lunes, 1 de julio de 2019

CHÁCHARAS: LAS DIARREAS Y OTRAS ENFERMEDADES, EN EL TIEMPO DE LOS SOBORNOS

Henry Osvaldo Tejeda.
Cuando fue descubierto el desfalco a Baninter, y los responsables traducidos a la justicia, hubo una implicada que se puso de todas formas menos bien. Cuando a la Lubrano le hablaron de que ya tenía un pie en la "chirola", le entró un ataque de delirio de persecución ligado con un ataque de pánico severo con tronadas y detonaciones salidas de su cuerpo. Incontinencia de truenos con sarrumas.
No es para reírse, pero es seguro de que todos han oído hablar de que a alguien le dio un ACV, siglas estas que se refieren al asesino Ataque Cardio Vascular. Pues bien, a esa señora, cuando vio la inminencia de que iba en bola de humo para la cárcel, se le salió un caño de liquido "surraposo", en el que se podía ver una que otra hojita de cilantrico ya mustio y descolorido, ramitos de lechuga repollada mareadas y algunas cascaritas de tomate, además de uno que otro grano de habichuela ya demolidos
Vivian Lubrano dizque con un yeyo
 por el jugo gástrico.
A esa señora le dio un ACMJ (siglas que yo le doy a la frase de terror ¡Ay Coño, me Jodí! 

Ese ACMJ, fue casi mortal por necesidad porque la doña, en su angustia, fue a verse al espejo y lo que vio le "entolló" la psiquis, pues lo que ella vio en ese espejo fue a una ciguapa que,, según barlbuceaba, esta le hacía muecas. Cuando vio eso, la pobrecita arrancó en Fa, con el over drive puesto lo que le dañó el Epiplón del ombligo y la caja de bolas del juicio. Se le dañó además, la sordina de la corneta de los gases y en el estómago, ella dice que escuchaba murmullos que parecían seres de otros planetas hablando en jergas, pero eran sus propios parásitos y sus lombrices que, en vista de los síntomas que estaban sintiendo en la barriga de la doña, ya estaban haciendo sus motetes para evacuar la barriga largándose en la primera guagua de la 6 de la mañana.

Pobre doña, a sus rodillas se les voltearon las "tutumas" para ‘atrás; sufrió un golpe de bielas que la dejó chueca y el calvario de esa víbora, cómplice del desfalco a Baninter no terminó hasta que alguien le cabildeó su indulto con Leonel Fernández , quien era el corrupto de turno. 


Ahora tenemos a Andy Dauhajre metido en problemas por haber recibido quinientos mil dólares de Odebrecht, según dijo Alicia Ortega cuando dio a conocer sus documentos "sobornosos". Dado el nerviosismo de este personaje, quien hasta hace un par de días era uno de los hombres más seguros en sí mismo, hoy se espera que también le dé un ataque de churria crónica tipo menstruación femenina, y se espera que se le ponga la mirada estrábica en la que uno de sus ojos mirará hacia Cabo Rojo, mientras el otro estará viendo lo que pasa en Cabo Engaño.

Andy no ha ido al médico, pero hay unos médicos que se han juntado a manera de "junta de matasanos", y ya están haciendo cocote con ese futuro paciente, pues se han olido que el tipo cobró unos dólares groseros. Uno de los médicos dijo: "Si viene a mi clínica, lo primero que haré, será sellarle los oídos momentáneamente para que no escuche las palabras: gringos, apartamento y Odebrecht, porque eso es que lo tiene de la bacinilla al catre. Dijo que le da su razón a Andy, porque esos gringos no retozan cuando alguien osa violar sus leyes. Andy dijo airado: ¡Coño, y todo este barullo solo por unos malditos chelitos de la mierda que me pagó la oficina de sobornos de Odebrecht. Y se preguntó: ¿Y será loco que tamo?

Dicen que los árabes cuando se ven "ateterados", hieden a perro muerto pero el olor que está despidiendo el economista es a preso, y así como a la Lubrano, a él se le están saliendo explosiones a las que no puede controlar, por lo que habrá que amputarle la tripa que lleva la comida ya digerida al aeropuerto, es decir, a la terminal trasera del cuerpo para desde ahí ser enviada sin escala hacia el rubio alemán de boca grande.
Si cuando nueestro héroe de hoy salga de la cárcel, y quiera ser feliz algún de nuevo, tiene que dejar que le amputen  esas ganas desmedidas de hacer dinero en todos los gobiernos. Esa angurria por el dinero, es una herencia que él viene arrastrando de los 
árabes; eso lo lleva en la sangre.

Si no es suficiente con la amputación de la tripa de marras, habrá que ponerle un "manifor" nuevo y adaptarle un tubo de escape adicional, que vaya desde la junta del epiplón pasando por la caja de bolas del "mofle", hasta el final de la rabandóla, pues cada vez que piensa en el apartamento que compró en New York con los cuartos del pueblo dominicano a través de Odebrecht, y en los gringos, se le afloja la zapatilla trasera algo que le produce una incontinencia verbal  y le coge con decir que todo lo que ha hecho en su vida ha sido legal, pero no de deja de soltar explosivas flatulencias que ahogan y causan estornudos al que las respira.

Ya tiene los dedos gordos de los pies como el As de Bastos de las barajas aquellas, o como el garrote de Trucutú, no sé, Otra cosa que no lo deja dormir es que, ahora tiene que pagar a los diarios para defenderse, algo que los árabes no soportan porque son demasiados tiñosos, Nunca pensó que tenía que pagar un dineral en medios de comunicación para hacerle saber al país y al mundo que él es inocente y que esos chelitos de la mierda que cobró, fueron del fruto de sus asesorías legales, pero cada vez que dice eso, le llega a la mente la ley de lavado de activos de los gringos, entonces le da una recaída y se le salen muchos exapeos. (Exapeo, no es lo mismo que exabrupto, porque este último no hiede y el exapeo apesta)

Dice ser inocente, pero nadie le cree por aquello de que, "El que anda con un cojo, al año cojea", y él ya tiene mucho tiempo andando pegado del gobierno, además, falta mucho para el día de los inocentes.

Hay mucha gente que quiere ver a Andy Dauhajre residiendo en Estados Unidos, solo que vistiendo un uniforme mamey con el "caco pelao" y sin barba. Yo, o sea,"ete que ta´quí", soy uno de ellos, por el gran daño que ese sujeto tan ambicioso le ha causado a este país durante tantos años; Ese tipo ha bailado en todos los gobiernos desde los últimos treinta años.


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