A TAN POCOS AÑO MAS DE LA MUERTE DEL PADRE LUIS Y YA QUEREMOS OLVIDARLO

Por Henry Osvaldo Tejeda
(Un verdadero amigo del padre Luis Quinn)

Yo lo he dicho todo ya del Padre Luis Quinn, por tanto, mi recordatorio y conmemoración, por un aniversarios más de su muerte lo haré escribiendo algo que llevo dentro y que no puedo callarlo más. 

Todo el que admiró y amó al padre Luis Quinn, todo el que sabe lo que hizo por Ocoa, que expuso su vida por este pueblo, que mendigó tanto para conseguir lo que fuera por hacer de Ocoa lo que pudo, debe estar agradecido de él. Todos los que saben que el Guayacán respiraba por los pulmones de nuestro terruño; que enfrentó a todo el que se metía con nuestro pueblo y que hasta le quemaron el carro por defender a los oprimidos y a los excluídos no solo de este paraíso entre montañas llamado San José de Ocoa, sino, de todo el país y que cuya labor social fue reconocida hasta por sus enemigos, los enemigos de los pobres, debe estar de acuerdo en que, a San José de Ocoa, se le dé el nombre del Padre Luis Quinn; solo el municipio, como lo ha propuesto el senador Pedro Alegría. 

El Guayacán es merecedor de eso y más; fue un hombre que puso constantemente en riesgo su salud, y que aun al borde de la muerte, su principal preocupación era morirse sin haber hecho todo lo que quería hacer por su pueblo. Hay mucha gente que son dizque luisitas, pero lo son de la boca para afuera y no de corazón, porque negarse a darle el visto a tan meritorio reconocimiento, demuestra que ese cariño y admiración por Luis no era tal, sino, un puro bulto.
Yo creo ponerle el nombre del Padre Luis al pueblo de Ocoa, no es suficiente para la obra que hizo ese hombre; eso lo enaltece más, pero le queda corto, y deberíamos honrar su memoria con algo más que su nombre, para que las próximas generaciones sepan quién fue realmente ese gran hombre que vino del otro lado del mundo a darlo todo por este pueblito sin pedir nada a cambio.

No puedo explicarme, y ni ellos mismos pueden explicarlo, cómo es que hay gente tan malagradecida y capaz de ser tan pijotera para negarle ese reconocimiento eterno al Guayacán, y debo decir que, entre esos malagradecidos que ven con malos ojos que se le ponga su nombre al pueblo de Ocoa, hay muchos que fueron sus allegados e incluso, amigos íntimos a los que Luis quería como hijos.

Hay muchas personas que, por no darle los créditos ni reconocer el esfuerzo del Senador Pedro Alegría por tan loable propuesta, se niegan a rajatabla a que se lleve a cabo el cambio de nombre por pura retaliación politica, barata y sin sentido porque en el fondo, esas personas tal vez quieren que se haga tal reconocimiento. Pero pienso que esto se va a dar.

Como dijo hoy el senador Pedro Alegría en su discurso durante el acto de recordación de la muerte del padre Luis, la provincia se llama San José de Ocoa, entonces, ¿cuál es el problema de mantener el mismo nombre al municipio? Un nombre no nos quitará un pedazo, en cambio, estaremos haciendole un reconocimiento a una persona que lo tiene más que merecido.

Si no se lleva a cabo la propuesta de Pedro, lo que sucederá es que, desde que desaparezcamos los que de verdad llevamos al Padre Luis en el corazón, los que estuvimos siempre a su lado y los que no nos cansamos de mencionarlo, entonces, las futuras generaciones no sabrán ni siquiera quién fue ese titán de hombre que dio su vida por Ocoa.

Llegó la hora de hacer valer la buena voluntad de tanta gente que amó al padre Quinn, y que se siente agradecida de él. A esas personas les pido que, le pregunten a su corazón, si quiere reconocer al padre Luis como se lo merece, o dejar que en un futuro cercano ya nadie recuerde la obra y figura de ese tan grande hombre que dio su vida por nuestro pueblo. 

domingo, 13 de enero de 2019

A TAN POCOS AÑO MAS DE LA MUERTE DEL PADRE LUIS Y YA QUEREMOS OLVIDARLO

Por Henry Osvaldo Tejeda
(Un verdadero amigo del padre Luis Quinn)

Yo lo he dicho todo ya del Padre Luis Quinn, por tanto, mi recordatorio y conmemoración, por un aniversarios más de su muerte lo haré escribiendo algo que llevo dentro y que no puedo callarlo más. 

