jueves, 31 de enero de 2019

VIVENCIAS EN MI CASA: HABLANDO Y PELEANDO CON ZANCUDOS MOLESTOSOS


Henry Osvaldo Tejeda Báez
Hay gente que, cuando alcanza cierta edad, les coge con hablar solas, y hay otras que cuando leen, van moviendo los bembes emitiendo el sonido de lo que leen; esas, son personas que no saben leer si no es moviemdo la boca y no pueden ller solo con los ojos. ¿Yo me pregunto, ¿para qué mover la boca, si no se está leyendo para alguie a su alrededor? Son mañas que se adquieren así por así.

En mi caso debo ser sincero, y decir que sí, que yo hablo sin tener a otro ser humano al lado pero aún así, no es hablando solo que estoy, sino, con los mosquitos de mi casa, con las moscas, con cucarachas y con cualquier bicho de esos que me fastidian la vida. Entre estos, no voy a mencionar a los choferes imprudentes porque esa es otra clase de bicho que para mala suerte de los humanos decentes, son seres humanos, aunque, retorcidos del juicio y del sentido común. 


El que me ve y me oye hablando y manoteando, podría decir que estoy loco de remate, pero no es nada de eso porque yo hablo regularmente con mosquitos, y no creo que a eso se le pueda decir que estoy hablando porque lo que hago son rabietas cuando uno de esos cabroncitos empieza darme una serenata en una de las orejas con ese zumbido tan peculiar y tan molestoso que emiten cuando vuelan en cuadrillas de guerra. Creo que esos zumbidos lo emite un mosquito explorador, enviado por el jefe de la cuadrilla a investigar si hay merienda en el territorio.

Y tamaña comida que aparece, ahí estoy yo, una pendeja masa de carne tendida en una cama dispuesto a servirle de cena de ellos. Cuando el mosquito explorador nota la presencia del manjar, emite ese maldito zumbido, lo mismo que Rodrigo de Trina cuando voceo ¡¡Tieerraa!! No sé si habrán notado que cuando emiten el zumbido, lo hacen desde la punta más alta de cualquier oreja, y a veces a uno le da tiempo de pegarse una buena galleta en el oído, pero sin lograr asesinar al azaroso animalito.
No crean que el resto del batallón llega tan pronto escucha el alerta del explorador, no, imposible, ellos saben que usted está alerta y sabe que estará por lo menos diez o quince minutos relojeando y cocoteando "pa´llá y pa´cá", a ver si lo vemos para rendirle una ovación con aplausos incluidos. Esos asesinos seriales, regularmente esperan a que uno se duerma y cuando eso sucede, ahí mismo empieza el banquete.

VIVENCIAS EN MI CASA: HABLANDO Y PELEANDO CON ZANCUDOS MOLESTOSOSTodavía durmiendo, uno se pega su par de galletas pero que va, el sueño puede más que la ponzoña maldita de los zancudos. Al otro día, uno sabe que sirvió de cena a los mosquitos, porque te dejan los trastes sucios, es decir, picadas en la piel aún rojiza  hasta con postillas negras y otras sin postillas porque al parecer, en el lugar de estas últimas, ya habían cenado dos o tres en el mismo hoyo.

Solo hablo con los mosquitos, cuando estos me sacan de quicio, regularmente, cuando estoy concentrado en la lectura de un libro; en esos momentos es que empiezo a decirles disparates, los insulto en voz alta: ¡Pero maldita sea!, ¿y será que este pajarito tan hijo ‘e puta no me va a dejar tranquilo? Eso y más le digo, pero eso no quiere decir que realmente hablo con esos engendros de Belcebú tan molestosos.

También me pasa con las moscas, porque las estos seres parecidos a extraterrestres con esa cara de camión recolector de basura, tienen la mala maña de que se te asientan en una mano, o en una de las cejas, uno las espanta sacudiendo la mano y Okey, ellas se van, pero creo que de fábrica, las moscas traen un sensor que detecta lo que piensas y lo que quieres hacer con ellas, porque no pasan 15 segundos de haberse largado cuando ya está de vuelta exactamente, en el mismo sitio; es el momento de echarle un par de pestes voceándole una mala palabra y darle un "manoplazo" con la otra mano, y en lugar de largarse, lo que hace es que  se te asienta en la punta de la nariz como diciéndote: "Pero hombre del diablo, tú si jodes". 

Ahí, es cuando más te azaran, porque puedes ver su arrogancia y petulancia cuando se están limpiando el bozo, luego se paran frente a ti alzando las patas delantera, se rén de ti hasta aplauden a manera de burla; ¡malditas moscas!. 

Esa situación me va subiendo los trapos viejos al juicio, porque esa mosca´e mierda, se asienta siempre en el mismito lugar ya que, al parecer, tienen las coordenadas de tus cejas y aterrizan ahí sin problemas. Pueden irse por un rato para el patio, pero luego vuelven al mismo sitio. La pregunta es, ¿Por qué esas puercas moscas se asientan en sitios tan estúpidos como las cejas y las orejas, donde nunca hay comida? No lo sé, pero algún sabor bueno deben tener las cejas y las orejas, o es alguien que te odia y  te manda esos drones miniaturizados para que te jodan la paciencia.

Si las moscas son molestosas, los zancudos son peores, porque llevan en su cuerpo el gen de Drácula y se lanzan en picada sin miedo a que los mates porque al parecer, ellos saben que tú eres de edad avanzada y muy torpe de movimientos y se sienten seguros porque cuando tú vienes a mover las manos, ya ellos se van con ese vuelo irregular que tienen en forma zigzagueante, evitando así los manotazos.

Cuando era más joven, yo sólo tenía que dar un solo "manoplazo" y aplastaba al más veloz  de los zancudos, pero ahora, para poder matar uno solo me paso hasta media hora y luego de haber lanzado como 24 "manoplazos". Alguien me dirá, pero debes echarle veneno, pero las cosas no son así, porque el que se lleva de echarles Baygón u otro aerosol venenoso a esa plaga que no se acaba nunca, va a tener que gastar el dinero de la comida en esos perros mosquitos. ¡Imagine usted a una familia muy pobre que compre un Baygón de 400 ml en 250 pesos, se estaría quitando de la boca diez libras de arroz. No, no ser rían porque el problema no es para reírse.

Estoy buscando en la red, a ver veo alguna especie de chinchorro, una atarraya o algo parecido para coger cuadrillas completas de zancudos, para desbaratarles el ejército a esos Dráculos "sangruses". A veces me pregunto, ¿para qué carajos hay mosquitos en el mundo? ¿Cuál es el beneficio de ese animalito, si  500 millones de ellos no dan para una jartura de los otros animales que se los comen a ellos. ¡No me joda nadie, ombe!

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