viernes, 9 de noviembre de 2012

CHÁCHARAS: "EL IMPUESTO VERDE"


Por Henry Osvaldo Tejeda Báz

ocoano@hotmail.com


_ ¡Ey usted, párese a la derecha! -grita el agente de Amet-
_ Buenos días agente, en qué puedo servirle.

¡Enséñeme usted su "Permiso Verde"!
_ ¿Permiso verde me está usted diciendo, qué es eso? -Dice el detenido-
_ ¿Cómo que no sabe usted de ese impuesto de ley?

_Le aseguro que no sé a qué se refiere usted agente. No tengo nada de eso.
_ Bueno pues, está usted preso con todo y vehículo, señor. -Dice el agente-

_ ¿Preso? ¿Se puede saber por qué?
_Ya le dije. Amigo, usted no tiene el "Permiso Verde" y está violando la ley.
_ Pero agente, explíqueme eso por favor. La verdad es que estoy sorprendido y no sé de qué jodío permiso me habla usted.

_ Señor, los gases que está emitiendo su transporte causa un gran daño al Medio Ambiente, y eso está penado por la ley.
Usted debe tener un permiso de Impuestos Internos llamado "Impuesto Verde". -Explicó el agente-

El hombre se queda pensando y preocupado dice:
_Dígame agente, ¿cómo sabe usted que mi transporte está dañando el ambiente?
_Ah, por la cantidad de gases que salen de su vehículo. Según la ley, el valor que usted debe pagar, está estipulado de acuerdo a la cantidad de gases que emita su vehículo.

_Mire agente, no es por contradecirle, pero dígame, si a usted ahora mismo le está dando algún olor que se pueda decir que está dañando el Medio Ambiente? -Dijo el detenido-

_La verdad es que no me está dando ningún olor en estos momentos, pero es posible que en otro lugar de la calle su vehículo haya emitido ciertos malos olores. -Dijo el agente, un poco más conciliador-

_Entonces, ¿puedo irme? -Dijo el detenido-
_Lo siento señor, tengo que llevarme su vehículo para el destacamento.

_Agente, no puede hacer eso porque ese vehículo que usted acaba de detener, necesita estar en un área verde, es decir, en el monte y si amanece en el patio encementado del destacamento vamos a tener problemas.

El hombre le explicó al agente, todo lo concerniente a su medio de transportar mercancías, etc., para luego hacerle una petición.

_ Agente, yo veo que usted está confuso con este asunto, llame a su superior y explíquele sobre todo lo que le he dicho sobre este tipo de transporte. -Dijo el detenido-

_Creo que voy a tener que hacerlo, en realidad no sé mucho de este jodio impuesto porque esta vaina ha venido con el nuevo paquetazo del gobierno y aún no lo entiendo muy bién, llamaré a mi jefe, dijo el agente.

_Aló, comandante, con todo el respeto, señor. Tengo una situación aquí con un medio de transporte al cual tengo detenido por no tener el "Permiso Verde".

_Pero, ¿y cuál es el problema recluta? ¡Póngale la multa y no coja corte!
_Jefe, el asunto es más complicado de lo que usted cree, el hombre no tiene el permiso pero tampoco podemos llevar el vehículo el destacamento, porque allá no hay bla, bla bla y bla bla......... ( el agente le explicó al superior las características de la situación y todo lo que le había dicho el detenido).

_ ¿Queeeeee, como que hay que tener yerba aquí? ¿Cuándo usted ha visto un carro, un camión, o una guagua comiendo yerba? ¿Acaso me está hablando usted de marihuana, recluta?

_ Noooooo, librama Dios, no es eso.
_Entonces, ¡termine usted de decirme las cosas claras!

_Con todo el respeto señor, el vehículo es una carreta tirada por un burro y hasta donde he visto, ese animal no se ha cagado en ningún sitio de la calle por tanto, no puedo ponerle la multa del impuesto porque ni idea tengo de lo que debo cobrarle. -Dijo el agente nervioso-

_ Mire recluta del carajo,  despache a ese hombre, yo no voy a tener animales en el cuartel, además, no sé si en las instrucciones que tengo aquí dicen que, a las carretas que cargan cachivaches y mudanzas tiradas por burros, hay que exigirles el "Permiso Verde". ¡Despáchelo coño, hasta nueva orden!

_ ¡Gracias, jefe!  -Dijo el agente y, volteándose hacia el detenido le dijo:
_ Señor, váyase, pero le aconsejo que trate de que ese burro no se cague en la calle porque el gobierno lo estará acechando para cobrarle por la mierda.

¡Ofrézcome, coño, esto se jodió!  -Masculló el hombre entre dientes- ya ni cagar podrán los animales.

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