Todo el que admiró y amó al padre Luis Quinn, todo el que sabe lo que hizo por Ocoa, que expuso su vida por este pueblo, que mendigó tanto para conseguir lo que fuera por hacer de Ocoa lo que pudo, debe estar agradecido de él. Todos los que saben que el Guayacán respiraba por los pulmones de nuestro terruño; que enfrentó a todo el que se metía con nuestro pueblo y que hasta le quemaron el carro por defender a los oprimidos y a los excluídos no solo de este paraíso entre montañas llamado San José de Ocoa, sino, de todo el país y que cuya labor social fue reconocida hasta por sus enemigos, los enemigos de los pobres, debe estar de acuerdo en que, a San José de Ocoa, se le dé el nombre del Padre Luis Quinn; solo el municipio, como lo ha propuesto el senador Pedro Alegría. 

El Guayacán es merecedor de eso y más; fue un hombre que puso constantemente en riesgo su salud, y que aun al borde de la muerte, su principal preocupación era morirse sin haber hecho todo lo que quería hacer por su pueblo. Hay mucha gente que son dizque luisitas, pero lo son de la boca para afuera y no de corazón, porque negarse a darle el visto a tan meritorio reconocimiento, demuestra que ese cariño y admiración por Luis no era tal, sino, un puro bulto.
Yo creo ponerle el nombre del Padre Luis al pueblo de Ocoa, no es suficiente para la obra que hizo ese hombre; eso lo enaltece más, pero le queda corto, y deberíamos honrar su memoria con algo más que su nombre, para que las próximas generaciones sepan quién fue realmente ese gran hombre que vino del otro lado del mundo a darlo todo por este pueblito sin pedir nada a cambio.

No puedo explicarme, y ni ellos mismos pueden explicarlo, cómo es que hay gente tan malagradecida y capaz de ser tan pijotera para negarle ese reconocimiento eterno al Guayacán, y debo decir que, entre esos malagradecidos que ven con malos ojos que se le ponga su nombre al pueblo de Ocoa, hay muchos que fueron sus allegados e incluso, amigos íntimos a los que Luis quería como hijos.

Hay muchas personas que, por no darle los créditos ni reconocer el esfuerzo del Senador Pedro Alegría por tan loable propuesta, se niegan a rajatabla a que se lleve a cabo el cambio de nombre por pura retaliación politica, barata y sin sentido porque en el fondo, esas personas tal vez quieren que se haga tal reconocimiento. Pero pienso que esto se va a dar.

Como dijo hoy el senador Pedro Alegría en su discurso durante el acto de recordación de la muerte del padre Luis, la provincia se llama San José de Ocoa, entonces, ¿cuál es el problema de mantener el mismo nombre al municipio? Un nombre no nos quitará un pedazo, en cambio, estaremos haciendole un reconocimiento a una persona que lo tiene más que merecido.

Si no se lleva a cabo la propuesta de Pedro, lo que sucederá es que, desde que desaparezcamos los que de verdad llevamos al Padre Luis en el corazón, los que estuvimos siempre a su lado y los que no nos cansamos de mencionarlo, entonces, las futuras generaciones no sabrán ni siquiera quién fue ese titán de hombre que dio su vida por Ocoa.

Llegó la hora de hacer valer la buena voluntad de tanta gente que amó al padre Quinn, y que se siente agradecida de él. A esas personas les pido que, le pregunten a su corazón, si quiere reconocer al padre Luis como se lo merece, o dejar que en un futuro cercano ya nadie recuerde la obra y figura de ese tan grande hombre que dio su vida por nuestro pueblo. 

El estilo se está aplicando correctamente.
—Firmado: El Chacharero de Henry Osvaldo, con el machete en CSS.