecer, se dio cuenta de que el candidato presidencial de su partido estaba siendo vapuleado por un calvo "más relajao que´l Diablo" -Como dijera alguien- y que se hacía llamar "El Guapo de Gurabo", quien al final, le ganó las elecciones a los Berenjenos, pero "el calvo relajao" resultó ser un fiasco para el país, se cagó fuera del cajón y quedó tan desacreditado que ya en el pueblo ni los chistes le celebran.
Lo que hizo que surgiera la idea de hacerle una estatua, fue la célebre y brillante frase que dijo en el año 2000: "El mal comío no piensa", pues al parecer, se dio cuenta de que el candidato presidencial de su partido estaba siendo vapuleado por un calvo "más relajao que´l Diablo" -Como dijera alguien- y que se hacía llamar "El Guapo de Gurabo", quien al final, le ganó las elecciones a los Berenjenos, pero "el calvo relajao" resultó ser un fiasco para el país, se cagó fuera del cajón y quedó tan desacreditado que ya en el pueblo ni los chistes le celebran.
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