domingo, 7 de octubre de 2018

CHÁCHARAS: EL CAMPESINO ADMIRADOR DE SUPERMAN


Henry Osvaldo Tejeda B
A un campesino, le regalaron un muñequito (Paquito) de Superman, pero por ser analfabeto, se lo dio a su única hija para que se lo leyera. Mientras ella leía, le iba enseñando las imágenes del hombre de acero, sus hazañas en favor de la justicia combatiendo el delito, etc., y sus grandes batallas contra perversos personajes que se querían apoderar del mundo.

El tipo quedó maravillado con el hombre de acero, y pensaba: "Madre del verbo, si yo tuviera un hijo así....". Lo único que le entristeció fue saber que a su ídolo, la kriptonita verde lo debilitaba y lo volvía un trapo de hombre, pero no obstante a eso, le tomó tanto aprecio a Superan que, de ahí en adelante, mandaba a comprar todas las semanas cada nueva edición del hombre de acero que se publicaba.

 https://iliocapozzi.blogspot.com/2018/10/chacharas-el-campesino-admirador-de.html

Era tan grande el amor a Superman que, el campesino, quien solo tenía una hija, anhelaba que le naciera un hijo varón para ponerle el nombre de superman. Tanto "chocó los carritos" con su esposa hasta que por fin la embarazó. A los nueve meses la mujer parió no uno, sino, dos mellizos. Cuando el hombre lo supo, solo atinó a pensar: "Con esa chocadera de carritos, 
pocos niños parió".  

El estar esperando un solo ni
ño, y llegarle dos, le complicó la vaina a nuestro héroe, ahora no sabía qué hacer pues solo tenía un solo nombre en mente para dos niños. No podía ponerle el nombre de Superman a uno, pues tarde o temprano el segundo hijo se sentiría apocado, y le iba a reclamar por esa acción. Le manifestó su perturbación a su hija, y esta lo sacó del embrollo; le sugirió que les pusiera "Superman Uno" y "Superman Dos". A él le pareció bien, pues con esos nombres, los dejaría conforme a los dos.

Cuando llegó la hora de declarar a los niños, la secretaria que lo recibió en la oficialía civil era una señora muy religiosa, quien le preguntó por los nombres les pondría a los recién nacidos. El campesino, sin pensarlo dos veces le dijo:
_ Bueno mi señora, tal vez usted se lo encuentre raro y puede que hasta se quiera reír, pero los nombres que les voy a poner son: "Superman Uno" y "Superman Dos".
La señora frunció el ceño, y luego de reflecionar un ratito, trató de que el campesino desistiera de ese disparate, y le dijo:

_ Oiga buen hombre, eso no es justo, esos nombres, tarde o temprano les traerán problemas a sus hijos y estoy segura de que van a ser víctimas de las burlas de sus compa
ñeros de clase, además, si usted es un buen cristiano debería acatar las cosas de la iglesia ya que esta manda a que sus fieles, les pongan a sus hijos sencillos nombres de pila.
El campesino se quedó "en Babia", pensando en qué hacer; estaba visiblemente molesto pue no le gustaba que nadie se metiera en sus asuntos personales, y menos con sus hijos,"porque eso es muy de uno", -Pensó-, pero luego se calmó y aunque no de muy buen gusto, decidió acatar la solicitud de la señora.

Al ver que se estaba tardando mucho, esta le preguntó:
_ Entonces, buen hombre, ¿ya pensó en los nombres que les pondrá a estos niños?


_ Sí señora, y como usted dice que la iglesia manda a que los padres les pongamos buenos nombres de pila a nuestros hijos, hágame el favor de ponerle a uno, Duracell, y al otro Eveready; esos son los únicos dos nombres de pilas que conozco.

_ La señora no dijo nada, pero estuvo al explotar de la risa, pues no se esperaba algo así, pero no tuvo más remedio que acceder a ponerle a uno Duracell, y al otro Eveready.

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